Nuevo plan estratégico

Endesa prevé invertir 9.600 millones hasta 2027 y reafirma su intención de dejar de vender gas en 2040

La compañía aspira a obtener un beneficio neto de entre 2.000 y 2.200 millones de euros al final del periodo, por debajo de lo previsto en su anterior hoja de ruta

Endesa eleva prevé invertir 9.600 millones hasta 2027 y reafirma su intención de dejar de vender gas en 2040

Endesa eleva prevé invertir 9.600 millones hasta 2027 y reafirma su intención de dejar de vender gas en 2040

Sara Ledo

Sara Ledo

Endesa prevé invertir 9.600 millones de euros en los próximos tres años en la Península Ibérica --España y Portugal--, lo que supone un 8% más frente a la previsión recogida en su anterior hoja de ruta (2024-2026) y lleva a la empresa a abarcar un récord histórico de inversiones en esta geografía. Además, reafirma su objetivo de dejar de vender gas en 2040, como había avanzado hace tres años su matriz, la italiana Enel, a pesar de que tras la crisis energética decidió paralizar este proceso.

En los próximos tres años, la compañía, propiedad de Enel en un 70%, invertirá unos 4.000 millones de euros en redes eléctricas --frente a los 2.800 millones del plan 2024-2026-- y unos 3.700 millones en generación renovable --frente a los 4.300 millones del plan anterior--, pero con menos foco en la energía solar y más en la eólica y la hidráulica. Además, eleva en 100 millones, hasta los 1.000 millones las inversiones destinadas a sus activos nucleares y ciclos combinados y mantiene en 900 millones el dinero que dirige al negocio de comercialización de energía, con el objetivo de acabar 2027 con 7,1 millones en el mercado libre, un 6% más respecto a los 6,7 millones actuales.

Todo ello para alcanzar un beneficio bruto de explotación de entre 5.600 y 5.900 millones en 2027 --el mismo que había previsto para 2026 en el plan anterior-- y un beneficio neto de entre 2.000 y 2.200 --en este caso, por debajo de la horquilla de entre 2.200 y 2.300 millones prevista hace un año--, lo que supone una tasa de crecimiento anual acumulado del 7%.

La deuda neta aspira a mantenerla entre los 10.000 y 11.000 millones --frente a los 8.000 y 9.000 millones del plan 2024-2026--, un 10% más debido al incremento de las inversiones y el pago de dividendos que se verá compensado por el sólido flujo de caja y la aportación de socios externos que se sumen a proyectos renovables. La compañía ha anunciado un dividendo de un euro por acción hasta 2027 y eleva casi un 10% la remuneración prevista para 2024, hasta 1,2 euros por título.

'Reparar' y construir más líneas eléctricas

El foco en las redes son el principal destino de la inversión de Endesa en los próximos años, en línea con el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) diseñado por el Gobierno español, con 4.000 millones de euros. Más de la mitad (55%) de ese dinero se destinará a la red actual, unos 2.200 millones, mientras que el 45% restante (1.800 millones) se dedica al despliegue de nuevas líneas eléctricas.

En concreto, Endesa prevé dedicar 1.000 millones a mejorar la calidad del servicio actual para "optimizar la estructura de la red e incrementando la operativa en remoto de las líneas de media y baja tensión" y otros 1.200 millones a su digitalización y modernización, "mediante la renovación de componentes, la actualización de la flota de contadores inteligentes y la monitorización y control remotos".

“Es crucial mejorar el marco regulatorio para asegurar la expansión de las redes. Es una prioridad que se refleja en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) con una inversión de 52.400 millones hasta 2030 o, lo que es lo mismo, más de 5.000 millones de euros al año, lo cual más que duplica el nivel actual y si consideramos el bloqueo acumulado sería necesario triplicarlo en la próxima década", ha afirmado el consejero delegado de la compañía, José Bogas, durante la presentación de la estrategia ante analistas.

Es el mantra que rige en los últimos meses en el seno de las compañías eléctricas ante el nuevo periodo regulatorio que comienza en 2026 y que establecerá el marco retributivo de sus actividades reguladas. Las grandes eléctricas, como Endesa, son las encargadas de desplegar las redes eléctricas que conectan la nueva generación renovable y el consumo y quieren garantizarse una buena rentabilidad para el despliegue de esta nueva infraestructura, por lo que llevan meses presionando al regulador para aumentar lo que cobran por estas redes --quieren pasar de una tasa del 5,58% al 7,5%--, así como la capacidad que tienen de invertir, que ahora está limitada por ley al 0,13% del PIB (unos 1.900 millones en 2023).

Menos sol y más viento y agua

Por otra parte, el negocio de generación es el otro gran pilar, al que dedica 3.700 millones de euros con un objetivo claro: reducir su exposición al negocio solar (15% de la inversión) y reforzar el eólico (37% del total) y el hidroeléctrico (otro 37%). En este último se enmarca el reciente acuerdo con Acciona para adquirir 34 centrales hidroeléctricas por 1.000 millones de euros, que se prevé cerrar en el primer trimestre de 2025 y añadirá 626 megavatios (MW) de potencia hidroeléctrica a los 4.700 MW de los que ya dispone la compañía. El 11% restante se destinará a almacenamiento con baterías.

La compañía inició con su anterior hoja de ruta una política selectiva a la hora de invertir en activos renovables que mantendrá y que tiene por eje compartir con socios estos nuevos proyectos. De esta manera, prevé impulsar su producción renovable un 32% al final del periodo, hasta los 25 teravatios-hora (TWh). Se añadirán hasta 3GW de nueva potencia, incluidos los 626MW comprados la semana pasada, lo que situará la capacidad instalada renovable total en 13,1GW en 2027. Además, la empresa apuesta por la repotenciación, tanto en eólica como en hidráulica, para aumentar la eficiencia de estas plantas y reducir los costes de generación con proyectos ya en ejecución como el del parque eólico de Aldeavieja (Ávila) o el del embalse de Bárcena (Ponferrada), entre otros.

Prórroga del impuesto a las energéticas

Después de que el Gobierno se haya comprometido con ERCEH Bildu y BNG a prorrogar el impuesto a las empresas energéticas durante un año más para lograr su apoyo al proyecto de ley del impuesto mínimo global a las multinacionales, el consejero delegado de Endesa reconía que "todo es muy confuso" en estos momentos pero confía en que finalmente el impacto de esa medida se diluya, bien porque no se apruebe, bien porque no penalice a las empresas que inviertan en descarbonización.

"Primero diré que esta nueva norma debe ser aprobada en el Parlamento y si nada cambia eso sería imposible (por la falta de apoyos del Gobierno). Por otra parte, el Gobierno ha dicho que mantiene el acuerdo con Junts, que implica no gravar a las energéticas que mantengan un compromiso de descarbonización. Es confuso, pero creemos que hay muchas razones por las que esta tasa no debería ser aprobada, es discriminatoria en comparacion con el resto de compañías europeas, y lo que es mas importante, es momento de invertir no de poner impuestos", ha precisado Bogas.

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