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"Los negocios artesanales han resurgido por la necesidad de crear autoempleo"

Jesús Valle Sánchez, gerente de Juvasa , una empresa dedicada a la venta y distribución de envases y embalajes

el 12 ene 2013 / 18:11 h.

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A los nueve años, cuando llegaba por la tarde del colegio, ayudaba a su padre a meter tarros de vidrio en cajas y se iba con él a vender la producción de miel, el hobby de su progenitor, a la Alameda. Hoy, Jesús Valle (Sevilla, 1976) está al frente de Juvasa, el negocio que su padre creó en 1989 de forma casual para cubrir una necesidad propia. Trabajaba en una fábrica de vidrio pero no conseguía encontrar quien le vendiera tarros a pequeña escala para la producción de sus colmenas. Y la tercera generación ya se prepara. Su hija, de 9 años, "ya ha asistido a algún consejo de administración".

-El suyo es el ejemplo de cómo atender una necesidad sin prácticamente planteárselo.
-La empresa nació en Dos Hermanas, en un local de 180 metros al lado de casa. Todo empezó porque mi padre tenía dificultad para envasar la miel que producía, así que recuperaba tarros de zumo para hacerlo. Encargó un primer pedido, utilizó los que necesitaba y el resto los vendió a amigos que tenían su mismo problema. Actualmente vendemos a pequeños y grandes productores, pero lo que nos diferencia del resto es eso, que ofrecemos la posibilidad de comprar envases a pequeña escala.

-¿Qué productos ofrecen y a qué sectores se orientan?
-Nos dedicamos a la venta y distribución de envases y embalajes para industrias de alimentación y bebidas, principalmente, pero no trabajamos el canal horeca. También estamos presentes en otros mercados, como la perfumería, la cosmética y la farmacia. Proveemos de tapones, cajas, precintos y maquinaria para pequeñas producciones.

-¿Qué impacto ha tenido la crisis en su negocio?
-Nos ha supuesto pérdida de clientes por el cierre de muchas empresas y dificultades a la hora de gestionar los cobros, pero también ha generado importantes oportunidades. Hemos notado un incremento en la pequeña venta y hemos crecido mucho en pequeños clientes, una circunstancia derivada de la necesidad del autoempleo. Mucha gente ha optado por iniciar un negocio, retomando además productos tradicionales de forma artesanal.

-¿Como por ejemplo?
-Quien tenía como hobby hacer vino o su propia cerveza en casa, ahora la produce para venderla. Quien tiene una termomix, la aprovecha para hacer postres y vendérselos a los bares, o quien tiene un huerto ecológico y comercializa la producción que no necesita en un mercadillo.

-¿Desde cuándo aprecia que existe esta tendencia?
-Sobre todo desde el año pasado. Ha sido como un despertar: o nos buscamos la vida o el frigorífico no se llena.

-¿Cómo ha logrado Juvasa esquivar la mala coyuntura actual?
-Hemos incrementado las referencias en más de un 100% en los últimos años, llegando hasta casi las 8.000. También hemos potenciado el negocio internacional, incorporando personal de diversas nacionalidades para abordar los mercados europeo, del Norte de África y Suramérica. Además, hemos apostado por el negocio on line y conseguido que la web sea un referente en envases y embalajes. Y hace dos años creamos una sociedad, Avanza Packaging, con la que entramos en el mundo del diseño a nivel global, con los programas más avanzados y con un equipo de diseñadores. Tenemos capacidad de recrear en 3D el envase sin necesidad de producirlo, con lo que ahorramos costes. De hecho, Avanza acaba de recibir un accésit en los premios Andalucía Emprende de la Junta.

-¿Cómo deciden dar ese salto?
-Veíamos que muchos clientes tenían un buen producto como aceite de oliva, aceituna de mesa o atún de Barbate, pero no se acompañaba en el diseño, que era muy anticuado, y eso daba mala imagen. Luego llegaba el italiano y se llevaba el valor añadido con el aceite, lo mismo el japonés con el atún y el americano con la aceituna. Nos movimos por la necesidad de cubrir mejor los productos de nuestra tierra y que el valor añadido se quedara aquí. Además, si les va bien a nuestros clientes, nos va bien a nosotros porque vendemos más, y no sólo eso, porque al crear nuevos envases, generamos nuevas oportunidades de venta.

-Si en estos momentos les va tan bien ¿Cuál ha sido el momento más delicado para la empresa?
-En la crisis de 1993 estuvimos al borde del cierre. Teníamos problemas de tesorería, los bancos no daban financiación y hubo escasez de vidrio, que era la base de nuestro negocio. Ahora hemos diversificado mucho, aunque siga siendo una parte importante.

-¿Cómo sortearon ese bache?
-Hicimos refinanciación bancaria, negociamos los plazos de pago con los proveedores y diseñamos un plan de negocio a largo plazo. Hace años optamos por centrarnos en los grandes bancos y no en las cajas de ahorros como compañeros de viaje a largo plazo. Los bancos prestan a las empresas que conocen y de las que se fían. Podemos decir que no nos ha afectado la crisis financiera.

-Van a contracorriente. ¿Cuáles son sus números?
-En 2012 cerramos con una facturación de 20 millones y un crecimiento del 8%. Antes de la crisis, el ritmo de avance era del 20%. Tenemos siete delegaciones en España y 45 trabajadores.

-Comparta la clave de su éxito.
-Hemos crecido lo que nuestro negocio nos ha permitido, de forma contenida, según nuestros recursos propios y los de la banca, siguiendo una línea conservadora. No hay que morir de éxito. Lo ganado lo hemos reinvertido en el propio negocio, nada de aventuras que no conocemos.

-¿Consejos para emprender?
-Que no tengan miedo, que miren el negocio a años vista, que planifiquen bien el crecimiento y que cuiden el factor humano. El equipo es vital, hay que cuidarlo, que se sienta implicado y motivarlo con buenas condiciones. H

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