Un gol de Caffa cuando el partido encaraba su recta final (77’) vino a premiar el mayor tesón de los béticos por hacerse con el triunfo y sirvió para aplacar el conflicto bético que hoy en día se vive por Heliópolis, con una afición que mayoritariamente le dio la espalda al equipo al inicio del partido y que acabó despidiendo con aplausos a los jugadores después de que estos lograran dejar los tres puntos en casa, casi dos meses después de la última victoria cosechada aquí.
A tal estado de crispación han llegado las cosas que ayer apenas había 8.000 aficionados en las gradas cuando el balón echó a rodar. Fuera, en la puerta de cristales, cerca de 3.000 se quedaron protestando hasta el minuto veinte, otros aguardaron en los bares de los alrededores para entrar tarde y muchos, cada vez más, se quedaron en sus casas en señal de protesta después del enésimo bochorno bético.
Con otra actitud. El caso es que los jugadores parecieron entender el estado de las cosas y saltaron al campo con mejor actitud y talante que otras tardes. Y mejor colocados también. Antonio Tapia decidió, al fin, darle la camiseta de titular a Emana, aunque ello le obligara a retocar su sistema de juego habitual, pues el camerunés jugó muy arriba, de media punta, y Sergio García se escoró a la banda izquierda para que fuera Nacho quien actuara en el pivote central, algo más adelantado que Iriney. Las tácticas hay que acoplarlas a las caracterísiticas de los jugadores que tienes, y no al revés. Y con la presencia del camerunés ahí arriba gana el Betis una barbaridad en presencia ofensiva.
De hecho fue el propio Emana quien pudo inaugurar el marcador cuando sólo iban ocho minutos de partido, tras un buen centro de Juanma que dejó pasar Sergio García y se encontró franco el camerunés, que remató algo desviado cuando el gol ya se cantaba en el interior del estadio.
Esa jugada pudo cambiar el transcurrir de una tarde de perros que siguió metida en negros nubarrones casi hasta el final por la impericia de los delanteros beticos en el momento del remate definitivo. Pavone (18’) se quedó incomprensiblemente parado al oír un silbato de la grada cuando iba a fusilar al meta Assman. Luego el propio Pavone, Emana y un penalti clamoroso no pitado sobre Juanma (32’) pudieron haberle dado al Betis ventaja ante una Unión Deportiva Las Palmas que apenas inquietó en ataque salvo en un remate de Marcos Márquez (13’) que dio en el poste tras arrancar el ex sevillista en claro fuera de juego.
El Betis, con más corazón que cabeza y jugando por momentos demasiado acelerado, no encontraba la manera de hacer valer su superioridad –que fue clara y manifiesta durante todo el partido– hasta que una contra de los recién entrados Rodri y Caffa (77’) acabó con un preciso remate del argentino que valía su peso en oro y un triunfo que debería ser preludio de un punto de inflexión para los próximos partidos ante Villarreal B y el colista Murcia. Más vale que así sea, pues tardes como la de ayer no son del agrado de nadie, ni para aficionados, jugadores, técnicos o directivos, aunque al que se queda en el Fontanal le traigan al pairo.
1 - Real Betis: Goitia; Damiá, Melli, Arzu, Fernando Vega; Juanma (Rodri, m.52), Iriney (Juande, m.65), Emaná, Nacho; Sergio García y Pavone (Caffa, m.74).
0 - UD Las Palmas: Assmann; Juanpa, David García, Pignol, Dani López; Armiche, Josico (Jorge, m.55), Miguel García, Álvaro Cejudo (Saúl, m.81); Marcos Márquez y Javi Guerrero (Diego León, m.58).
Gol: 1-0, M.77: Caffa.
Árbitro: Vicente Lizondo Cortés (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Pavone (m.26), Damiá (m.57) y Juande (m.76), y a los visitantes Josico (m.49), David García (m.68), Jorge (m.69) y Dani López (m.82).
Incidencias: Partido disputado en el Ruiz de Lopera ante unos 8.000 espectadores al inicio del partido. Luego se dieron cita unos 15.000. Terreno de juego en buenas condiciones pese a la lluvia que cayó durante el día. Se rezó un Padrenuestro por los recientes fallecimientos del socio número uno de club, José de los Reyes Colorado, y del hermano del ex consejero del club Balbino de Bernardo.
