Economía

Montoro arremete contra la fusión de Unicaja y CCM

Fusiones de cajas interregionales sí, "matrimonios de conveniencia" no. Intervención pública para sanear una entidad si es necesaria sí, pero hay que pedir responsabilidades al Banco de España y al Gobierno. La unión de Unicaja y Caja Castilla-La Mancha crea, para Cristóbal Montoro, el "mayor problema financiero de España". Foto: J.M.Cabello.

el 15 sep 2009 / 23:33 h.

I. Campanario / J. Rubio

Fusiones de cajas interregionales sí, "matrimonios de conveniencia" no. Intervención pública para sanear una entidad si es necesaria sí, pero hay que pedir responsabilidades al Banco de España y al Gobierno. La unión de Unicaja y Caja Castilla-La Mancha crea, para Cristóbal Montoro, el "mayor problema financiero de España".

A todas las crisis en vigor (económica, financiera, laboral, de confianza...), hay que sumar otra, la bancaria. Y su primera manifestación tiene nombre propio, Caja Castilla-La Mancha (CCM). Cristóbal Montoro, portavoz de Economía del PP, consideró ayer que se trata del primer problema de "insolvencia" que se produce en España y arremetió contra el único movimiento concretado hasta la fecha para reorganizar el mapa nacional del sector financiero, el protagonizado por Unicaja y CCM, porque, a su juicio, la unión de una y otra no suma, sino que resta.

Montoro, que participó en Sevilla en una nueva edición del ciclo de conferencias Los Diálogos de El Correo bajo el patrocinio de Cajasol, consideró que el proceso por el que la malagueña absorberá a la conquense creará "el mayor problema financiero de España" y no la quinta caja de ahorros española, puesto que ocupará en el ranking nacional al agregar sus balances. Y lo dijo entre risas.

El portavoz en materia económica de los populares aclaró, no obstante, que está a favor de las fusiones entre entidades de distintas comunidades autónomas siempre y cuando tengan interés económico y sean cajas "sólidas". Que se haga vía subasta, incluso abogó, una vez que el Banco de España sanee la entidad correspondiente.

En el caso de Unicaja-CCM no le gusta porque, en su opinión, se trata de un "matrimonio de conveniencia", en el que CCM es una novia que llega "cargada de deudas hasta las cejas" y Unicaja el novio "que se acerca temeroso para que no le contamine". Prefiere, por contra, optar por la intervención pública en una entidad si así fuera necesario. Repite, y así lo recordó, la postura que defendiera en su día en el caso Banesto, tomado por el Banco de España tras descubrirse un agujero millonario.

Circunstancias, no obstante, por las que hay que pagar un precio. Así, las responsabilidades hay que exigirlas -dijo- tanto al Banco de España por su papel de supervisor del sistema financiero, como al Gobierno, al que criticó por que el dinero que habrá que utilizar en sanear el balance de CCM -y que llegará vía Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que aportan bancos y cajas, no es pues, público-"no se puede buscar de despacho en despacho" [en velada alusión a los partidos políticos].

La reconversión del sector financiero es "inevitable", aconsejó, entre otras cosas porque se suman varios factores adversos. De un lado, la devolución del dinero que las entidades financieras compraron en el mercado internacional -cuyo grifo también se ha cerrado- para financiar el generoso ritmo de préstamos de los últimos años, a lo que añadir el elevado e imparable aumento de la morosidad, lo que está haciendo mella en sus balances. "Pero esto [proceso de reconversión] ha empezado fatal", en alusión a la primera integración de Unicaja y CCM.

En este asunto, dos han sido los discursos mantenidos por el PP, el de andaluces y castellanomanchegos, aunque Montoro quiso incidir en que no hay disonancia alguna. "El PP-A ha dicho que se puede hacer con condiciones de saneamiento de CCM y con transparencia", precisó, aunque no aludió al apoyo sin fisuras de los populares de ambos consejos de administración.

Montoro justificó el respaldo al fondo de compra de activos sanos de la banca, con objeto de ayudar a la fluidez del crédito, pero no para "salvar la cara ni las vergüenzas de nadie". Ahondó en que siempre "vamos a apoyar todos los instrumentos para fortalecer el sistema financiero porque sin él, no existiríamos ninguno".

Y, sobre la posibilidad de que se establezca una figura de supervisión impuesta por el Gobierno en el seno de las entidades, se mostró completamente contrario, ya que supondría un ejercicio directo de injerencia política, dijo, si bien consideró que la situación que atraviesa Caja Madrid, con el cambio de la ley de cajas operado por Esperanza Aguirre, es "completamente distinta".

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