Feria de Abril

Nacidos en... pero residentes en el Real

Que la Feria de Sevilla es una fiesta universal es algo que nadie discute a estas alturas de la semana.

el 18 abr 2013 / 21:29 h.

Andrea Herrera, Laura Peña, Yolanda Puerta y Marta Vicario. Andrea Herrera, Laura Peña, Yolanda Puerta y Marta Vicario.   (FOTOGALERÍA COMPLETA)   Que la Feria de Sevilla es una fiesta universal es algo que nadie discute a estas alturas de la semana. Sólo basta con darse un paseo por las calles del Real para descubrir que la procedencia es lo de menos si se trata de vivir con alegría estos días del gozo feriante. El acento, el compás y hasta el vestir son signos inequívocos de aquellos que llegados desde los lugares más recónditos no dudan en cruzar la portada para buscar en las casetas ese ambiente que sólo habían visto en televisión.   Al final poco tiene que ver de dónde se venga para disfrutar al máximo de la Feria. Ni la ciudad, ni los barrios, porque a la hora de la verdad todo el mundo alza su copa y brinda sin mirar quien se sentó a su lado. Como aquello de que los de Bilbao nacen donde quieren, en Sevilla cada vez queda más claro que son los feriantes los que vienen a nacer donde buenamente pueden para acabar sucumbiendo a las maravillas del Real. Andrea, Laura, Yolanda y Marta son un buen ejemplo de esta universalidad. A ellas no les ha dolido en prenda cruzarse media España desde Burgos para vestir su traje de flamenca y disfrutar hasta ayer jueves del Real. Ni el calor -otra vez protagonista- ni el falso mito de que esta fiesta es sólo para la gente de Sevilla lograron atenuar sus ganas.   Las de ellas y las de los cientos de sevillanos que una jornada más llenaban las casetas para disfrutar de una Feria de día cada vez más luminosa. Eso sí, lo que el miércoles eran auténticos ríos de personas este jueves se convirtieron en un goteo que llenaba el Real poquito a poco en torno al mediodía. Y es que aunque avancen las jornadas las ganas de Feria parece que van cada día a más. Lo deja claro ese barómetro hispalense que no ofrece el Ayuntamiento y que sólo pueden conocer los que se llenan los pies de albero: un ambiente único que irradia vida, alegría y sevillanas al compás.  

  • 1