Semana crucial para la Historia de España

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
21 oct 2017 / 22:15 h - Actualizado: 21 oct 2017 / 22:17 h.
"Pasa la vida"

El pacto PP-PSOE-Ciudadanos para defender el orden constitucional y respaldar a los poderes del Estado en la difícil operación de control de las instituciones autonómicas catalanas dominadas por la insurrección secesionista, marca el inicio de una semana crucial para la Historia de España. Con el ‘choque de trenes’ que vamos a vivir y sufrir en las calles de ciudades y pueblos de Cataluña, carecen de validez todos los apriorismos sobre la coyuntura política, económica y social en toda España durante los dos próximos años. Solo hay una certeza incuestionable: el golpe no va a romper la integridad nacional. Solo hay un proceso electoral con fecha asegurada: elecciones municipales en 2019 para renovar el mandato en los ayuntamientos. Todo lo demás puede ser tan variable, insospechado e inédito como el camino iniciado ayer, más vale tarde que nunca, desde el Palacio de La Moncloa. El único peaje seguro de la autovía A-155 es su paso por el Senado, que va a tener un papel importante en el devenir del país por vez primera en 40 años. El resto del trazado hasta la Plaza de Sant Jaume es un inevitable y tortuoso viaje a lo desconocido. Tránsito durante el que los catalanes orgullosos de ser españoles, las verdaderas víctimas de este funesto conflicto, se refugiarán en el silencio y en sus domicilios porque van a sentir miedo de los ‘indepes’ más sectarios y más dispuestos a jugar a la revolución frustrada.

Analicemos los hechos y no se dejen embaucar por la legión de comentaristas que se rasgaban las vestiduras minutos después de confirmar Rajoy que propone la destitución del Gobierno Puigdemont-Junqueras, la limitación de funciones del Parlamento autonómico y el control de la Policía y la Televisión. Unos por hipocresía y otros por puerilidad, dicen estar sorprendidos de que el Estado decida controlar a la vez todos los ámbitos de poder regional en los que no se ejerce la más mínima neutralidad institucional para estar al servicio de todos los catalanes. ¿Cómo diantres se puede restituir la legalidad sofocando a medias una rebelión de tomo y lomo? ¿Cómo se tranquiliza a medias a las empresas para que no huyan? Adolfo Suárez y Felipe González hubieran defendido la unidad de España con la misma estrategia. Y quienes juegan al postureo de solidarizarse con la asonada, dándole maquillaje para ocultar su faz reaccionaria porque les interesa como ariete contra el régimen de monarquía parlamentaria, serían los primeros que pedirían una intervención contundente para encarcelar a los cabecillas de la Generalitat si éstos presumieran de ser fascistas.

El toma y daca acción-reacción va a subir a su máximo punto de ebullición. Con la estabilidad de España sometida al escaparate mediático global, gana enteros que PP, PSOE y Ciudadanos quieran ahorrarle algunos quebraderos de cabeza a la sociedad española, y pacten los Presupuestos del Estado para 2018. E incluso una lista electoral conjunta a los comicios catalanes, para amarrar la consecución de escaños en el reparto provincial y no verse perjudicados por la asimétrica regla de la Ley D’Hondt. Los convoque Puigdemont o Rajoy, van a ser 100% plebiscitarios. Es tanto lo que estará en juego para España y Europa cuando se pueda votar democráticamente en Cataluña, que los tiempos de inquinas irreconciliables entre Rajoy y Sánchez parecerán peleítas de un pasado antiquísimo.