Los años pasan volando

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
16 dic 2018 / 09:13 h - Actualizado: 16 dic 2018 / 09:15 h.
"Desvariando"

Los años se hacen más cortos conforme vamos siendo mayores. Me parece mentira que estemos ya a dos semanas de despedir un año que para mí ha sido bueno en muchos aspectos, aunque también con momentos duros. Por ejemplo, la muerte de Surco, mi perro del alma. Pero otras cosas han compensado tanto dolor y tantas lágrimas. El cambio de vivienda, haber logrado el sueño de vivir en el campo, en una hermosa casa entre pinos muy cerca de donde me crié.

Solo le pido a la vida

una casilla en el campo

y que me dejen soñar

con lo que quiera ir soñando.

Esta soleá la escribí hace años mientras soñaba despierto con vivir en el campo. Evidentemente, le he pedido otras muchas cosas a la vida, pero lo de la casita entre pinos u olivos ha sido una obsesión desde niño. No sé cuántas soleares escribo a lo largo de un año, decenas y decenas. Unas las guardo y otras no, pero juntas podrían ser un estupendo libro de memorias. Los flamencos contamos y cantamos la vida con soleares y seguiriyas. La soleá es un palo del cante que ni pintado para cantarle al amor, el desamor y la soledad, como le cantó el sevillano Rafael Montesinos, uno de mis poetas preferidos. Y la seguiriya cuenta la tragedia, la muerte, la angustia:

Por aquella ventana

que el campo salía

le daba yo voces

a la mare de mi alma

y no me respondía.

La mayoría de las cosas que nos pasan a lo largo del año no son trascendentes y apenas las recordamos cuando llegan estas fechas tan propias para hacer balance. Entre que la memoria es selectiva y nos echa un cable guardando solo lo agradable, y que apenas tenemos tiempo para almacenarlo todo, al final nos quedamos con cuatro o cinco cosas solamente. Facebook nos ayuda cuando llega diciembre regalándonos un vídeo muy bonito con los mejores momentos. Me sorprende que en esos vídeos aparezcan personas a las que no conoces de nada y que encima te hayan estado poniendo verde todo el año por meterte con Podemos o Dani Mateo. Esta red social tiene una curiosa manera de ayudarte a hacer balance, que por otra ni siquiera has pedido.

El año se me ha ido volando. Parece que fue ayer cuando me fui de vacaciones a Viena, esa ciudad tan maravillosa donde pasé quizá los cinco mejores días de mi vida. Y con ganas de volver para andar los mismos pasos y buscar de nuevo la tumba de Mozart, que aunque no haya en ella nada del genio, resultó ser una experiencia increíble. Como la de visitar su casa, donde vivió algún tiempo y compuso algunas de sus más célebres obras.

Cuando era un niño recuerdo que los años eran interminables y que cuando llegaba diciembre ya no recordaba lo que había hecho en marzo. No sé por qué se hacían tan largos, quizá por miedo a crecer. Pasaban siglos entre una Navidad y otra y los inviernos se hacían interminables. Era agotador hacer balance de tantas cosas que nos pasaban. Hoy es Facebook quien nos hace el balance y lo monta en un vídeo tan bonito que parece que ha sido el año de tu vida.

Si tuviera que elegir uno de mis fandangos para contar y cantar este año, sería este:

Nadie puede imaginar

lo que se aprecia un abrazo.

Nadie puede imaginar.

Cuando te faltan los brazos

que alivian la soledad

y consuelan tus fracasos.