La Policía detuvo ayer a 13 personas por el asalto a un furgón cargado de joyas y relojes por valor de casi cuatro millones de euros, robo en el que se utilizó un coche implicado días antes en el atraco a un establecimiento de IKEA. Las detenciones se produjeron en ocho domicilios de Madrid y varios municipios del área metropolitana, donde los agentes recuperaron gran parte del botín y se incautaron de armas de fuego, según informaron en rueda de prensa el jefe superior de Policía de Madrid, Enrique Barón, y la delegada del Gobierno en esta Comunidad, Soledad Mestre.
El asalto se produjo en el municipio de Coslada el pasado 17 de diciembre cuando los delincuentes interceptaron el furgón con un BMW negro, el mismo automóvil, según pudo comprobar la Policía, que utilizaron días antes para darse a la fuga los atracadores de la tienda de muebles IKEA, en el Ensanche de Vallecas.
Tras interceptar el furgón los atracadores secuestraron al conductor y al copiloto y dejaron abandonados los automóviles en un descampado, donde fueron hallados dos días después. La investigación sigue abierta y no se descarta que se produzcan más detenciones en los próximos días, pues el caso podría estar relacionado con otros robos ocurridos en el mes de diciembre.
Según Barón, la investigación y los registros de los domicilios han sido "muy dificultosos" por los amplísimos historiales delictivos de los presuntos atracadores, que han sido, dijo, "muy cautos" tanto en los desplazamientos como en la venta de los artículos, y alguno "no ha dormido más de un día" en el mismo lugar. En este sentido el jefe superior de Policía de Madrid informó de que el presunto cabecilla de la banda se había fugado de la cárcel aprovechando un permiso penitenciario y estaba en búsqueda y captura. La Policía se ha incautado, además de gran parte de las joyas y relojes robados, de armas de fuego y armas simuladas, y de abundante munición.
