INVESTIGACIÓN JUDICIAL

Moncloa descarta más implicados por el caso Koldo y blinda a Torres y Armengol: “No se teme nada nuevo”

Lo que sí reconocen en el Gobierno es que el clima generalizado de corrupción desmoviliza a su electorado, por lo que asumen un “circo” en el Congreso y comparecencias de ministros todas las semanas forzadas por la oposición

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, durante un pleno de la Cámara. / Daniel Gonzalez / EFE

El Gobierno ha situado un cortafuegos por el caso Koldo en el exministro José Luis Ábalos y a partir de ahí ha pasado al contraataque con el PP, a quien acusan de “máquina del fango” por intentar extender las implicaciones a otros ministerios y a Ferraz. A la querella contra el PSOE por supuesta financiación ilegal se suma una interpelación urgente este miércoles en el Congreso que pondrá el foco en el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su “implicación” en los múltiples escándalos de corrupción que cercan a su Gobierno, al Partido Socialista y al entorno del Presidente Sánchez”. Frente a ello, desde Moncloa redoblan no solo el armazón del blindaje a Sánchez, sino al resto del Gobierno y expresidentes autonómicos, como el ahora ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, o la presidenta del Congreso, Francina Armengol, por adjudicaciones de contratos con la trama.

Los informes muestran conversaciones de estos últimos con Koldo García, asesor de Ábalos, que actuaría como intermediario. Para tratar de "allanar el camino, a través de su relación con otros funcionarios públicos, para que una sociedad vinculada a Aldama resultara adjudicataria de contratos para la realización de test de detección del virus", según recoge el informe.

A falta de los volcados de teléfonos móviles que todavía analiza la UCO de la Guardia Civil, fuentes de Moncloa aseguran que “no se teme nada nuevo” en esos futuros informes. Más allá del exministro socialista y exsecretario de Organización del PSOE, al borde de la imputación tras certificar el Congreso su aforamiento ante el Supremo, en el Gobierno defienden que no hay ni habrá otros implicados.

“Estamos muy tranquilos”, zanjan por su parte en la cúpula de Ferraz, que además alzan la voz contra la acusación de los populares de haberse movido dinero negro en la sede del partido. “Ya vale”, reprochan respecto a la querella del PP basadas en el relato de un empresario anónimo publicado por el diario 'The Objective' que aseguró llevar "90.000 euros en bolsas a la sede del PSOE”. “Quien acuse que nos denuncie y diga a quién le dio el dinero y así nos podremos defender”, añaden las mismas fuentes de la dirección federal.

Lo que sí reconocen en el Gobierno es que el clima generalizado de corrupción genera hastío entre el electorado. Ante ello, entienden que el PP habría llegado a la conclusión de que desmoviliza más a la izquierda. Algo que no dejan de compartir, puesto que la izquierda exigiría unos estándares de integridad más elevados. De ahí que se afanen en intentar marcar distancias en su actuación contra la corrupción frente a la de los populares.

“Esperamos un circo”

“Lo importante es cómo se hace frente a la corrupción o los posibles casos de corrupción”, apuntaba este martes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. A diferencia de los populares, destacaba que el Gobierno actuó con Ábalos “con contundencia y transparencia” para recordar que a los pocos días de estallar el caso Koldo se abrió expediente de expulsión y se pide que deje su acta”.

Los socialistas entienden que el PP aprovechará esta brecha por el primer gran caso de corrupción en el Gobierno de Pedro Sánchez desde que llegó a Moncloa en 2018. “Esperamos un circo”, apuntaban fuentes parlamentarias este martes mientras la oposición llevaba el debate en el pleno del Congreso hacia los derroteros del caso Koldo. En este sentido, dan por hecho que los populares seguirán forzando todas las semanas comparecencias de ministros.

Algo que dicen asumir con “naturalidad”, aunque sí blindarán a Pedro Sánchez si el PP pide su comparecencia para dar explicaciones sobre esta trama corrupta. En la sesión de control de este miércoles al Congreso, anticipan que se seguirá elevando el tono y que Sánchez responderá remarcando que la contundencia del PSOE contra la corrupción está lejos de ser la misma que la del PP en épocas pasadas.

Moción de censura

En el Ejecutivo sostienen que mantienen el apoyo de los socios para evitar la comparecencia del presidente del Gobierno. Más aún para desdeñar los números de una hipotética moción de censura del PP con el apoyo de Vox. Después de que la presidenta del partido, Laura Borràs, no cerrase la puerta a esta posibilidad, desde su formación salieron a matizar sus palabras para aclarar que “no estamos del lado del PP”. La propia Borràs aseguró posteriormente que “es absolutamente falso que Junts o su presidenta hayan abierto la puerta a ninguna moción de censura, para concluir que su partido “está donde siempre: trabajando por Cataluña y haciendo cumplir los acuerdos adquiridos”.

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El propio vicesecretario de coordinación autonómica y local del PP, Elías Bendodo, pinchaba la amenaza de una moción censura al admitir este miércoles en una reunión a puerta cerrada de su partido en el Senado que "es muy posible" que Pedro Sánchez logre los apoyos necesarios para sacar los Presupuestos Generales del Estado de 2025. La reunión con cargos municipales del partido se emitió por un error en la Cámara alta.

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