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“Los papeles han de ser siempre para todos aquellos que se los merezcan”

Entrevista con Walter Vivanco Torres, presidente de la Unión de Asociaciones de Ecuatorianos de Andalucía.

el 10 ene 2014 / 23:30 h.

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Walter Vivanco Torres. Walter Vivanco Torres.

En su país, Ecuador, Walter Vivanco Torres, fue lo que quiso ser: periodista. De repente, asomando el nuevo milenio, el país andino padeció una hiperinflación tan elevada que disparó el precio de los productos de primera necesidad, hundió los salarios y empobreció aún más a una población que ya entonces padecía unas duras condiciones de vida. Fue entonces cuando decidió probar suerte en Sevilla, donde hoy es el presidente de la Unión de Federaciones de Ecuatorianos de Andalucía y director de Integración Radio. Su camino, lleno de obstáculos, es fiel retrato del migrante.

–Aparcó el periodismo, cruzó el Atlántico y comenzó su nueva vida vendiendo churros... –No fue nada fácil pero tuve que adaptarme al ver cómo las puertas para trabajar como periodista estaban cerradas. Estuve en una churrerría, trabajé en el servicio doméstico en un cortijo, fui fumigador, camionero, recogí la fresa y repartí publicidad. Y más cosas. Tuvieron que pasar seis años hasta que fundé de la manera más modesta posible Integración Radio, una manera de volver a mis orígenes como periodista y de ayudar a la comunidad migrante.

–Por el camino también creó la primera Asociación de Ecuatorianos. ¿Qué le motivó a ello? –La certeza de que organizándonos podíamos reivindicar cosas positivas para los ecuatorianos que aquí estábamos. La fundamos en 2003 y jugamos un papel muy importante en el último proceso de regularización llevado a cabo durante el Gobierno de Zapatero.

–¿Siempre papeles para todos? –Para todos aquellos que se los merezcan. Lo otro, ‘papeles para todos’, está bien como eslogan, pero no sería justo ni apropiado. Ahora bien, ¿quiénes se los merecen? Esto ha de determinarse a través de unos requisitos que han de ser razonables.

–¿Cuál cree que ha sido el mayor éxito de su organización? –Haber ayudado mucho a la integración de la comunidad y haber defendido con intenso ahínco la regularización. En un principio se planteó que el arraigo social sólo se podía solicitar tras cinco años, nosotros pedimos que fuese con dos, finalmente la cosa quedó en tres años. También hemos apostado por hacer visible a la comunidad, por darnos a conocer a Sevilla mediante múltiples actos culturales y sociales.

–¿Cómo les está tratando el actual Gobierno del país? –El PP ha montado una especie de persecución. Buscan que desaparezcamos de España y la gente, a pie de calle, siente que rápidamente se la criminaliza. Ahora mismo por ejemplo hay una campaña muy férrea por la que se exige la documentación a todos los inmigrantes. Al más mínimo fallo, ¡zas! comienza un proceso que puede desembocar en que te expulsen del país.

–Sin embargo del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, también del PP, no tiene quejas... –Esto es muy curioso porque con el anterior gobierno local (PSOE-IU)existió incluso un departamento que, teóricamente, estaba a nuestra disposición y que nunca hizo gran cosa. Se nos negó por ejemplo hasta la posibilidad de organizar un pasacalle. Zoido nos lo ha aprobado y hay peticiones puntuales que se le han hecho y han sido atendidas. Esto no impide que sienta cierto recelo hacia el partido que representa pero me parece justo hacerlo constar. Creo, en todo caso, que la mano dura hacia el migrante es una orden que viene de muy arriba.

–¿Alguna vez le han defraudado sus compatriotas que residen aquí? –Algunas veces, sí, claro. Pero no sería justo entrar en generalizaciones. Siempre he estado ligado a las necesidades de la gente y, desde mi modesto lugar, mi mano está tendida a todos.

–Habla de la integración en la sociedad que les acoge pero, pese a todo, es fácil observar una cierta distancia de ambas comunidades. Empezando por sus apartados lugares de ocio... –Años atrás siempre me lamentaba de que nuestros espacios de ocio estuvieran tan apartados que parecían auténticos ghettos. Parcialmente la cosa ha cambiado y cada vez es más normal ver a sevillanos que vienen a divertirse con nosotros. Pero nuestros locales continúan estando en el extrarradio, esto es así porque para un empresario latino es literalmente imposible permitirse pagar la licencia para abrir un bar o una discoteca en un sitio céntrico.

–Su país se conoce poco y, encima, tienden a confundir a su población con la peruana... –[risas] Así es y, ¡sí!, siempre nos comparan con Perú. Ellos tienen mucha más publicidad y un Machu Picchu que les pone inmediatamente en el mapa. Hace falta una promoción turística gigante de un país tan bello como Ecuador. A nuestro presidente actual, Rafael Correa, le pediría que, en vez de la Secretaría del Migrante que ha inventado, invirtiera ese dinero en turismo. Nos vendría mucho mejor a todos.

–¿Ha llegado a sentirse tan español como ecuatoriano? –No sabría qué contestarle a eso. Le diré y a lo mejor le sirve como respuesta que no me iría de Sevilla bajo ningún concepto. La célebre canción tiene razón, tiene algo especial.

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