“Yo sí soy heredero de las transformaciones de los socialistas”

20 may 2015 / 23:40 h - Actualizado: 21 may 2015 / 21:18 h.
"PSOE","Elecciones Municipales 2015","Juan Espadas"
  • La entrevista se llevó a cabo en el Cortijo de la Gota de Leche, en las dependencias de la hemeroteca de El Correo de Andalucía. / Rodríguez Aparicio
    La entrevista se llevó a cabo en el Cortijo de la Gota de Leche, en las dependencias de la hemeroteca de El Correo de Andalucía. / Rodríguez Aparicio
  • Espadas posa sonriente para la cámara. / Rodríguez Aparicio
    Espadas posa sonriente para la cámara. / Rodríguez Aparicio
  • El candidato socialista a la Alcaldía sevillana, Juan Espadas, en una pausa de la entrevista con El Correo. / Rodríguez Aparicio
    El candidato socialista a la Alcaldía sevillana, Juan Espadas, en una pausa de la entrevista con El Correo. / Rodríguez Aparicio

Juan Espadas es el sevillano con el que todo el mundo se iría a tomar una cerveza. El problema es que Zoido también lo es. Ambos pleitean en las urnas tanto en programas cargados de artillería como en encanto personal. Espadas cuenta a su favor con la fascinación de lo inédito, el meritorio renacimiento del socialismo local (que venía de haberse quemado a lo bonzo tras doce años de gobierno municipal) y unas propuestas muy sólidas que Sevilla se merece ver cumplidas. Pero cuidado, que Zoido no está a por uvas.

—Zoido dice que va a erradicar el Vacie.

–Alguien que durante cuatro años ha sido alcalde de la ciudad no puede venir ahora a convencernos de que sí se va a ocupar del Vacie.

Hace cuatro años por estos mismos días se vivió lo que se denominó efecto Zoido...

–Ah, yo creí que era el 15M.

...que finalizó con una victoria histórica del PP con muchísimo voto prestado y 20 concejales. ¿Hay ahora un efecto Espadas?

–Está claro que hace cuatro años había en la calle la necesidad de un cambio, un gobierno que se había desgastado y había perdido la confianza de los vecinos, y el señor Zoido tenía el respaldo mayoritario como se demostró en las urnas. Cuatro años después, ese respaldo mayoritario se ha dilapidado; esa confianza y ese apoyo, todas las encuestas dicen que casi la mitad de ese voto ya no confía en el señor Zoido, considera que es un gobierno agotado y sin iniciativa ni capacidad de gestión, y ese efecto de cambio es el efecto Espadas: la necesidad de una alternativa de gobierno.

¿Se hace legatario de la herencia socialista aquí en Sevilla?

–Yo me hago legatario de las transformaciones y la ambición de ciudad que los socialistas hemos tenido siempre en Sevilla. Que significa que gobernar es cambiar las cosas, transformar la realidad que no te gusta, conseguir que Sevilla sea una ciudad vanguardia en aquello que te propongas. Equipamientos sociales en los barrios, determinadas apuestas en materia de sostenibilidad, ocupación y casi democratización del espacio público... Parece que esas cosas siempre estuvieron ahí, pero no: las pusieron los gobiernos socialistas. Yo sí me hago heredero de esas transformaciones.

¿Considera normal que a pocas semanas de la puesta en marcha del rascacielos aún no haya plan de movilidad al respecto?

–Hombre, considero que es una irresponsabilidad que el Ayuntamiento no se haya tomado en serio en estos cuatro años, antes de la puesta en funcionamiento de la torre, reordenar los flujos de tráfico en esa zona. De verdad, no es tan complicado. Primero, un transporte público más potente. Hay que conectar la estación de Cercanías de la Cartuja con torre Pelli, Torre Triana y la línea 1 de Blas Infante. En segundo lugar, hay que reforzar Tussam en determinadas horas, a determinadas zonas. Conectarla mejor con Santa Justa, San Bernardo... En tercer lugar, es evidente que la Plaza de Armas, más pronto que tarde, saldrá de su emplazamiento para acercarse más a Torre Triana, más allá del puente. Eso liberará más aún de tráfico la zona. Y luego, los vehículos del parking hacia dónde deben salir. El señor Zoido plantea lanzarlos como un cañón a través de un puente hacia la calle Torneo. Yo lo que propongo es que salgan unos en dirección norte a través de la Avenida Carlos III y otros en dirección sur a través de la carretera de la esclusa.

¿Qué propuesta presentáis para solventar el marrón de las Setas?

–Hay dos sobrecostes: el de la obra y el de Zoido. El de la pésima gestión y la cerrazón del señor Zoido. A mí me gusta desdoblarlo, porque ya lo hemos metido todo en el mismo paquete y claro, al señor Zoido le interesa hablar del sobrecoste de la obra que dejó el señor Monteseirín, pero es que desde 2011 hasta aquí hay un sobrecoste temerario que es el que dice la sentencia, que de manera temeraria se cerraron las puertas a cualquier tipo de negociación y a cualquier tipo de pago. Zoido cerró la caja y no quiso saber nada con los señores de Sacyr durante cuatro años. Claro, ahí se han acumulado una serie de pagos pendientes y unos intereses de demora, unas condenas en costas... Se ha agravado. El sobrecoste de la obra era bastante inaceptable, y eso ya no tiene solución: o terminas o qué haces con una obra a medio camino. Una vez que sucede eso lo que hay que hacer es asumir esa deuda, gestionarla y sacar mucho más valor a las Setas. Esto no se lo ha tomado en serio el Ayuntamiento en estos cuatro años. Aquello funciona ahora mismo porque tiene una potencia como icono de la ciudad y su poder atractivo; las Setas, pese a que se las quisieron cargar, han superado la carga negativa que la derecha de esta ciudad les ha impuesto porque los ciudadanos las han hecho suyas y convertido en un icono. Pues ahora, hagamos que ese icono sea capaz de devolver más pronto la deuda. Sentarse con Sacyr, cosa que yo haré a partir del 24 de mayo. Estoy seguro de que con una negociación entre ambas partes podremos llegar a una fórmula que no sea tan gravosa para la ciudad.

Parlamento: ¿cree que afecta negativamente a sus siglas la situación de bloqueo que se vive?

–No. Yo creo que les afecta a todas las otras siglas. A todos aquellos que tienen bloqueada la gobernabilidad de Andalucía.

-¿Tiene usted intención de cubrir las 800 vacantes que dice su programa que hay en el Ayuntamiento de Sevilla?

–Hay que iniciar un plan de cobertura de vacantes progresivo. Ya lo he hablado con los sindicatos, que son bastante prudentes y saben cuáles son las limitaciones que tiene esto. Pero por donde vamos a empezar es por activar las bolsas de empleo municipal en servicios esenciales que tienen que estar mejor cubiertos. La primera de ellas será la de peones del Ayuntamiento para dotar mejor las vacantes de limpieza en los colegios para que estén listos en el arranque del curso 2015/2016.

¿Tiene el propósito cuando sea alcalde de asignar al Ayuntamiento un papel más protagonista en la organización de la Semana Santa, habida cuenta de fenómenos como los de la última Madrugá?

–Las fiestas mayores para nosotros son de tal importancia que tenemos que estar absoluta y permanentemente dispuestos a revisar los dispositivos, a actualizarlos; a cuando se detecta alguna cuestión, mejorarlos... Y tenemos más que detectado que la Madrugá y algún otro elemento de la Semana Santa y la Feria hay que sentarse, discutirlo y mejorarlo. Y esto no pasa nada, este temor de esto mejor no se toca, que no se hable, o esto es que es así... Hombre, no: todo en la vida es revisable y analizable. Aquí no hay que cambiar las esencias ni cambiar nada. Hay que hablar. Y en el caso de la Semana Santa hay que sentarse con el Consejo de Hermandades y analizar en algunos puntos concretos dispositivos de seguridad mejorables, recorridos, horarios, y evidentemente al final hay muchos intereses en juego, muchos dispositivos en juego. ¿Quién es el que debe conciliar todo eso? A mí no me cabe ninguna duda: el Ayuntamiento.

¿La última palabra siempre?

–¡Claro! Porque al final, si ocurre algo el responsable último va a ser el Ayuntamiento. Por lo tanto, está claro que si la responsabilidad es la mía, yo tengo que poder, en un momento determinado en el que hay distintos intereses en juego, poder valorar y analizar que esto hay que hacerlo así. Pero no creo que haya que llegar a una situación de esto es así; creo que se puede dialogar. Lo que no se puede es dejarlo para cuando quede un mes para la Semana Santa. Es una de las cuestiones que abordaré a la vuelta del verano. Sin ningún miedo, pero con mucha responsabilidad.

Un altísimo porcentaje de su programa pasa por una mejora presupuestaria. ¿De dónde lo va a sacar?

–No es una mejora presupuestaria; lo que tenemos que intentar es mejorar los ingresos. en la medida en que consigamos la reactivación económica de la ciudad y el aparato productivo empiece a moverse, deben de empezar a generarse más ingresos. También necesitamos más capacidad de conseguir financiación externa, y me refiero a la UE como un elemento crucial para que nuestra capacidad de políticas públicas sea mayor.

Habla de reordenar ejes del centro, como Mateos Gago. ¿En cuáles otros está pensando y qué planes tiene para la Avenida?

–Lo de Mateos Gago es una obviedad. Hay que reordenar una serie de lugares que tienen una componente turística importante y no están bien planteados. Tenemos zonas en el centro, en todo lo que es el entorno de San Laureano, por ejemplo, que se pueden plantear y recuperar. Todo el entorno de Plaza de Armas es demasiado árido. Yo estoy firmemente convencido de que esta ciudad tiene que recuperar mucho más verde, arboleda, sombra, y tiene que tener más fuentes, más agua y más formas de combatir esa componente de isla de calor. Donde se ha impuesto el cemento de manera categórica hay que recuperar sombra. Más bancos, más lugares donde compartir, convivir. Hay muchas placitas. Yo tengo dos o tres arquitectas que me han hecho 25 o 30 propuestas de lo que se llama acupuntura, microactuaciones perfectamente identificadas. Algunas son de barrio, donde se propone conectar a través de ejes peatonales determinadas zonas, por ejemplo el centro de salud con el mercado, es decir, flujos de personas que hagan zonas muy atractivas desde este punto de vista, donde haya sombra, accesibilidada, se puedan compartir espacios, haya bancos...

¿Para este mandato?

–Se puede plantear.

Se propone también el embellecimiento de los principales accesos a la ciudad. ¿En cuáles está pensando?

–Eso se llama Santa Justa. Es absolutamente inaceptable. La entrada a esta ciudad de cualquier visitante que viene en el AVE no puede ser esa barbaridad que tenemos allí.

Uno de los grandes hitos de Zoido es que se adhiere al tranvía, cuando en su día dijo que era un trenecito que iba de ningún lugar a ninguna parte...

–Zoido el converso. Bueno, no entiendo de verdad por qué el señor Zoido no acepta sin más que la herencia que recibió de Monteseirín tiene elementos que él comparte. De esa manera, nos ahorraríamos tiempo y reconocemos que al final lo que hubo fue una utilización política de desgaste. Evidentemente que hay que conectar el tranvía con Santa Justa, ¡evidentemente!, como estaba en los planes del anterior equipo municipal. Y yo por supuesto que voy a continuar con ellos. Pero claro, la credibilidad que yo tengo para hablar de eso no es la que tiene el señor Zoido. El coste, de todos modos, es muy alto, y yo prefiero ir planteando antes los buses de tránsito rápido, que serían inmediatos. Sevilla Este, Pino Montano...

Entonces, ¿para qué año tendríamos tranvía a Santa Justa?

–Bueno, yo primero prefiero ver cuál sería el sistema de financiación de eso. Me tengo que sentar a hablar del metro, del tranvía, del consorcio de transportes y del billete único... Son muchos elementos y todo eso hay que ponerlo encima de la mesa. Un tranvía no es solo hacerlo; también mantenerlo.

Es usted partidario de las consultas populares. ¿Tiene alguna en mente?

–La Feria. Que no es seguramente la cosa más importante que haya que consultar a los sevillanos, sin duda, pero que es un asunto en el que como sevillano me gustaría participar con mi opinión. Por lo tanto, como hay que empezar a engrasar esa fórmula de la participación pública, por qué no coger un asunto de interés como ese y, con la reglamentación que hay ahora mismo, plantear cuál sería el nivel de participación para dar por válida una consulta, empezar a ensayar que en las oficinas de los distritos haya mecanismos de fácil acceso para que la gente pueda participar, y empezar a trabajar en esto. Evaluar también qué piensa la gente de la limpieza diaria en sus barrios y muchas cuestiones de gestión domésticas, o cuestiones puntuales que afecten a un barrio respecto a un uso u otro de algo... Se trata de fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones.

¿Qué puntos importantes de su programa serán una realidad ya en el primer año de mandato?

–Los que van ligados a los planes de empleo y planes de choque. Hay que rearmar las herramientas de formación y empleo en los principales barrios, adjudicación de viviendas vacías, poner en marcha los programas de rehabilitación de viviendas sobre todo en los bloques sin ascensores (donde hay personas que viven prácticamente presas en sus viviendas)... ese tipo de cuestiones sociales, como las que van ligadas a la alimentación, a los comedores escolares... Van a ser medidas que a lo mejor no requieren un gran presupuesto y que pueden tener una gran rentabilidad social. Y los locales, que he planteado como plan de empleo y cesión de espacios para actividades sociales, esa creo que la vamos a desarrollar a la vuelta del verano.