Pepe Mel charla con Emana, que será titular en Jerez.
La recta final de esta interminable temporada en Segunda se inauguró ayer con dos magníficas noticias para el Betis. El Celta, el equipo que delimita la frontera entre el ascenso directo y las eliminatorias de junio y por tanto primer y más peligroso perseguidor del conjunto verdiblanco, ahondó en su mala racha y cayó en casa con el Valladolid (1-2). Dos horas después, el Rayo Vallecano mandó al garete un 3-0 contra el Albacete, antepenúltimo, y acabó empatando 3-3. El doble traspié de sus principales enemigos abre al Betis una interesante perspectiva. La principal es que su ventaja sobre el Celta, que es la referencia fundamental, aumentará a cinco o siete puntos en función de que empate o gane este mediodía al Xerez. En otras palabras, el margen a favor del equipo de Pepe Mel se agrandará con sólo puntuar en Chapín. Y si gana, el beneficio no sólo serán siete puntos de distancia respecto al Celta sino también el liderato, ya que empatará a puntos con el Rayo y por tanto lo superará.Los resultados sabatinos hacen que el empate no sea un mal resultado para el Betis en su penúltimo duelo andaluz de la temporada, pero su entrenador no piensa caer en la trampa del conformismo ni traicionar las señas de identidad que han conducido a su equipo hasta la zona de ascenso a través de tormentas institucionales y problemas deportivos. Puede que el ADN de este Betis, otrora mucho más ofensivo, haya ido perdiendo algunos genes por el camino y que la espectacularidad y el derroche goleador hayan dado paso a un fútbol más gris, pero la filosofía sigue siendo la misma: ganar. Esa esencia que tanto defiende Mel tardó en aparecer o directamente no apareció ante el Rayo y el Celta y la traducción en puntos fue de uno de seis frente a sus dos enemigos más directos, un ritmo que no les vale a los heliopolitanos, así que es de suponer que hoy no habrá conservadurismo. Así lo anunció el técnico, que ya es algo. Y buena falta que le hace, porque su registro como visitante en lo que va de año es indigno de un segundo clasificado: una sola victoria en siete encuentros fuera de casa, contra el Girona (0-1).
En esta caza del liderato y del mayor margen posible sobre el Celta, el Betis se presentará en Chapín con todo su arsenal ofensivo intacto. Es decir, que Emana formará parte de la alineación y del tridente junto a Rubén Castro y Jorge Molina, con la inestimable ayuda de Salva Sevilla desde atrás. No puede decirse lo mismo del esqueleto defensivo, totalmente trastocado por su flanco diestro por las sanciones del lateral, Isidoro, y el central, Belenguer, aunque su sustitución no entraña ningún misterio: Miguel Lopes volverá a ser titular, cuatro meses después, y Roversio recobrará el sitio que perdió tras su última lesión muscular.
UN RIVAL ESTANCADO. El Xerez, por su parte, afronta el choque con la necesidad de lograr los tres puntos para mantenerse en la lucha por jugar las eliminatorias de ascenso. En los últimos nueve partidos, el equipo de Javi López sólo ha logrado una victoria, ante el Villarreal B, además de cuatro empates y cuatro derrotas. El conjunto azulino, sin embargo, no será enemigo fácil y para constatarlo sólo hay que acudir al encuentro de la primera vuelta, en el que ganó el Betis con triplete de Jorge Molina (3-1) pero sólo al final y después de una muy buena actuación del Xerez.
En cuanto al parte, Javi López recupera al exbético José Mari, que no jugó contra el Recreativo por una contractura en el glúteo, mientras que Mario Bermejo ocupará la plaza de otro exverdiblanco, Capi, lesionado. Lombán, sancionado, y Edu Moya, convaleciente por el aductor, tampoco estarán y sus sitios en el centro y el lateral de la defensa serán cubiertos por Vicente Moreno y un canterano del Betis, Juan Luis Redondo.
