En el último número de la revista El Ciervo, que por cierto ha cumplido 65 años, el sociólogo Javier Elzo, en base al Índice Sintético del Centro Reina Sofía del pasado mes de septiembre, señala la siguiente tipología de adolescentes y jóvenes españoles entre 15 y 30 años según sus valores finalistas: los conservadores que buscan la integración, el éxito profesional y económico y la seguridad (21,1%); los instalados en el presente, indiferentes a lo público sin valorar los compromisos políticos ni religiosos (28,2%); los solamente rebeldes, con visión crítica de la sociedad pero sin ofrecer alternativas (21%); los descontentos en sus respectivas formas de pasotas, egoístas o relativistas morales (14%); y, finalmente, los altruistas, con altas motivaciones religiosas o éticas y afán de mejorar la sociedad (14,3%). Todo ello superando la dificultad de englobar colectivos muy diferentes que casi no tienen en común mas que la edad.
Por otra parte, señala el informe que España, en el Índice de Desarrollo Comparado de 2016, ofrece, respecto de los países del Norte de la UE, y salvo curiosamente en algunos aspectos de calidad de vida y uso de tecnologías, una grave tasa de abandono escolar, desempleo juvenil y una mayor edad para la emancipación familiar. Igual diferencia negativa hay entre Andalucía y el norte, centro y levante español.
Concluye el informe con un dato importante y es que si bien es difícil hablar del futuro de la juventud española como un todo, hay tres aspectos que influyen en el sistema de valores que cada joven se esté construyendo para su vida: la familia de origen, el lugar de nacimiento y la educación.