La propina se hace digital

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25 jul 2017 / 18:50 h - Actualizado: 25 jul 2017 / 18:50 h.

Déjenos una propina digital en forma de comentario en Google Maps, Tripadvisor, Facebook...», rezaba el comentario al final de la carta de un restaurante sevillano al que acudí el sábado último. Yo he cumplido ya con el ruego, que me ha hecho reflexionar sobre la velocidad del cambio en nuestras costumbres más domésticas.

A la propina de toda la vida le ha llegado su turno en la digitalización de la hostelería. Con la universalización del dinero electrónico, a las monedas sueltas dadas al camarero como agradecimiento por el trato recibido le ha llegado su ocaso. Por eso, los empresarios más responsables la han incluido como un concepto voluntario que se puede añadir a la factura en la cantidad que estime el cliente.

Se inicia así el camino para terminar con una bolsa de dinero opaco que se sumaba al sobre en negro con el que muchos hosteleros pagan parte del salario a sus empleados y a la cotización a la Seguridad Social por menos horas de las realmente trabajadas.

La transparencia debe llegar a las empresas privadas por pequeñas que sean y toda la ciudadanía debe colaborar en la erradicación de la economía sumergida con pequeños gestos como pagar siempre con tarjeta, exigir factura y valorar a posteriori en las redes el servicio recibido para premiar a los que se esfuerzan en hacerlo cada día mejor.

La digitalización debe implicar una mayor personalización. En bares y restaurantes el personal que atiende al público debería identificarse al menos con su nombre de pila como ya lo hacen miles de trabajadores en tiendas y supermercados, para que nuestras opiniones sean más concretas todavía. Están advertidos, no olviden la propina aunque sea digital.