PONENCIA DEL CONGRESO FEDERAL

El PSOE apuesta por un ‘café para todos' y elimina la referencia a las nacionalidades en su modelo federal

El texto promovido por la dirección para el debate congresual contiene su federalismo sin asimetrías con Cataluña. Se evita reconocer la "realidad plurinacional" que pactaron PSOE y el PSC en la declaración de Barcelona

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PSC, Salvador Illa, durante un acto de la campaña electoral. / FERRAN NADEU / EPC

El modelo federal del PSOE seguirá sustentándose bajo la base de la declaración de Granada impulsada en 2013 por Alfredo Pérez Rubalcaba. Sin disrupciones. Al menos esta es la propuesta que emana de la dirección de cara al debate en su congreso federal, fijado para entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre en Sevilla. “Pensamos que España debe avanzar en esa federalización justa y solidaria que recoge la Declaración de Granada y construir un modelo autonómico más descentralizado y con mayor capacidad de integrar su diversidad”, recoge la ponencia. Se aleja así de un reseteo de los postulados federales del partido y de lo que desde algunas federaciones veían como un riesgo de caer en “asimetrías”.

En el documento de 385 puntos remitido este martes a las federaciones solo se menciona en una ocasión a Cataluña. No para señalar el “reconocimiento nacional” pactado en la investidura de Pedro Sánchez con los independentistas, al igual que con el PNV en el caso de Euskadi. Tampoco para hacer referencia al concierto catalán pactado con ERC para la investidura de Salvador Illa. Esta única referencia alude a política de reconciliación para defender la amnistía y el diálogo con los independentistas: “la convivencia ha vuelto a Cataluña y se han reconstruido puentes de diálogo que nunca deberían haberse roto”.

La ponencia elimina asimismo el término “nacionalidades”, que sí se incluyó en el documento marco aprobado en el anterior congreso federal. Entonces, se aprobó un texto donde se defendía que “en el federalismo se ubican las mejores fórmulas para garantizar la cohesión social y la igualdad”, además de “respetar e integrar las diversas aspiraciones de los pueblos que conviven en España, incluidas sus nacionalidades”. No se hace referencia tampoco a la "realidad plurinacional" de la que sí se dio cuenta en la declaración de Barcelona, aprobada en 2017 por las ejecutivas de PSOE y PSC.

Si en materia de financiación hay una calculada ambigüedad para cuadrar el círculo, sin herir sensibilidades internas y sin cerrar la puerta al concierto catalán, en lo que respecta al modelo federal se apuesta por profundizar en el ‘café para todos’. “Continuaremos transfiriendo competencias a aquellos gobiernos autonómicos que lo soliciten”, se compromete el texto. En la misma línea, se plantea seguir trabajando “para actualizar los Estatutos de Autonomía pendientes de reformar”. Todo ello, “apostando por la protección, el estudio y el uso de las lenguas cooficiales en todos los ámbitos, dentro y fuera de nuestro territorio”.

Desde la lógica de la cogobernanza, se defienden tanto los mecanismos multilaterales como bilaterales. Respecto a los primeros se pone como modelo la Conferencia de Presidentes. El “órgano director de las actuaciones de cogobernanza”. Sobre los segundos se apuesta por crear “nuevas vías para la participación de las Comunidades Autónomas en asuntos estatales de su interés, además de reforzar “las comisiones bilaterales como órgano de resolución de desacuerdos”.

A nivel conceptual, más allá de las medidas concretas, el PSOE mantiene la tríada de “más federalismo, autogobierno y cogobierno”. Sin concretar, se recupera la propuesta clásica de “reformar el Senado y convertirlo en una Cámara de representación territorial que refleje de forma equilibrada la voluntad de las Comunidades Autónomas”.

Reparto competencial

Los socialistas entienden que España es ya “un país casi federal”. Pese a ello, subrayan, nuevamente sin apenas concretar, que “quedan pendientes de desarrollar herramientas federales de coordinación, armonización y participación territorial en las cuestiones estatales que mejoren el funcionamiento de nuestro modelo territorial, la cogobernanza y la prestación de servicios a los ciudadanos”.

Entre las herramientas pendientes se apunta a la necesidad de “mejorar la claridad del reparto competencial” o “institucionalizar las relaciones entre comunidades autónomas”. Esto último, por lógicas de aprovechamiento de recursos, para evitar por ejemplo que “pacientes graves tengan que trasladarse cientos de kilómetros para recibir un tratamiento, cuando pueden hacerlo más cerca en la comunidad autónoma vecina”.

Continuismo

Desde los territorios periféricos avanzan que presentarán enmiendas para abordar con mayor ambición la descentralización y el autogobierno. Ante las diferencias internas, en la dirección defienden que el partido sabe también plantear las discrepancias, pero los coordinadores de la ponencia se han inclinado más por el continuismo que por una revisión ideológica en profundidad. El texto ha estado coordinado por la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, la secretaria de Estudios y Programas, Idoia Mendia, y el presidente la Fundación Avanza, Manu Escudero.

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La dirección sigue así la senda de la declaración de Granada de 2013, volviendo a hacer referencia a sus postulados como en los anteriores congresos federales. Este documento sirvió de guía para unificar posiciones, entre los más y los menos sensibles a la descentralización, incluyendo al PSC, para coser las diferentes sensibilidades del partido en materia federal en los albores del ‘procés’. De hecho, desde algunas federaciones se alzó esta declaración para cuestionar el concierto catalán pactado con ERC.

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