El método de inversión denominado contrarian investing consiste en invertir en acciones penalizadas cuando existen razones para pensar que el mercado está equivocado y el precio de estos títulos no se corresponde con el valor intrínseco de los mismos.
El contrarian investing no sólo consiste en ir en contra del mercado bursátil, sino también en invertir en empresas o sectores olvidados por el resto de los inversores.
Dos son las circunstancias que hacen que el método del contrarian investing pueda funcionar. En primer lugar el hecho que el inversor suele prestar más atención al corto que al largo plazo, con lo que, aquellas empresas con menos movimiento suelen ser dejadas de lado por los inversores aunque se trate de empresas con buenos fundamentos.
En segundo lugar, el denominado efecto manada o tendencia del mercado a sobrerreaccionar ante noticias positivas y negativas. Esto conlleva que muchas veces una gran mayoría de inversores apueste en masa por determinados títulos, alcanzando valoraciones que no se justifican desde ningún punto de vista, en tanto que empresas con buenos resultados son olvidadas por la masa.
Es esencial tener cuenta si una compañía se encuentra infravalorada por razones coyunturales, de las que pueda recuperarse a medio plazo, o si de lo contrario está inmersa en problemas estructurales que pongan en peligro la rentabilidad o incluso la propia existencia futura de la misma. En el primer caso, probablemente podemos estar ante una empresa ante la que llevar a cabo una inversión contrarian investing. En el segundo supuesto, lo más prudente es evitar adquirir acciones de la misma.
Normalmente la Bolsa sube o baja siguiendo una tendencia definida. Este hecho hace que muchos se sumen a la misma, acelerando aún más la tendencia, con lo que, en general, casi todas las acciones del selectivo alcanzan valoraciones exageradamente altas o bajas, algunas de ellas sin justificación fundamental aparente.
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