La Familia Real cumplió ayer con una apretadísima agenda en Andalucía. Mientras los Príncipes se trasladaron a San Fernando (Cádiz) para rememorar la constitución de las Cortes Generales, la Reina Doña Sofía pasó el día en Córdoba, donde recogió un premio por su labor humanitaria y, de paso, bautizó en Rute a un burro en peligro de extinción.
En la localidad gaditana, los edificios constitucionales abrieron sus puertas, un desfile militar recorrió la arteria principal de la ciudad y en el Teatro de las Cortes -la misma sede que acogió desde el 24 de septiembre de 1810 hasta el 20 de febrero de 1811 a los diputados doceañistas- se celebró un acto institucional para conmemorar el 198 aniversario de la constitución de las Cortes.
En la ceremonia, presidida por Don Felipe y Doña Leticia, se hizo entrega a la ciudad de Madrid del premio Cortes de la Real Isla de León para reconocer la labor de aquéllos que participaron en el alzamiento popular contra las tropas francesas el 2 de mayo de 1808. El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, hizo hincapié en la aportación de este episodio en "el desarrollo de los levantamientos populares que precedieron al proceso constituyente de 1812".
La vinculación existente a principios del siglo XIX entre Madrid y San Fernando también estuvo presente en el discurso del príncipe Felipe, quien subrayó el papel histórico de estas ciudades en la conquista de las libertades plasmadas en la primera Constitución liberal, que se firmó en la capital gaditana en 1812. "Fueron pilares de la libertad y la soberanía frente al invasor así como del inicio de la constitución de la España constitucional con unas Cortes Generales. Por ello Madrid y San Fernando representan dos expresiones de la misma voluntad popular de sentimientos colectivos articulados con tesón y esfuerzo por y en nombre de toda la Nación", señaló.
Mientras, en Córdoba, Doña Sofía recogía el Premio Extraordinario Averroes de Oro Ciudad de Córdoba 2008 a la Concordia por su labor "inquebrantable e ininterrumpida en beneficio de la humanidad". La Reina mostró su satisfacción por "volver a esta milenaria y tan querida ciudad" y dijo sentirse "especialmente honrada" por recibir un premio con el que se identifica "plenamente con sus nobles objetivos de fomento de la solidaridad entre los pueblos".
La Reina destacó la "formidable figura" en la que se inspiran los Premios, el intelectual cordobés Averrores, ya que abarcó todos los campos del saber y "tiene dignos sucesores en aquellos, como él, buscan la verdad y el conocimiento, en beneficio de la humanidad". Por ello, invitó a los galardonados a que "sigan perseverando con ilusión y esperanza en tan noble y generosa tarea".
Sin embargo, la estampa más curiosa la protagonizó en Rute, donde bautizó a Lluvia, un burro de raza andaluza que se encuentra en peligro de extinción. Doña Sofía, que hace ocho años no pudo visitar la fundación Casa del Burro por las inclemencias del tiempo, se mostró muy cariñosa con estos animales y con sus cuidadores.
Tras visitar una pequeña exposición al aire libre de un artista local que se ha inspirado en los asnos del lugar y cuyos lienzos están elaborados por los propios animales, la Reina pudo acercarse a los burros, a los que acarició y se interesó por su desarrollo.
