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"Si nos proponen elaborar un licor de potaje y resulta agradable lo hacemos"

el 16 feb 2013 / 21:17 h.

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Ricardo Gómez posa en el interior de su fábrica de Anís Rigo de Fuentes de Andalucía.

Ricardo y Camilo Gómez son la tercera generación de Anís Rigo, una empresa familiar que nació en 1947 en el municipio sevillano de Fuentes de Andalucía, que con el paso de los años se ha ido adaptando a los vaivenes de los gustos del consumidor introduciendo nuevas bebidas. Su máxima es innovar para sobrevivir.

-¿Cómo le surgió a su abuelo la idea de crear la empresa?

-Él era comercial de vinos, coñac, vinagre y anís. Los compraba en la Sierra Norte y decidió emprender esta aventura porque decía que si otros lo podían hacer él también era capaz. Compró un alambique a una fábrica ya cerrada de Montellano, el cupo de azúcar y de alcohol y a partir de ahí comenzó a producir anís. Al año siguiente adquirió otro alambique y llegó a cuadruplicar su producción. En sus orígenes la empresa se llamaba Anís Las Calderas, pero cuando en 1951 intentó registrar la marca se lo denegaron y entonces utilizó las tres primeras sílabas de su nombre -Ricardo Gómez García- Rigogar para denominar a la empresa.

-¿En sus orígenes sólo producían anís?

-Se empezó con el anís de distinta graduación, seco y dulce, pero luego se fueron elaborado otras muchas bebidas, como coñac. Ya en 1954 se produjo la primera partida de ginebra y en los 60 se comenzó a hacer licores. Luego en la segunda generación, con mi padre y mi tío, hubo un parón, se centraron más en el anís, porque también se consumía más que ahora. Ya cuando nosotros nos pusimos al frente de la empresa, con el anís en decadencia, comenzamos a elaborar otros productos como licores de varios sabores, sin alcohol, pacharán y licor de guinda, entre otros.

-Entonces para sobrevivir se han tenido que ir adecuando a las nuevas modas.

-Por su puesto. En 2004 nos mudamos a la nueva sede, porque la fábrica en la que estábamos era un lugar que no estaba bien acondicionado. Además, según los gustos de cada época, hemos ido adaptando nuestras especialidades.

-¿Cuáles son los productos más novedosos?

-Este año hemos recuperado la elaboración de ginebra, que ahora está tan de moda, aunque antes se utilizaba como purgante. Además, es la única que se produce en Sevilla. Se llama 1947, la fecha en la que mi abuelo fundó la empresa, y la hacemos de tres sabores: mora y frambuesa, de naranja y la normal. Estas dos últimas las elaboramos con cítricos de Sevilla. De las tres, la que más éxito está teniendo es la de mora y frambuesa, quizás por su color azul. También hemos sacado al mercado una crema de regaliz, hecha con productos totalmente naturales a partir del regaliz de Zara; y un ron miel, que lo fabricamos con miel de Castilblanco de los Arroyos. De hecho, la idea surgió de los apicultores que nos propusieron la idea. Ellos ponen la miel y nosotros el ron.

-¿Tienen en mente lanzar nuevos productos?

-Estamos abiertos a cualquier propuesta como ha ocurrido con el ron con miel. Si me proponen hacer un licor de potaje y resulta agradable lo elaboramos. Hay que ir con los tiempos.

-Con la gran variedad de productos que tienen en el mercado. ¿Cuál es su volumen de ventas hoy en día?

-Somos una empresa pequeña, donde sólo trabajamos mi hermano y yo, por lo que el año pasado entre todos los productos vendimos unos 30.000 litros. Es una tirada bajísima. 1968 fue el mejor año cuando se vendieron 120.000 litros.

-¿Su problema también se puede deber a los canales de distribución?

-Por su puesto, porque los distribuidores no apuestan por las pequeñas empresas, a pesar de que nuestra fábrica está a 35 minutos de Sevilla. Nuestras ventas se realizan fundamentalmente en la comarca; aunque si reclaman nuestros productos fuera, nosotros estamos dispuestos a enviarlos.

-Un handicap puede ser que el precio de sus bebidas sea más elevado que el de firmas más conocidas ....

-Nuestros licores son de la máxima calidad y apostamos por utilizar productos de Sevilla para su elaboración, siempre que sea posible. Hacemos buenos productos, pero por ello su precio no es más elevado que el de firmas cuya producción no es tan artesanal como la nuestra. Tenemos precios de mercado, pero lo que no podemos es malvender.

-Una curiosidad de su empresa es que la fábrica se visita como las bodegas de La Rioja. ¿Cómo surgió la idea?

-Las visitas guiadas se iniciaron en 2006. Nos las solicitan y nosotros enseñamos la casa, explicamos su historia e incluso damos una cata de nuestros productos y todo gratis, no como ocurre en La Rioja. La visita no exige que se tenga que comprar alguno de nuestros productos, pero la mayoría de la gente finalmente termina adquiriendo algún licor, porque como ya he dicho todas nuestras bebidas son de primerísima calidad.

-Ustedes pertenecen a la Asociación de Vinos y Licores de la Provincia. ¿Les ha beneficiado estar en esta organización?

-Para nosotros es algo muy positivo, porque la asociación se está moviendo mucho y todo lo que suponga que te nombren te beneficia, porque es una forma de darte a conocer en otros lugares.

-Las ferias también son un buen escaparate. ¿Participan en alguna de ellas?

-Sí. Este año nos ha ido muy bien. Hemos llevado nuestra ginebra y el público ha mostrado mucho interés por ella. La iniciativa de la Diputación de montar una muestra en su patio y que, además, sea totalmente gratis, sin tener que pagar nada por estar presente en ella, nos ayuda mucho. Es una publicidad que no está pagada. Nuestra empresa no tiene medios para poder sufragar campañas de promoción, por lo que todas estas ferias que se hacen sin que nos cueste dinero nos viene muy bien para poder dar a conocer los productos que elaboramos y que, además, son de gran calidad.

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