Candidatura oficial

Image
25 mar 2017 / 23:34 h - Actualizado: 26 mar 2017 / 08:19 h.
"Susana Díaz"
  • Candidatura oficial

Hoy, en Madrid y durante el acto que parece será el más multitudinario de los últimos años, Susana Díaz hará oficial su candidatura a la Secretaría General del PSOE.

Habrá que esperar, seguramente muy poco tiempo, para saber si este proceso se convierte en un acto con el que se busca una salvación del partido o si, por el contrario, se trata de una pelea más por el liderazgo. Ninguna de las dos opciones sería una sorpresa. Ese salvamento es necesario y buscado por muchos; esa pelea es lo que siempre se produce en este tipo de procesos dentro de los partidos políticos. Todo dependerá de las posturas y de los tonos de los candidatos.

Susana Díaz, hoy, estará arropada por los grandes referentes del partido desde el principio de la Transición hasta hoy. Felipe González, Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Luis Rodríguez Zapatero y un buen número de los barones socialistas, se sentarán en primera fila para aplaudir a la candidata, querrán mostrar su apoyo y que se les vea. Y cientos de militantes que llegan de distintos lugares de España. Todo para recibir una propuesta que corresponde al PSOE más clásico, al socialismo que siempre ocupó un lugar fundamental en la democracia española. Porque salvar lo que queda de un naufragio no puede hacerse sin que los esfuerzos apunten hacia el mismo lugar y, para ello, es necesaria la unidad interna. No son pocos los que han estado enfrentados y, sin embargo, se van a dejar ver junto a los que tienen enfrente desde hace años. El aparato del partido sabe que solo cabe una posibilidad y esa es la que llega de la sensación de unidad.

El problema es que esta elección del secretario general del PSOE es esclava de las matemáticas. Porque, tal y como están las cosas, gane quien gane, pierde el partido. La suma de candidaturas se ha establecido como una clara división de la militancia. A día de hoy eso es así. Susana Díaz tendrá que trabajar para que la fractura interna que se vive en su partido se haga más pequeña, para que exista la posibilidad de tender puentes de lado a lado. Si Sánchez mantiene los apoyos que ha ido sumando, será difícil que eso se produzca. Si López decide llegar al final, el efecto será parecido.

Si se produjeran hoy las votaciones, el PSOE estaría perdido porque solo estarían representados una parte de los militantes en su Secretaría General. Y esa es la clave de todo el proceso. Si Susana Díaz es capaz de construir su campaña sobre la búsqueda de unidad salvadora y no sobre la intención de liderar lo que quede de su formación, el PSOE seguirá teniendo posibilidades de ser lo que era. Pedro Sánchez ya ha tomado la decisión de enfrentarse al aparato y López tendrá que decidir no tardando mucho. Su aventura no está clara y ceder ante lo que parece una necesidad vital de su partido es una posibilidad que podría producirse en el futuro más inmediato.

Comienza un periodo trascendental para el socialismo español. Posiblemente, lo que suceda durante las próximas semanas marcará una época de recuperación total o de fracaso insalvable.