La presión fiscal, según el Consistorio, no aumentará.
El Gobierno local se apretará "el cinturón" ante la caída de los ingresos para el próximo año. Sólo por la reducción de la aportación del Estado perderá 52 millones de euros. Con todo, la delegada de Economía y Hacienda adelantó ayer que los impuestos se congelan por la crisis, es el caso del IBI, el de la construcción, ICIO, y el de vehículos. Ni siquiera se aplicará el IPC.Eso sí, de aplicarse el Índice de Precios al Consumo (IPC) de determinados meses, como agosto de este año, los ciudadanos saldrían ganando, ya que fue negativo. En cambio, el pasado ejercicio también se anunció la congelación de los impuestos, pero se aplicó el IPC de julio, nada menos que al 5%. Los bolsillos se resintieron.
Para 2010, el Gobierno local prevé que los impuestos, tasas y precios públicos más importantes (menos las tarifas de Tussam y Emasesa) se congelen, es decir, que no suban ni un céntimo.
Se apoyará al tejido productivo y la creación de empleo, se incrementarán las bonificaciones fiscales, aumentarán las facilidades de pago y se aprobarán medidas fiscales de carácter medioambiental.
Todo ello en un presupuesto restrictivo por la caída de ingresos, según defendió ayer la concejal de Hacienda, Nieves Hernández, que compareció ante el plenario del Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS).
En 2010, los ingresos por la actividad urbanística caerán un 20% y la Participación en los Impuestos del Estado (PIE) bajará un 18%, es decir, que las arcas municipales (con un presupuesto de 1.312 millones en 2009) tendrán 52 millones menos. "Es evidente que hay dificultades para cerrar el presupuesto. Vamos a tener que apretarnos el cinturón", auguró Hernández.
Con esta panorama, el Ayuntamiento sólo tiene dos caminos: reducir gastos de forma significativa o endeudarse aún más. Con todo, la titular de Hacienda defendió que la presión fiscal no crecerá, pero sí las medidas de gestión.
De las 39 ordenanzas fiscales, "29 se congelan, tres incluyen algunos supuestos impositivos nuevos (tasas del cementerio, coches de caballos y autotaxis) y siete ordenanzas modifican sus tarifas de forma puntual y para supuestos determinados".
En este punto, Hernández aludió al ajuste a la baja de las tarifas del Alcázar por redondeo, a la subida de la electricidad en la Feria de Abril -que se ajustará al consumo del pasado año, que fue el primero y se tasó de forma estimativa-, a la de la recogida de basuras para empresas y a la del precio público del laboratorio, que incrementa para adecuarlo al mercado para no competir de forma desleal, según la concejal. Sobre la tasa de vehículos, sólo dijo que se simplifica y que no sufrirá "una gran variación económica".
Contra la crisis, Hernández anunció que se ampliará la bonificación del 50% en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para el fomento del empleo. Se beneficiarán todas las empresas que amplíen la plantilla un 5% sin especificar ni el tipo de empleo ni de trabajador (en 2009 se reducía a discapacitados, mujeres víctimas de maltrado...).
Eso sí, el contrato tiene que ser indefinido. Además, se fomentará la construcción de VPO y se mantendrán las bonificaciones a las empresas afectadas por obras en el IAE (80%) y en la tasa de recogida de basura (50%).
Para facilitar el pago, se elevará de 6.000 a 18.000 euros el límite de la cantidad adeudada sin necesidad de aportar aval bancario y se ampliará de 24 a 36 meses el plazo máximo. El límite de la renta para poder fraccionar se elevará hasta 3,75 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), es decir, hasta los 1.976 euros.
