Tres meses, doce jornadas de Liga y cinco puntos de desventaja. Esto son los números del nuevo y único reto del Sevilla hasta el final de la temporada, alcanzar la cuarta plaza y volver a clasificarse para una Liga de Campeones que aún está en la memoria tras la impactante decepción del martes.
Es imposible borrar al Fenerbahçe de la memoria colectiva del sevillismo de un plumazo, ni de la memoria del sevillismo ni de la memoria de la plantilla, que sufrió un duro varapalo con la eliminación de la Liga de Campeones. Pero las decepciones hay que aceptarlas, asumirlas y superarlas. Si bien es cierto que Manolo Jiménez no dio muestras ayer aún de lo primero, todo será más fácil con la ayuda de una victoria que, además de balsámica, es ante todo necesaria e imprescindible. Porque aunque el conjunto hispalense se ha quedado ya con la Liga como único objetivo no hay que olvidar que la clasificación para la Liga de Campeones es el principal desde que el balón comenzó a correr allá por el mes de agosto. Es lo único que tienen y deben tener en mente en el vestuario nervionense, aunque las obsesiones absurdas y el habitual mercadeo futbolístico puedan interferir en ello.
Desde luego, el calendario no ha podido ser más benévolo para darle la oportunidad al Sevilla de redimirse de la desilusión de la máxima competición europea. Le ha puesto en suerte al colista y en el Sánchez Pizjuán, y en domingo a las cinco de la tarde, cosa desgraciadamente poco habitual en los últimos meses. Aun con depresión postchampions, el Sevilla no debe tener mayores problemas para superar a un conjunto granota con un pie y medio en la división de plata. Es verdad que el equipo en el que milita el querido ex sevillista David Castedo ha cambiado su faz en las últimas jornadas, que ha mejorado y que da algún disgusto a algunos equipos cuando menos se lo esperan. Igual de cierto que la necesidad del equipo nervionense de solventar el encuentro de hoy por la vía más rápida posible, sin dar lugar ni siquiera a la duda y cortar de raíz la tendencia negativa que ha vuelto en apenas cuatro días y con dos derrotas muy dolorosas, la primera en Riazor y la segunda en la Champions.
En lo meramente deportivo el encuentro ante el conjunto turco también ha dejado alguna secuela, porque ni Escudé ni Renato estarán presentes en el choque de hoy debido a molestias físicas. También han arrastrado problemas durante los últimos días Maresca y Dragutinovic, que por el contrario sí entraron ayer en la lista facilitada por Jiménez. La zaga, por tanto, una jornada más sufrirá cambios. Será, también una jornada más, la línea que concite la mayor atención, sobre todo tras los costosos fallos ante el Fenerbahçe. Lolo y Fazio también están en la convocatoria, aunque en principio la titularidad irá a parar a Mosquera y Drago.
Por lo demás, no se esperan más cambios, aunque sí reacciones. La de Luis Fabiano tras su enfado con Jiménez por la sustitución del martes y el coqueteo con el Madrid, la de Poulsen tras los comentarios tras su futuro, incluso la de la afición, pero principalmente la del equipo, que es la clave. Ganar al Levante es imprescindible, sí o sí.
