CUPO CATALÁN

El pacto andaluz de 2018 por la financiación queda enterrado: Gobierno y oposición abren la guerra

Los grupos rechazan sumarse a la gran movilización contra el cupo catalán que prepara el Ejecutivo de la Junta

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. / Francisco J. Olmo / Europa Press

Victoria Flores

Victoria Flores

Había grietas, pero los grupos andaluces siempre habían apostado por recuperar el pacto de 2018 para cambiar el sistema de financiación autonómica. Parece que esta etapa ha pasado y ya ninguno quiere saber nada de los demás, todos tienen sus propuestas, pero nadie tiene voluntad de llegar a un acuerdo para reformar el sistema. Ya ni siquiera todos piensan que Andalucía padezca "agravios" fiscales, algo que antes parecía un dato objetivo.

Este lunes todos los grupos del Parlamento pasaron por San Telmo para conocer de primera mano cuál era la versión del presidente de la Junta, Juanma Moreno, de su reunión con el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, que tuvo lugar este viernes en Moncloa. Todos llegaban a la sede del Gobierno autonómico con una sonrisa, pero la salida de los encuentros las caras eran muy distintas. Solo Toni Martín, portavoz del PP en la Cámara andaluza, estaba satisfecho con su conversación con Moreno.

Los portavoces de los partidos salieron de San Telmo con el mismo mensaje que Moreno tuvo al término de su reunión con Sánchez, todos se iban "con las manos vacías". Mientras que Moreno lleva el "agravio" por bandera, los líderes de Adelante Andalucía, Por Andalucía, Vox y PSOE le han acusado de estar "más en las tesis de Génova" que en la defensa de Andalucía. Sí subrayaron la necesidad de hacer uso del Estatuto de autonomía para mantener reuniones "bilaterales" con el Gobierno de España y plantearle un modelo de financiación autonómica beneficioso para el territorio.

En Moncloa conocen el acuerdo andaluz

Ya hay un sistema que el Parlamento ve con buenos ojos. En 2018 la Cámara aprobaba por unanimidad, a excepción de Ciudadanos, un pacto para reclamar un modelo de financiación justo para Andalucía. En aquel documento los grupos pidieron la nivelación de todos los servicios públicos y una partida de 16.000 millones de euros que subsanara las deficiencias que padecía Andalucía. Para subsanar las diferencias, Andalucía proponía al Gobierno de España mantener la cesión del IRPF en el 50% y subir la del IVA y los Impuestos Especiales al 70% o armonizar los tributos cedidos tradicionales y marcar mínimos de regulación nacionales para impedir agravios comparativos entre comunidades. Todo a la vez que denunciaban el uso del dumping fiscal.

En Moncloa es bien conocido este pacto, su principal propulsora fue la entonces consejera de Hacienda de la Junta y hoy ministra y vicepresidenta, María Jesús Montero. Fue la socialista la que consiguió que Moreno se levantara contra quien era presidente del Gobierno en aquel momento, el popular Mariano Rajoy, en una acción que hoy queda muy lejos. Espadas defiende las propuestas de Sánchez y Moreno mantiene un discurso similar al del resto de los barones del PP.

La sorpresa de la jornada llegó de la mano del secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, que se alejaba de esta línea de los agravios y negaba que a día de hoy Andalucía "tenga un problema de financiación". Después de meses denunciando la situación perjudicial que padece la comunidad, el líder de los socialistas andaluces ha cambiado de estrategia de forma radical para señalar que el problema no es la financiación, sino el modelo que, cuando vienen "situaciones de crisis", no es capaz de responder. "Andalucía bate todos los récords en financiación", sacaba pecho el socialista del reparto de fondos del Gobierno central. Eso sí, aclaró que "ninguna comunidad va a aceptar que su financiación sea a costa de otra"

Los partidos rechazan una manifestación contra el cupo

Si Moreno buscaba cerrar el día con alguna confirmación para su gran manifestación contra el cupo catalán, no lo ha conseguido. El presidente de la Junta espera poder reeditar una movilización similar a la de 4 de diciembre de 1977, pero será imposible: los partidos le han dado la espalda. Cuando en los 70 los andaluces salieron a la calle a clamar por su autonomía lo hicieron sin siglas y Moreno esperaba que los ciudadanos volvieran a llenar las calles de la comunidad para protestar contra los agravios que podría provocar el cupo catalán, pero los portavoces parlamentarios le han borrado esa idea de la mente.

La presidenta del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, Maribel Mora, aseguró que su formación considera "un error" movilizarse contra los catalanes y frente a esto, propuso que los andaluces salgan a la calle a "defender" el Estatuto de autonomía, que creen que "ha caído". Ni siquiera Vox, más cercano ideológicamente al PP ha aclarado su participación en esta hipotética manifestación. Su líder andaluz, Manuel Gavira, vaticinó la "instrumentalización por parte del PP" de las movilizaciones contra lo que ellos denominan como "el cupo independentista".

Por el momento, Moreno solo ha podido tener el respaldo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), que comparten un discurso similar al del presidente autonómico sobre los perjuicios que puede provocar la financiación singular. "Se pretende privilegiar a un territorio frente a otros, a unos ciudadanos frente a otros, y eso rompe los principios de igualdad entre todos los españoles y el de solidaridad", señalaba la patronal a este periódico. Un discurso muy distinto al que mantienen los sindicatos, que esperan todavía a que el presidente andaluz les presente su propuesta. Habrá que esperar todavía para ver si Moreno consigue su gran cruzada contra la financiación y contra Sánchez.