De nuevo Pentecostés

Las hermandades que peregrinan desde la ciudad de Sevilla acotan todo el territorio físico de la ciudad, representado en cinco de sus emblemáticos barrios: Triana, El Cerro, Sevilla Sur, Macarena y Tablada

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19 may 2018 / 22:04 h - Actualizado: 19 may 2018 / 22:06 h.
"El Rocío 2018"
  • De nuevo Pentecostés

Un año más llegó el domingo de Pentecostés y las hermandades de Sevilla han llegado a la aldea con todo su esplendor, saliendo de nuestra ciudad, cruzando el Aljarafe y adentrándose en tierras marismeñas.

Durante este año, las hermandades de El Rocío de la ciudad han realizado diversas actividades centradas principalmente en la caridad y en la formación, y poniendo en definitiva, sus ojos en este domingo.

He vivido momentos muy intensos con cada una de ellas y he podido comprobar que su amor y devoción a la Santísima Virgen del Rocío es infinito, y eso es lo que nos encantaría transmitir al resto de hermandades no rocieras de nuestra ciudad, y ese es mi objetivo como delegado de Gloria para las hermandades de El Rocío del Consejo General de Hermandades y Cofradías.

A pesar de que El Rocío es todo el año y las hermandades ultiman sus preparativos durante estos últimos meses, y no solo me refiero a lo material, si no a la carga espiritual que todo esto conlleva.

Las hermandades que peregrinan desde la ciudad de Sevilla acotan todo el territorio físico de la ciudad, representado en cinco de sus emblemáticos barrios.

Triana, como es tradición, celebró sus cultos en la parroquia de Señá Santa Ana al igual que su misa de romeros. Previa a esta, y como viene siendo habitual en los dos últimos años, celebró el rosario de la aurora desde su capilla hasta la citada parroquia con el fervor de su gente. Destacar el reluciente esplendor de su restaurado Simpecado.

Sevilla trajo a las plantas de la Virgen a la nueva hermandad filial de El Viso del Alcor, habiendo tenido muchos momentos especiales desde la salida de la Colegial del Divino Salvador desde donde partieron los dos Simpecados una vez entronizados en sus respectivas carretas y hasta llegar a la aldea.

El Cerro del Águila fue la primera en emprender su camino, no sin antes realizar su misa de romeros con el calor de su barrio y la bendición de la Virgen de los Dolores que le dio las alas suficientes para llegar a su presentación el sábado.

Sevilla Sur, que este año ha cambiado su entrada en la ciudad para el jueves 24 de mayo, estrenó hermano mayor y junta de gobierno, y pude comprobar que desde sus cultos hasta la misa de romeros y la salida por su barrio brotaba una inmensa ilusión de trabajar para hacer cada vez más grande a su hermandad.

Macarena llenó las calles de su barrio de Esperanza, y nuevamente pudo traer hasta las plantas de la Blanca Paloma una hilera de carretas detrás de su Simpecado como hiciera antaño.

Por último, la hermandad Castrense, que aun no perteneciendo al Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, se le ha querido dar, desde este organismo y desde las hermandades de El Rocío de la ciudad, ese calor de unión entre todas que desde hace muchos años demuestran a Sevilla que son en muchos momentos una sola HERMANDAD.

Esta romería será el preámbulo de la del próximo año en la que se conmemorará el centenario de la coronación canónica de la Virgen, allá por el año 1919, y que comenzará con la salida extraordinaria de la Virgen el día 8 de septiembre del presente año y cuya exaltación e himno del centenario ha sido encargado a nuestro Ilustre y también sevillano Rafael González Serna-Bono.

El mundo rociero, y más concretamente sus hermandades filiales, no filiales, asociaciones rocieras y demás entes relacionados con esta advocación, preparan el magnífico regalo que, encabezada por la hermandad matriz de Almonte, se le ofrecerá a Ella con motivo de esa efeméride. El presente no es otro que una corona de oro que elaborará el taller sevillano de los Hermanos Delgado.

Hoy es domingo de Pentecostés y el Real de El Rocío se llena de romeros de todas las partes de nuestra geografía y una vez más se le mostrará al mundo entero que esta devoción está tan arraigada en nuestras vidas que será difícil que la misma en algún tiempo muy lejano desaparezca.

Y como se despiden los rocieros cuando la tienen delante, solo me queda decir:

¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!

¡VIVA LA REINA DE LAS MARISMAS!

¡VIVA EL PASTORCILLO DIVINO!

¡Y QUE VIVA LA MADRE DE DIOS!