Miles de aspirantes a profesor se han visto atrapados en un fuego cruzado entre el Gobierno (PP) y la Junta (PSOE). La metralla son las oposiciones, que los primeros no quieren que se convoquen y los segundos no desisten en convocar. Los rehenes son esos 30.000 opositores andaluces, que llevan entre uno y dos años gastando dinero, energía e ilusión en un proyecto laboral incierto.
Casi a la vez que el ministro José Ignacio Wert decía en el Congreso: "si yo fuera opositor, estaría dando saltos de alegría", varias opositoras, concentradas ante la Delegación de Educación de Sevilla, rompían a llorar de rabia. Las oposiciones se convocan cada dos años, o sea, que se preparan con dos años de antelación. En dos años han cambiado cuatro veces los temarios (los dos primeros cambios estaban previstos en la ley, pero los dos últimos han sido repentinos, uno lo hizo el PSOE y otro el PP).
Ahora les llegan dos mensajes contradictorios de la Junta y del Gobierno respecto a las oposiciones. Se mueven en la indefinición y la desconfianza. ¿Seguimos estudiando? ¿Compramos los materiales nuevos? ¿Y si seguimos pagando una academia y luego no convocan? ¿Y los temarios viejos los tiramos a la basura?
En algunas especialidades, como Matemáticas, Inglés y Lengua, el cambio de temario afecta al 90% del contenido. Es empezar de cero en una contrarreloj de cinco meses de estudio intensivo, acechados por la incertidumbre de no saber si otra zancadilla volverá tirarles al suelo.
Carmen Espinar, 31 años."Pedí un crédito y dejé un trabajo para estudiar"
Carmen se iba a presentar por segunda vez por la especialidad de Lengua y Literatura. Decidió jugársela: "Pedí un crédito para pagar un curso y prepararme la programación, dejé un trabajo y me metí en una academia para centrarme en los estudios". Ayer fue a la concentración y se deprimió al ver a más periodistas que opositores. El colectivo organizó la protestas vía Twitter, pero les falta información y "muchos aún no han reaccionado al shock". Los sindicatos se reúnen hoy para coordinar un calendario de protestas. "No tiene sentido estar aquí, la decisión la ha tomado el Gobierno, habría que protestar al PP", decía.
Marina Ramos, 31 años."Llevo gastados más de mil euros desde septiembre".
Marina es interina. Se tiene que presentar por fuerza a las oposiciones. Ésta es su tercera vez. Ella lo tiene más fácil, porque la última vez que concurrió, en 2010, usó los mismos temarios que ahora ha recuperado el Gobierno. Pero llevaba desde septiembre en una academia "a saco" con los temarios ahora derogados. Hay 23 especialidades de ESO, más tres de FP. Cada una suele necesitar seis libros (más la programación didáctica), cada libro tiene 300 páginas, el coste total del material oscila entre 140 y 200 euros. La cuota mensual de una academia ronda los 165 euros al mes, 1.500 euros de septiembre a junio. "Llevo ya pagados mil euros y ahora a empezar de cero. Tengo ganas de llorar. Ayer me pasé el día en la cama con fiebre", dice Marina.
Mercedes Carmon, 33 años. "A mí me han matado"
Mercedes opositará por una especialidad muy específica (Producción Agraria) para la que no editan manuales. Ella misma ha estado haciéndose sus temas a partir de biografía recogida en las bibliotecas de la Universidad. Ahora no le sirven de nada. "A mí me han matado. Los contenidos nuevos están desfasados y aún así tendré que estudiarlos", afirma.
Juan Manzano, de Editorial Mad."Todos nuestros materiales van a la basura"
Manzano es director comercial de MAD, una editorial andaluza especializada en temarios de oposiciones, la de mayor peso de la región. La orden del BOE les ha obligado a detener la producción. "Hemos dicho a nuestros autores que dejen de trabajar y a las librerías que nos devuelvan los temarios viejos, porque no sirven de nada. Van a la basura", dice. Los materiales nuevos son de 2010, están hechos, y MAD dice que los dará gratis a quienes compraron los antiguos.
Jesús Teruel, 30 años."Con este sistema, mejor que no haya oposiciones"
Los interinos, como Teruel, que están en contra del decreto 302, que prima la nota sobre la experiencia prefieren "que no haya oposiciones a que las haya con el sistema actual", en el que es más determinante la nota del examen.
