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¿Qué hay en la Encarnación?

el 26 mar 2011 / 20:19 h.

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El museo del Antiquarium, en el subsuelo de la Encarnación, mostrará vestigios romanos y almohades. Se invirtieron en él ocho años de excavaciones arqueológicas que costaron ocho millones de euros, más otros cinco para convertir el recinto en un museo. En sus casi 5.000 metros cuadrados se hallan tres espacios diferentes: un paseo arqueológico de unos 550 metros cuadrados, la sala arqueológica con los restos (3.300 metros cuadrados) y la zona multiusos. Las exposiciones temporales se harán en esta zona y la primera de ellas, según el Ayuntamiento, será la del Tesoro del Carambolo, aunque el traslado de sus 21 joyas de oro no será hasta mediados de abril. Mosaicos, restos de una casa y de una fábrica de lámparas de aceite serán las estrellas de la cripta, incluida en el proyecto turístico Cardo, que lo une con el Alcázar.

 

El nuevo mercado de la Encarnación, en el que se han invertido 4,4 millones de euros, cuenta con 39 puestos con 19,23 metros cuadrados cada uno de superficie útil (en un principio se preveían sólo 16 metros cuadrados, pero la optimización del espacio ha permitido ampliar la superficie de los puestos). Está situado en el nivel 0 del proyecto, junto con los locales comerciales.
La plaza de abastos, la más moderna de la ciudad según el Ayuntamiento, cuenta con zona de carga y descarga, vestuarios, aseos, almacenaje y extracción de basuras, cámaras frigoríficas independientes y espacio para almacén. Eso sí, la instalación de los industriales fue lenta y compleja, ante los cambios que se tuvieron que hacer en el proyecto del alemán Jürgen Mayer. Fue la primera zona de la Encarnación en abrirse al público, en diciembre de 2010. 

 

En la primera planta del Metropol Parasol se encuentra la Plaza Mayor, un recinto con 3.000 metros cuadrados que permite usos múltiples: conciertos, eventos culturales... Durante el día está previsto que el agua favorezca el microclima, para convertirse durante la noche, por medio de instalaciones técnicas integradas en su superficie, en un cielo artificial que da pie para escenarios de luz y sonido. Se accede a esta plaza pública por amplias escaleras y rampas. Es una de las zonas menos conocidas del proyecto del alemán Jürgen Mayer porque toda esta plaza ha estada ocupada por los andamios de los dos parasoles centrales, de ahí que muy pocas personas hayan podido pisarla. La empresa concesionaria y constructora, Sacyr, ya manifestó que varias empresas están interesadas en instalar en la Plaza Mayor establecimientos de restauración, cafeterías o heladerías con veladores.  

 

Mirador y restaurante. A más de 30 metros de altura, el mirador de las setas será una de las mayores atracciones del Centro. A esa altura se sitúa un restaurante y un balcón panorámico a través del que se podrá pasear por encima de su estructura. Los sevillanos podrán subir gratis hasta la nueva atalaya, pero los turistas no. Eso sí, nadie tendrá que pagar para entrar en el restaurante, rodeado por una pasarela abierta también al público. Se podrá, ademas, pasar sobre las setas. Sólo no se podrá pisar la más cercana a Puente y Pellón, ya que el puente sobre Imagen sólo será transitable, por motivos de seguridad, en visitas organizadas de forma especial. En el restaurante de la parte alta sólo podrán estar, como máximo, unas 300 personas. Por ahora, las visitas a la parte alta se realizarán de forma organizada, puesto que el Consistorio quiere garantizar la firmeza de la estructura de los parasoles.

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