Mucho se ha alabado o criticado la reforma laboral en función a si simpatizabas con el gobierno o –por el contrario- lo hacías con la oposición. Mucho se ha escrito y hablado a favor y en contra; argumentos de todos los colores y signos. Todos opinando (según mi modo de ver con intereses prefijados), partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, etc. Pero al final la prueba del algodón no engaña, y los datos cada vez son más contundentes.
Y contundente es que el paro en España sigue bajando hasta llegar al mejor junio de la historia con 98.317 parados menos, lo que supone una bajada de paro interanual de 404.243 personas.
España ha recuperado más del 68 por ciento de los empleos destruidos por la crisis, sigue aumentando la contratación indefinida (12,2 por ciento), y –otro dato muy significativo– se llevan 41 meses de crecimiento consecutivos.
España aumenta la afiliación a la Seguridad social, batiéndose un record en cuanto al número de mujeres (que llega a 8.506.480). Y si quieren otro dato, decirle al lector que ya cotizan 18.433.107 personas.
Y a partir de aquí podemos hablar. Ahora podrán decir unos que los sueldos deberían ser mayores, que el empleo es precario, que, que, que?
Pero la realidad es que la reforma laboral del Gobierno ha dado sus frutos, que podemos decir que de la crisis (de hace unos años) estamos saliendo airosos, y que el esfuerzo de empresarios (grandes, medianos y pequeños) y autónomos ha hecho –junto a las políticas aplicadas– que haya Más empleo, y que seamos el país de Europa que más crece.
Lo cierto y verdad es que que cada vez es más verosimil el objetvo del gobierno de España de llegar a los 20 millones de empleos en el año 2020.
Mientras tanto, ¡sé feliz!