El Betis regresó de un campo de Soria, que no tiene nada que ver con los campos de Soria que describió Antonio Machado, y lo hizo con la dignidad bajo mínimos y la credibilidad de su entrenador más fría que la nieve que cayó ayer en muchos pueblos de Sevilla. Antonio Tapia está más fuera que dentro del banquillo y sólo falta que Manuel Ruiz de Lopera se decida a dar el paso y por supuesto encuentre un sustituto para el cordobés, aunque el mercado es más complicado de lo que pueda parecer: hay mucho técnico en el paro, pero el Betis está en Segunda, la misión es arriesgada y el coste, desde la perspectiva del club, debería ser lo menos gravoso posible.
El caso es que Tapia retornó de tierras castellano-leonesas como entrenador del Betis y piensa seguir así. "Estoy centrado totalmente en mi trabajo y voy a trabajar a muerte para que el equipo entre en una dinámica ganadora", dijo. El mensaje no convence a casi nadie en su entorno en el club, porque casi nadie (o nadie) se explica por qué la Real y el Hércules tienen doce puntos más que el Betis, o qué futbolistas tienen el Numancia, el Huesca o el Real Unión para jugar mejor que el Betis, o por qué una plantilla con tantos nombres de Primera deambulan fuera de la zona de ascenso.
Llegados a este punto en el Betis, el baile de nombres es imparable. El primero y más potente es el de Juande Ramos, que ya anteayer aclaró que "no hay nada", aunque eso no tiene por qué descartarlo. Luego están los dos nombres de casi siempre, porque son dos entrenadores que acabaron muy bien con Lopera: Víctor Fernández, ahora comentarista radiofónico y televisivo, y Fernando Vázquez, que casualmente es el último entrenador destituido por el Betis en Segunda. La nómina alcanza a más nombres, como Gabriel Humberto Calderón, que estaría encantado de volver a Heliópolis pero tiene contrato en vigor con los árabes del Al-Ittihad, e incluso Michael Laudrup, al que algún internauta aseguró haber visto ayer en el AVE. "Es mentira, no hay nada de nada", aclaraba su agente, Bayram Tutumlu.
Y EL ASCENSO, A CINCO PUNTOS. Rumorología aparte, el Betis sigue alejándose de la zona de ascenso poco a poco. Si su desventaja respecto al tercer clasificado, el Cartagena, era de tres puntos antes del viaje a Soria, ahora es de cinco pero respecto al Numancia, que hereda la tercera plaza gracias a la derrota de los murcianos en el campo del Hércules (2-0). El equipo alicantino, que continúa como líder, y la Real Sociedad, segunda, ya aventajan al Betis en doce puntos. Casi nada. Los verdiblancos, al menos, no pierden ninguna posición en la tabla y se mantienen séptimos, pero sólo porque el Salamanca aplazó su choque contra el Castellón, colista, por la nieve. El Rayo, quinto, tampoco jugó.
