Los medios y los días

Un tal Cernuda

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18 dic 2018 / 08:22 h - Actualizado: 18 dic 2018 / 08:27 h.
"Los medios y los días"
  • Un tal Cernuda

Mi colega la profesora Aurora Labio me manda por mensajería instantánea un texto de Ocnos, de Luis Cernuda. Trata del paso del tiempo: “a partir de una edad nos vemos sujetos al tiempo y obligados a contar con él, como si alguna colérica visión con espada centelleante nos arrojara del paraíso primero, donde todo hombre ha vivido una vez libre del aguijón de la muerte. ¡Años de niñez en que el tiempo no existe! Un día, unas horas son entonces cifra de eternidad. ¿Cuántos siglos caben en las horas de un niño?”.

Anda, ¡es verdad!, existió un tal Cernuda, ¡y nació en Sevilla! ¿Qué fue de él, de su casa natal, en la calle Acetres, en pleno centro?, Murió en el exilio, en México, en 1963, ¿lo hemos traído para que descanse en el Panteón de Sevillanos Ilustres, ése que pocos conocen?, ¿hay algún monumento que lo recuerde en su ciudad natal? El escultor Miguel García Delgado tiene hecho un busto hace mucho tiempo y nadie se lo demanda.

Han transcurrido ya bastantes años desde que colocaron una placa en la fachada de su casa que era entonces una cristalería. Parece que a Cernuda no le gustaban demasiado los azulejos o al menos ciertos azulejos. No sé si lo recuerdo bien pero me parece que Antonio Burgos dijo desde el Abc: ¿Mira que si la placa es de azulejos? ¡Y era de azulejos! Cernuda es el continuador de Bécquer, no se ha desbloqueado el tema de La Venta de los Gatos para hacerle más justicia al padre de la poesía moderna española, junto a la gallega Rosalía de Castro.

Si Cernuda no llega a tomar un tren en la antigua estación de Cádiz rumbo a Málaga y luego a Madrid y luego a México tal vez tendríamos a un Lorca fusilado en Sevilla también por maricón y rojo. Cuando yo estaba en el colectivo cultural Gallo de Vidrio –que se fundó en 1972- lo reivindicábamos con frecuencia. Nos acompañaba en esta tarea el novelista Julio Manuel de la Rosa, un experto en Cernuda que murió hace poco y al que igualmente olvidaremos. A mi generación la llaman ahora machista y homófoba unos y unas ignorantes que le piden a un alcalde inadecuado para Sevilla un referéndum para declarar a la ciudad libre de maltrato animal. Yo no pido referéndums, ese dinero que hay que gastarse en una patochada para jugar a la democracia me gustaría que se empleara en rememorar una y otra vez a la Sevilla universal que representa Cernuda, quien mantenía una relación de amor-odio con su lugar de nacimiento, como decía Fernando Ortiz, otro olvidado. De hecho, ya se vengó a su manera de este lugar aún provinciano en el que nací y sobrevivo: su obra cumbre, Ocnos, se la dedicó a Sevilla sin nombrarla ni una sola vez en todo el texto.