Salud

Una década de voces en el silencio

Lenguaje Jaén atiende desde el año 2005 a los pacientes con trastornos en el lenguaje.

el 02 sep 2014 / 11:01 h.

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La presidenta de Lenguaje Jaén, Margarita Cárdenas. / El Correo La presidenta de Lenguaje Jaén, Margarita Cárdenas. / El Correo El tejido asociativo ha demostrado ser un arma infalible para hacer frente a trastornos que la sanidad pública todavía no se ha hecho cargo o no ha dispuesto de todos los recursos posible. Casi siempre impulsado por familiares de pacientes, son como la avanzadilla social frente a la inacción de otros estamentos. La afasia, que es la incapacidad de comunicarse originado por un accidente cerebral, está, por ahora, escondida en ese amplio cajón de las olvidadas. Un vacío que, al menos en el último año, se está cubriendo con el nacimiento, primero, de la Asociación para la Rehabilitación y Prevención de la Afasia (ARPA), cuya sede está en Sevilla y, unos meses después, con la constitución de la Federación Española de Pacientes con Afasia (FEPA), en la que se encuentra la propia ARPA y otros colectivos de varios puntos de España. La Asociación de Afásicos y Trastornos del Lenguaje de Jaén, más conocida como Lengua Jaén, es de las más veteranas dentro de la unión de fuerzas que se produjo la primavera pasada en torno al arropo y la asistencia a los pacientes con afasia. A punto de cumplir una década de su fundación -se constituyó el 21 de enero de 2015-, su principal cometido desde siempre ha sido “la rehabilitación de las personas afásicas, tanto a nivel del lenguaje oral como escrito” sin obviar “su integración social y laboral”. Así de clara se muestra la presidenta de Lenguaje Jaén, Margaritas Cárdenas, que arroja algo de luz ante los que nada saben de qué supone este trastorno del lenguaje a quien lo sufre. «Cuando una persona sufre un trastorno afásico, se pueden ver alteradas la expresión, la comprensión del lenguaje, ya sea oral o escrito, lo que hace que cada paciente se único y experimente unas capacidades específicas», pone de manifiesto Cárdenas, que refuerza así los mensajes que trasladan varios expertos en las materia de la urgencia de establecer un tratamiento personalizado al menos para identificar qué tipo de afasia puede padecer una persona. La tarea que desempeña esta asociación es trabajar con el paciente afásico «desde el mismo momento en el que se produce la lesión. De hecho, recomienda que se atienda con prontitud, incluso cuando todavía se encuentre ingresado en el hospital. Esta es, según Cárdenas, la mejor arma terapéutica para su recuperación, además de servir para que los familiares empiecen a conocer cómo deben abordar esta secuela. Así, recomienda a los familiares que no eleven la voz para hacer más comprensible su mensaje. «Los afásicos suelen escuchar perfectamente lo que se dice, aunque a veces –dependiendo del tipo de afasia– lo reciben como si fuera otro idioma, como si le hablaran en chino», aclara la presidenta de Lenguaje Jaén. La asociación, además de un sistema de evaluación del paciente, tiene, entre sus prestaciones, una escuela de afásico, donde informan de las últimas terapias y tratamientos, además de orientar a los familiares para saber dónde solicitar ayudas o subvenciones. También han ideado unas tablas, que han repartido en los centros médicos de Jaén, que sirven como medio alternativo para superar esas barreras del lenguaje. Lenguaje Jaén no se ha quedado sólo ahí. Hace casi cinco años, se constituyó también como Centro de Atención Infantil Temprana, de manera que pueden acoger a niños de hasta seis años con problemas de lenguaje o riesgo de padecerlo. A su vez, organizan varios congresos. El último que tienen en mente son las II Jornadas sobre Afasias y Trastornos del Lenguaje, que tendrá lugar a finales de noviembre en la capital jiennense y que está orientado a profesionales y familiares.

Contacto. Para saber más de estas asociaciones puede llamar al 953274135 (Lenguaje Jaén) o al 955211222 (asociaciónARPA).
 

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