La tasa turística de Sevilla sería una de las más bajas de Europa

El euro al día por persona que aspira a gravar el Ayuntamiento está muy por debajo de destinos como Barcelona, Roma o Bruselas y se asemejaría a la que se cobra en Lisboa

24 jul 2017 / 08:07 h - Actualizado: 23 jul 2017 / 22:14 h.
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  • La tasa turística que podría implantar el Ayuntamiento sería de un euro por persona y día. / Manuel R.R.
    La tasa turística que podría implantar el Ayuntamiento sería de un euro por persona y día. / Manuel R.R.

El pasado jueves el Ayuntamiento de Sevilla vio cómo se allanaba el camino a una de sus aspiraciones: implantar en la ciudad la tasa turística. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, abrió la puerta a que los consistorios que así lo decidan puedan aplicar este gravamen a quienes visiten sus ciudades aunque, eso sí, no se implantará de manera generalizada en la comunidad.

Este era uno de los principales impedimentos para su aplicación en Sevilla ya que las competencias en esta materia corresponden al gobierno andaluz, que hasta la fecha se había mostrado reacio no ya a su puesta en marcha sino incluso a su posible debate.

Salvado este escollo, el gobierno local de Juan Espadas debe conseguir el beneplácito del sector, que hasta la fecha no considera la medida como una prioridad y que incluso apunta a que solo su debate puede tener «efectos negativos» en los datos turísticos. Una posibilidad que descartan desde el Consistorio que defiende que en los lugares donde se aplica las cifras del sector no solo no han bajado sino que han seguido mejorando. Por ello, el Ayuntamiento hispalense ha abierto la posibilidad de su aplicación desde casi el comienzo del mandato. No solo el alcalde, también el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, han insistido en varias ocasiones en la idoneidad del gravamen para hacer de la ciudad un destino «aún más competitivo». Y es que la intención municipal es que la polémica tasa, que ya se aplica en más de una veintena de destinos de Europa, se destine «íntegramente» a la promoción y mejora de un sector clave para la economía de Sevilla.

En concreto, la fórmula planteada hasta ahora por el gobierno local ha sido el cobro de un euro por persona y día, excluyendo a los sevillanos, lo que permitiría al Consistorio contar con unos cinco millones de euros anuales frente a los 800.000 euros que se destinan actualmente a estas labores. Así, el gravamen, que estudian implantar también en Granada o San Sebastián, estaría entre los más económicos de Europa. En España la tasa se cobra tanto en Cataluña como en las Baleares, que fueron pioneros en su aplicación. En el primer caso, se abona desde 2012 en hoteles, albergues, campings, casas rurales, apartamentos o cruceros. Varía entre los 0,45 y los 2,25 euros por persona y día según la categoría del alojamiento y su ubicación. Si bien, el límite se establece en una semana. En Barcelona, los precios suben y por una habitación en un cuatro estrellas, la tasa es de 1,10 cada día. De hecho, la capital catalana se ha planteado cobrar a quienes visitan la ciudad y no pernoctan haciendo pagar una cuantía a los «turistas de paso». Baleares, por su parte retomó la ecotasa, que aplicó en 2002 y 2003, de nuevo en 2016. El impuesto tiene un precio de entre 0,25 y dos euros por visitante y noche, según la categoría del establecimiento. Se reduce para estancias superiores a los ocho días y durante el período de temporada baja.

Fuera de nuestras fronteras la aplicación de la tasa es muy habitual. En Italia, cada ciudad sigue una fórmula. Para los hoteles de cinco y cuatro estrellas, en Roma se pagan tres euros. En el resto de categorías, equivale a dos euros por persona y noche. Los menores de 10 años están exentos. En Florencia y Milán se cobra un euro por persona y noche por cada estrella que tenga el hotel. En Venecia, la tasa varía en función de la temporada, las categoría del hotel y la zona en la que se encuentre. En temporada alta, se cobra un euro por estrella y noche.

El impuesto al turista en Francia, que se aplica en todo el país, varía entre los 0,20 euros por persona y noche de los campings hasta los tres euros de los hoteles de cinco estrellas y los cuatro euros de los Palaces. Además, París carga adicionalmente un 10 por ciento más. Pernoctar en Berlín nos cuesta un cinco por ciento más con respecto al precio de las habitaciones salvo que se acuda por motivos laborales o de negocios.

En Amsterdam, la tasa turística también se hace por porcentaje. Un cinco por ciento del precio de la estancia. En el caso de Viena se abona el 3,20 por ciento del precio del hotel. En Bélgica, este impuesto depende del municipio y de la categoría del alojamiento. La tasa turística en Bruselas es más alta que en el resto del país, oscilando entre los 2,15 euros de los hoteles de una estrella y los 8,75 euros en los de cinco.

En Portugal, es Lisboa la ciudad que establece, al igual que pretende Sevilla, un euro como tasa turística a cada visitante que pernocte en cualquier hotel o alojamiento, aplicable sólo en la primera semana.

Malta grava a cada persona que se aloje en la isla con la eco-tax, que equivale a 50 céntimos por noche, con un tope de cinco euros por persona. Bulgaria (0,20 euros-0,68 euros), Croacia (0,25-1 euros) , República Checa (0,5 euros), Hungría (cuatro por ciento), Rumanía (uno por ciento), Eslovaquia (1,70 euros), Eslovenia (1,25 euros) o Suiza (2,35 euros) también cobran a los visitantes de sus respectivas ciudades. Algo que también es habitual en otros destinos internacionales como Estados Unidos, Japón, Marruecos o Malasia.