Quién paga a quién

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20 nov 2016 / 23:30 h - Actualizado: 20 nov 2016 / 23:30 h.

Se me quedó cara de tonto cuando escuché a Cifuentes decir que los madrileños nos pagan la sanidad y la educación a los andaluces, me indignó semejante infamia. Recapacitado el exabrupto, realmente me ha quedado un poso de preocupación. Preocupación de ver el circo en el que convierten la política ciertos dirigentes, el escaso rigor en las exposiciones parlamentarias o la sobremanera en la que se urden discursos de cara a la galería que dejan al descubierto sus propias vergüenzas.

Parece que no corren tiempos buenos para la solidaridad, para el quehacer ciudadano dentro del conjunto social; el individualismo hace trilerismo con la solidaridad y convierte al ciudadano en contribuyente. Mal asunto éste que pregona que recibes un servicio si pagas por él, que arrolla al concepto ciudadano en su vertiente solidaria. Esas son las vergüenzas al descubierto del PP madrileño cuando aplaude la mentira de Cifuentes, los mismos que luego se parten el pecho hablando de la unidad de España y del obligado equilibrio de los territorios autonómicos. No voy a gastar ni una sola línea en explicar que en Andalucía nos pagamos nuestra educación y nuestra sanidad. Eso sí, que cada vez nos cuesta más porque una parte muy importante de los fondos de esta tierra nos los han birlado para pagar los 147.000 millones del agujero de Caja Madrid, los miles de millones de los rescates de las autopistas madrileñas o de la roncha que nos deja la Gürtel madrileña. Quizás si Cifuentes hiciera bien las cuentas entendería lo solidaria que Andalucía viene siendo con los madrileños.