Las primarias de IU para la elegir el candidato a la presidencia de la Junta, las primeras abiertas a los simpatizantes, serán un duelo entre un maestro de Aracena y un cartero de Mairena del Aljarafe. Hace poco más de un año ambos eran unos desconocidos fuera de la organización. Pero en junio de 2013, el maestro, militante desde la fundación de IU, se convirtió en coordinador regional con el 83,8% de votos de los afiliados.
Antonio Maíllo, que aspiró sin éxito dos veces a la Alcaldía de Aracena (2003 y 2007), ahora quiere ser presidente de la Junta, o al menos a ampliar el peso político de la federación de izquierdas dentro del Gobierno de coalición con el PSOE. Maíllo encabezó una renovación generacional dentro de IU que ha culminado en estas primarias, en las que militantes y simpatizantes (14.116 personas) tienen en su mano la elección directa del cabeza de cartel en las autonómicas de 2016. Y aquí es donde aparece el cartero, Laureano Seco, con las mismas aspiraciones que Maíllo, seis veces menos avales (382 frente a los 2.209 del líder), y más nervioso y apabullado por los focos, igual que Maíllo hace 12 meses. «Pudiera parecer que estamos en desigualdad, pero no es verdad. Parto con el 50% de posibilidades», avisó ayer a la prensa.
Seco viene de la Corriente Verde Andaluza, un grupo ecologista que hace un año aún no estaba integrada dentro de IU. En la asamblea general que designó a Maíllo líder, Corriente Verde asistió «como invitada». Apenas tiene 50 afiliados, pero sus portavoces defienden que representan «la vuelta del movimiento verde» a la coalición, el regreso de muchos ecologistas que abandonaron el partido cuando se escindió de Los Verdes. De aquel cisma aún quedan heridas abiertas. IU había registrado el nombre de Los Verdes, por eso siguió llamándose IU-Los Verdes cuando la mayoría de estos últimos ya no militaban en el partido (algunos se fueron a Equo y otros formaron grupos como Corriente Verde o Primavera Andaluza).
Tan importante son estas primarias para IU conectar con las bases, abrirse a la participación que la dirección prorrogó una semana el periodo de recogida de avales porque ninguno de los cinco aspirantes que competían contra Maíllo logró reunir los apoyos. Seco sólo había sumado 105 firmas hace siete días (se quedó a 277 del tope), ni siquiera fue el segundo más respaldado. Pero sorprendentemente en la semana extra triplicó apoyos. «Ayer [por el lunes] Maíllo me dijo que estaba sorprendido por el resultado, y yo también. He pasado por 20 avales», dijo en su primera conferencia de prensa. Al candidato le preguntaron si pensaba que la dirección le había ayudado a conseguir los avales, para forzar que haya debate y que se celebren unas primarias que, previsiblemente, darán más legitimidad a Maíllo si logra imponerse. Seco aseguró haber recibido el empuje de «algunos miembros» de Izquierda Abierta y de la CUT-BAI de Sánchez Gordillo, sobre todo en la provincia de Sevilla. Pero rechazó que la ejecutiva le haya facilitado su posición. «¿No he tenido ayuda del aparato. Algunos miembros del aparato tenían mayor interés en que sólo hubiera un candidato», dijo, para acto seguido recordar que «Maíllo es el actual coordinador, y sin primarias ya sería el candidato».
También el líder de IU negó cualquier injerencia en las primarias. «Como candidato no me he movido, quería ser un candidato natural», dijo. Maíllo, como Seco, cree que «nada está escrito». «Yo era un desconocido hace un año. La audacia por la que yo y mi contrincante aspiramos es un haber», añadió. El líder de IU espera que a la votación jueves y viernes a través de la web de la coalición, y sábado vía urnas en las sedes concurran más del 41% de militantes que ha participado en la fase previa de recogida de avales. «No me considero satisfecho para nada con ese porcentaje, vamos a superarlo por mucho», dijo.
Los dos aspirantes desgranaron ayer sus programas. Maíllo desempolvó las promesas electorales de las que hablaba hace sólo un mes durante la campaña a las europeas. Seco presentó una ristra de medidas ecológicas muy de micropolítica, y llamó la atención su propuesta de poner un máximo de 3.000 euros al sueldo de todas las personas que trabajan para la Administracion, y aumentar de 109 a 140 el número de diputados en el Parlamento «sin que suponga mayor gasto». Cuando le preguntaron qué le distingue de Maíllo, afirmó: «La situación política ha cambiado. Lo que se dice que se va a hacer, hay que hacerlo. Y Maíllo no está al corriente de esta situación», dijo. Al terminar la conferencia de prensa, Seco se quitó la camiseta con el logo de Los Verdes (un sol), y se vistió con la camisa amarilla de Correos. Había dejado el coche aparcado en segunda fila, ante la sede, con las luces de emergencia encendidas. La campaña ha empezado y hoy los dos desconocidos se medirán en un único debate.
