Después de que el viernes fueran expulsados del Puente de Hierro y tras estar todo ese día deambulando en busca de una nueva ubicación, los chabolistas del Polígono Sur acabaron ayer divididos: una decena de familias acabó en El Copero, en Punta del Verde; el resto, unas 30, en las inmediaciones del Estadio Olímpico.
Llevaban tres meses en el Puente de Hierro, adonde llegaron por temor a represalias como consecuencia de la muerte de un menor víctima de una bala perdida, y desde el viernes andan como nómadas por la ciudad.
Tras intentar recalar en la zona del Huevo de Colón, en algún enclave por Los Bermejales e incluso regresar al Puente de Hierro, los chabolistas acabaron ayer divididos entre El Copero, en terrenos de la Autoridad Portuaria de Sevilla, donde llegaron unas 60 personas, y el resto, unas 250, en las inmediaciones del Estadio Olímpico.
Allí estaban ayer; dónde estarán hoy, no lo saben. "No podemos volver al Polígono Sur porque allí estamos amenazados de muerte. Tenemos que ir a otra zona pero no nos dan ninguna opción y a todos los sitios donde nos vamos nos quieren echar porque o son del Gobierno o son privados. Si todos los terrenos son de alguien, entonces ¿adónde nos vamos? ¿Qué hacemos?", decía Manuel, uno de los chabolistas que acabó en El Copero.
La situación se agrava y Ángel, en declaraciones a la SER, se erigió en portavoz: "Si en una semana no hay solución va a haber guerra", dijo, y añadió: "No va a haber un muerto sino 20".
Manuel, que tiene siete niños, estaba en la carretera de entrada a esa zona junto a Punta del Verde, un área cerca a la base militar, bajo el Puente del V Centenario y propiedad del Puerto de Sevilla. El presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, aseguró que "antes del lunes hay que buscar una solución, un nuevo emplazamiento para estas personas porque el lunes no pueden estar ahí: es una zona peligrosa, por donde pasan a diario muchos camiones de gran tonelaje".
La Policía cortó el acceso a la carretera hacia El Copero desde las 12.30 horas: sólo podían entrar quienes acreditaran trabajar en el Puerto o en la base militar. En ese área hay también un brazo ciego del Guadalquivir peligroso para el baño.
Al mediodía, llegaron a un acuerdo transitorio con los chabolistas: éstos podían abandonar la zona y volver a entrar para "introducir víveres y agua", aseguró Fernández, quien reiteró que el lunes no podrán continuar ahí. "¿Pero qué hacemos?", se preguntaba Antonio, que tiene cinco hijos. "La zona tiene matorrales secos y chinchorros y lo estamos pasando muy mal, sobre todo los niños, pero al Polígono Sur no podemos volver, es imposible".
