Un grupo de supuestos miembros de un cartel de la droga mexicano liberaron ayer a 59 presos del penal de Zacatecas, al norte del país. El grupo apareció con 15 vehículos y un helicóptero, y sus miembros, disfrazados de policías federales, dijeron que estaban allí para proceder a un traslado de prisioneros.
Por otra parte, cinco personas fueron asesinadas ayer, dos de ellas decapitadas, en cuatro sucesos distintos ocurridos en el norteño estado mexicano de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos, según informaron las autoridades locales. El caso más grave ocurrió de madrugada en el Valle de Juárez, donde fueron localizados cerca del cruce internacional fronterizo Caseta-Fabens dos personas decapitadas, dijo a Efe una portavoz de la subprocuraduría de Justicia del Estado en la zona norte.
Ambos cuerpos fueron hallados con las cabezas seccionadas, y junto a ellos había un mensaje, al parecer atribuido a grupos de narcotraficantes, cuyo contenido no se ha divulgado. En Ciudad Juárez, población fronteriza con El Paso (Texas, EEUU), el cadáver de un hombre fue hallado con impactos de bala en el rostro y en la cabeza, informó la Policía. Otras dos muertes se registraron en Chihuahua, capital del estado del mismo nombre, en el que una mujer fue localizada sin vida en el maletero de un vehículo estacionado frente a su domicilio en el este de la ciudad.
Además, un hombre fue asesinado a tiros cuando intentaba huir de sus agresores a pocos metros de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en Chihuahua, donde al parecer trataba de refugiarse. Estas muertes se suman a la ola de violencia que afecta al país, que ha provocado 2.397 asesinatos en lo que va de año.
