O. G./ F. V.
La capital hispalense vuelve a caer de los 700.000 habitantes y según la última revisión del censo, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 28 de diciembre de 2007, cuenta con 699.145 habitantes, 5.269 menos de los que tenía en el padrón anterior. Es más que una barrera psicológica: supondrá la pérdida de inversiones estatales.
Se trata de la menor cifra de población registrada por Sevilla desde 1996, cuando registró 697.487 vecinos, mientras que en el censo de 2003 obtuvo sus mejores resultados con 709.975 habitantes. La actualización del INE es el dato oficial de población en España, aunque cada municipio hace luego sus cuentas y, casualidad, siempre les salen mejores datos que a los funcionarios de Estadística.
Los habitantes que pierde Sevilla se van a vivir principalmente a la periferia del área metropolitana atraídos por los precios más económicos en la vivienda. De hecho, la corona creció en 17.032 habitantes, al pasar de 734.037 a 751.069 empadronados, lo que representa un 2,32% más, un incremento por encima de la media de crecimiento de la provincia, cifrada en 0,77%. En este sentido, fue la periferia de la Gran Sevilla la que equilibró la caída de la población en la provincia.
De esta tendencia se benefician especialmente municipios como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada, La Algaba y algunos de la segunda corona del Aljarafe, con el caso de Espartinas como mayor exponente de la explosión demográfica -igual que ocurrió en la anterior revisión- al experimentar una subida del 14,25% y precisamente cubrir otro hito al pasar a integrar el club de los municipios de más de 10.000 habitantes, con un total de 10.485 residentes.
En cambio, otro de los datos destacados del nuevo padrón y también dentro de la Gran Sevilla es la pérdida de habitantes en San Juan de Aznalfarache, que vuelve a ponerse por debajo de los 20.000 vecinos, con 19.943, un 0,88% menos. Es uno de los pocos municipios metropolitanos que pierde población, junto con Camas, Carrión de los Céspedes y Castilleja del Campo, todos ellos en la comarca del Aljarafe.
En el conjunto de España, no fue Sevilla de las capitales que más población perdió porcentualmente (un -0,75%), sino que delante se situaron Salamanca (-2,40%), Cádiz (-1,54%), León (-1,41%) Valladolid (-1,06%), Ourense (-0,88%), Logroño (-0,88%) y Valencia (-0,95%). En términos absolutos fue la tercera capital de provincia del país que más población perdió, por detrás de Barcelona, que bajó un -0,65% con 10.492 habitantes menos censados, y Valencia, con una pérdida de peso cifrada en 7.650 vecinos menos. En total fueron 16 las capitales de provincia las que perdieron población.
De hecho, Valencia, la ciudad que pugna por desbancar Sevilla, y según los pronósticos municipales lo hará en 2010, también se descolgó de otra cifra redonda, la de los 800.000 habitantes: pasa de 805.304 a 797.654. Por contra, Zaragoza sigue en su carrera ascendente y roza ya las cifras de la capital hispalense. Es más, ganó prácticamente los mismos habitantes que perdió Sevilla, al pasar de los 549.181 del anterior censo a 654.390 en el último, es decir, 5.209 vecinos más en su padrón.
