La ROSS conoce a Buster Keaton
La Sinfónica repite experiencia cinematográfica de la mano del compositor y director estadounidense Timothy Brock, y sintoniza plenamente con el público
Juan José Roldán
Timothy Brock parece estar encantado con los maestros y maestras de la Sinfónica de Sevilla, con el público sevillano y hasta con el Teatro Lope de Vega, al menos esa es la impresión que nos dio anoche, así que repite experiencia después del éxito obtenido la temporada pasada con las películas de Chaplin El chico y Luces de la ciudad. Ha seguido con la estela de los grandes comediantes del cine mudo y le ha tocado el turno naturalmente a Buster Keaton y ese prodigio cinematográfico que fue y siegue siendo El maquinista de La General o The General según su título original, algunas de cuyas épicas secuencias parecen haber inspirado ciertos episodios homenajeados en Babylon de Damien Chazelle, en cines con sus pros y sus contras.
Inspirada en un libro sobre la Guerra de Secesión en el que un grupo de soldados del norte se disfrazaron de sudistas para robar un tren confederado y dirigirse junto a sus camaradas, hasta que fueron capturados y ejecutados, Keaton limó asperezas para adaptarse mejor al espíritu de una comedia y fijó su punto de vista en un héroe anónimo, el maquinista del título, rechazado repetidas veces para alistarse en el ejército del sur, ante la incredulidad de su amada, Marion Mack, que lo creía más bien un cobarde. El maquinista Johnnie Gray persigue por azar a este grupo de enemigos unionistas que roban el tren con su amada dentro, hasta coronarse héroe dentro de una estructura deliberada y felizmente simétrica y una narrativa épica por los cuatro costados. Es el film estrella de un héroe que no sonríe pero se muestra determinado, provocando los más hilarantes y memorables gags y exhibiendo una humanidad férrea y un sentido del espectáculo notable e increíblemente desarrollado teniendo en cuenta unos recursos que hoy consideraríamos precarios, pero que ni siquiera ahora deslucen en pantalla.
Música perfecta en ritmo y estilo
Con la orquesta inspirada e incentivada, Brock propuso su propia partitura, escrita en 2005. El compositor americano ha reconstruido varias bandas sonoras de autores como Shostakovich (New Babylon), Antheil, Saint-Saëns (L’assassinat du duc de Guise) o Chaplin (Tiempos modernos, Luces de la ciudad, La quimera del oro) y ha compuesto nuevas partituras para Amanecer y Nosferatu de Murnau, El gabinete del Dr. Caligari de Wiene y El abanico de Lady Windermere de Lubitsch, entre otras. Buen conocedor y auténtico especialista del medio, sus obras se adaptan como un guante al estilo de la época, consiguiendo resultados tan sorprendentes y estimulantes como el disfrutado anoche en el teatro de la Exposición de 1929. Tres años antes se estrenó esta película que a lo largo de los años ha contado con diversas partituras, pero nunca en su estreno. Compositores como Konrad Elfers para su reestreno en 1962, el consumado especialista en el género Carl Davis en 1987, Robert Israel en 1995, y hasta el japonés especializado en Manga Joe Hisaishi, han prestado su talento para ilustrar las imponentes imágenes de este hito del cine épico y los divertidos gags que atesaora y todavía sintonizan con el público actual. La de Brock resulta pegadiza gracias al insistente recurso del leit motiv y un tema principal a ritmo de tren especialmente inspirado, así como sus recurrentes marchas, algunas extraídas y recuperadas de la época revivida en pantalla.
Los y las maestras de las ROSS parecieron divertirse con la propuesta de Brock, se ciñeron como un guante a sus indicaciones y sus diversos humores y estilos, que incluyen el tan representativo dixie de la época evocada o el foxtrot y el ragtime de aquella en que se concibió el prodigio, con la sección de metales especialmente inspirada, en perfecto estilo y un sentido muy elocuente de la narrativa y del espíritu vintage que inundó la función. Especialmente relevante fue la intervención de la percusión, dispuesta en los balcones bajos junto al escenario, y con la que brilló sobre todo Louise Paterson emulando los efectos de sonido más variados, desde martillazos a golpes cómicos, relámpagos y truenos o explosiones, aunque en algún momento atisbó una pequeña desincronización que podría haberse quizás evitado con un monitor de referencia. Destacable fue también la intervención del trío de violines solistas, en solos o en diálogos muy expresivos. No faltó ritmo y vigor, siempre a un excelente nivel, lo que provocó que el público respondiera al trabajo de la orquesta con un cálido, largo y sincero aplauso, lo que demuestra que esta propuesta debería asentarse, material hay para aburrirse.
ROSS ****
El maquinista de La General, de Buster Keaton y Clyde Bruckman. Proyección de la película muda con música de Timothy Brock en directo. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Timothy Brock, dirección. Teatro Lope de Vega, viernes 3 de febrero de 2023
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