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Padres no creen un problema consumo de alcohol moderado y vinculado al ocio

Así se desprende de un estudio elaborado por la Escuela Andaluza de Salud Pública, con sede en Granada, sobre el posicionamiento de padres y madres de entre 30 y 55 años.

el 27 mar 2010 / 11:18 h.

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Los padres de adolescentes no consideran un problema el consumo de alcohol de sus hijos siempre que sea moderado y relacionado con el ocio, pero responsabilizan en parte a las instituciones de la desinformación, las escasas alternativas de ocio juvenil y de no asegurar el cumplimiento de las normas.

Así se desprende de un estudio elaborado por la Escuela Andaluza de Salud Pública, con sede en Granada, sobre el posicionamiento de padres y madres de entre 30 y 55 años ante el consumo de alcohol en menores de 12 a 17 años en el ámbito urbano de seis comunidades autónomas (Andalucía, Madrid, Baleares, Cataluña, Navarra y Valencia).

El estudio, publicado en la revista "Gaceta sanitaria", también revela que mientras los padres se inclinan más por la autoridad, la prohibición y el control a la hora de frenar el consumo, las madres son más partidarias de la vía educativa y la comunicación con sus hijos.

En lo que ambos coinciden es en considerar que el consumo de alcohol está extendido y aceptado socialmente, lo que atribuyen fundamentalmente a la falta de autoridad y la indiferencia de progenitores y profesores, y a la vinculación de este fenómeno social con el ocio, según el estudio, al que ha tenido acceso EFE.

A las instituciones públicas, especialmente las locales, las consideran responsables de la falta de información y de alternativas de ocio para los adolescentes, que se inician en el consumo a los 12 ó 13 años y beben alcohol con cierta frecuencia -principalmente los fines de semana- en más del 70% de los casos, según los últimos estudios sobre la materia, a los que alude la investigación.

De entre las medidas existentes, las que mejor aceptación tienen entre los progenitores son las preventivas (prohibir la venta y la publicidad de alcohol), la notificación a los padres cuando el adolescente acude ebrio a los servicios sanitarios y las sanciones educativas -no las económicas-.

No obstante, consideran en general el cumplimiento de las normativas vigentes "muy deficiente", y sospechan incluso de cierto grado de connivencia por parte de las administraciones en cuanto a la accesibilidad del alcohol para los menores.

La que sí consideran aceptable en la mayoría de los casos es la labor desarrollada por los profesores.

En general, los padres tienen conciencia del consumo de alcohol en sus hijos pero tienden a normalizar el problema, concluye el estudio, elaborado con el objetivo de conocer el discurso social predominante entre los padres y madres de adolescentes de zonas urbanas sobre el consumo de alcohol de sus hijos.

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