Juan Cala ha aprendido a ser escéptico. Tuvo que salir del Sevilla para ganarse el respeto y un sitio en la plantilla nervionense, volvió y pese a ofrecer un buen nivel, y hasta un gran nivel en ocasiones, se le sigue dando tanto en el club como en el entorno la consideración de sec
undario. Lo cierto es que acaba contrato en junio y pese a la promesa hecha pública por el presidente José María Del Nido de que le presentarán una oferta para que continúe, a día de hoy no sabe nada. Admitió que tiene una excelente relación con Del Nido, más fría ( de simplemente profesional, la califica) con Monchi, subdirector general deportivo, aunque no es ningún obstáculo para que siga. Más bien es una cuestión de confianza, que admite que le duele pero que ha aprendido a asumir.
Reconocer te reconocen el trabajo cuando juegas. En todas las quinielas, de la prensa, de los aficionados... en ninguna me meten dentro del equipo. Antes era el cuarto o quinto central. Hubo un tiempo en parecía que no estaba ni en el Sevilla jugando. Me duele que el entorno no me valore como yo quisiera, pero no queda otra que trabajar, eso es el fútbol. Hay que tener paciencia y si no es aquí será en otro sitio, indicaba ayer el de Lebrija en Cope.
Contactos con el club no ha habido. Tampoco es que esté impaciente, pero expone que el mercado de enero se va moviendo ya y estoy abierto a todo. Sinceramente mi decisión no está tomada, no me han ofrecido nada, cero. Públicamente han dicho que hay tiempo pero en hechos no tengo nada. Las palabras hace tiempo que me las dejé de creer. Jugar en el Sevilla y dar el nivel es un reto para mí pero lo que quiero es no cometer errores de otras veces, dijo sobre su planteamiento de futuro, donde, después de su experiencia en el extranjero, tiene menos reparos a salir fuera. De hecho, uno de sus posibles destinos es el Friburgo, el rival de mañana en Liga Europa. También el Eintracht en Alemania, donde tiene buen cartel. Con el presidente la relación es muy estrecha, fue él quien me dijo siendo cadete y me rompí la pierna que jugaría en el Sevilla, pero el presidente defiende lo suyo y yo lo mío. Con Monchi la relación es la de un directir deportivo ycon un jugador. Con Emery es buena.
El canterano valoró la posibiliades de este Sevilla. Soy muy optimista y ello tiene que ver con sensaciones en el campo. Han venido catorce jugadores buenos. La verdad es que no he sentido que hayamos sido inferiores a ningún equipo y con esa pizca de suerte necesaria seguro en Anoeta hubiésemos ganado 0-2. Con los puntos de Barcelona o Málaga las cosas se verían diferentes, aunque reparaba en que la afición no ha roto en críticas porque las sensaciones son buenas.
