Con Training day, la magnífica cinta policíaca que le valió su segundo Oscar a Denzel Washington, Antoine Fuqua (que ya había rodado dos cintas de acción algo olvidables) se marcaba un gran tanto en favor de despuntar como un realizador que sabía mezclar de forma increíble acción y thriller. Desde entonces, y aunque lo fácil hubiera sido seguir por los mismos derroteros, el cineasta afroamericano ha querido mantenerse alejado del mundo de los hombres y mujeres vestidos de azul (ver columna lateral), un mundo al que ahora vuelve con estos Amos de Brooklyn.
El filme nos presenta a un veterano policía llamado Eddie Dugan (Richard Gere) que se encuentra en la última etapa de su carrera, muy quemado por los muchos años de servicio y a una semana vista de comenzar su jubilación y poder retirarse por fin a pescar a una tranquila y apartada cabaña en Connecticut. Por otro lado conoceremos al oficial de estupefacientes Sal Procida (Ethan Hawke) que tiene claro que no hay ninguna línea que no se pueda cruzar para proporcionar a su mujer y sus siete hijos una vida estable y en relativa paz. La tercera parte en discordia es Clarence "Tango" Butler (Don Cheadle), un policía que siempre ha sabido como rodeadarse de hombres leales y que mantiene una "relación especial" con Caz (Wesley Snipes), uno de los narcotraficantes más infames de Brooklyn que en esos momentos se encuentra en prisión.
Envueltos en una operación cuyo objetivo es limpiar las calles de droga, los tres agentes se verán arrastrados por la violencia y la corrupción que asola Brooklyn. Durante siete penosos días, Eddie, Sal y Tango se dirigirán inexorablemente hacia la misma escena del crimen.
