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"Hay que preservar el sistema científico de las universidades"

El rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, inaugura los Desayunos Cum Laude con una reflexión sobre la investigación en Andalucía y su potencial para competir y captar fondos del Programa Horizonte 2020.

el 24 sep 2014 / 21:20 h.

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DESAYUNO CUM LAUDE La Unión Europea pondrá a disposición de los países miembros hasta el año 2020 cerca de 77.000 millones de euros con un objetivo: crear una ciencia y tecnología de excelencia con las que mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Este nuevo programa lleva por nombre Horizonte 2020 y fue ayer el punto de partida de los Desayunos Cum Laude, una apuesta editorial de El Correo de Andalucía (editado por el Grupo Morera & Vallejo) y Cobre las Cruces. El rector de la Universidad de Sevilla,Antonio Ramírez de Arellano, fue el invitado encargado de desempeñar una doble función: la de inaugurar el primer Desayuno Cum Laude y la de dibujar cuáles deben ser las políticas a seguir con el fin de lograr que Andalucía opte con solvencia a captar un porcentaje de estos fondos competitivos. Antes de mirar al futuro, Ramírez de Arellano hizo un repaso histórico a lo que ha sido la innovación y la ciencia en nuestro país, un viaje al pasado tras el que el balance es «positivo». Se han dado pasos «enormes» por parte de la Junta de Andalucía encaminados a dotar a la comunidad autónoma de los fondos y programas necesarios con los que se ha construido un sistema científico articulado alrededor de las universidades que compite en el ámbito internacional, reseñó el rector de la Universidad de Sevilla. Pero una vez reconocido el avance incuestionable, ¿qué hacer en el futuro? ¿Cómo puede Andalucía fortalecer su musculatura investigadora e innovadora para así poder competir en el ring europeo con otras potencias? «Hay que garantizar la supervivencia del sistema y dimensionarlo», contestó el rector, expresando en voz alta los nubarrones que lo amenazan. El principal tiene que ver con la congelación desde hace ya más de dos años de nuevas contrataciones en virtud al RealDecreto 20/2012 y su ya conocida tasa de reposición del 10 por ciento (sólo se cubre una de cada diez jubilaciones). La prohibición del Gobierno central de que se genere empleo docente en las universidades tiene un efecto directo y demoledor sobre el entramado científico. Para Ramírez de Arellano la ecuación es simple: a menos profesores, menos investigadores, y sin ellos, menos ciencia. Por eso, el rector de la Universidad de Sevilla exigió la renovación de las plantillas. «Ya no es sostenible tener el grifo cerrado», apostilló. Abundando en esta reclamación, Ramírez de Arellano lamentó que la estrategia de los gobiernos en momentos de crisis sea la de «aplazar convocatorias y pagos». «Ya no se puede mantener esta actitud. Hay que volver a ciertas dosis de normalidad». El guante fue recogido por el director general de Universidades de la Junta de Andalucía, Manuel Torralbo, que anunció la intención del Gobierno de Susana Díaz de sacar «en días» una «importante» convocatoria de plazas de ayudante doctor, así como desveló también que en este trimestre la Junta estará en disposición de publicar su Plan de Investigación. El Plan Horizonte 2020 es la continuación del Programa Feder (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), cuya finalidad era fortalecer la cohesión económica y social en la Unión Europea corrigiendo los desequilibrios entre sus regiones. El rector de la Universidad de Sevilla llamó la atención sobre la necesidad de que en el caso de los fondos del Horizonte 2020 –para cuya captación reclamó ir de la mano todos los agentes implicados y no hacer guerras «individuales»– estos «se inviertan verdaderamente en innovación, que no se usen para tapar marrones». Por eso, apostilló, «la gobernanza de estos fondos tiene que ser transparente». Nuevamente al quite estuvo el director general de Universidades para el que «la cultura de la transparencia ha llegado para quedarse». Por último, el rector se afanó en romper con el «mito» en virtud del cual la universidad y el tejido empresarial viven de espaldas el uno del otro. En presencia del director-gerente de AICIA, PabloCortés, y del director general de la Corporación Tecnológica de Andalucía, Elías Atienza, Ramírez de Arellano recalcó que la Universidad de Sevilla capta todos los años en torno a 20 millones de euros en investigación contratada. «Algún año esta cantidad ha superado a la investigación competitiva», es decir, a la investigación sufragada con fondos públicos competitivos. Pero como nada mejor que un caso práctico para que el alumno asimile la teoría, el rector puso como ejemplo de conexión entre la ciencia y la empresa la investigación desarrollada por el Instituto de la Grasa que abrió el mercado exterior a los mantecados de Estepa. El organismo dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) encontró la fórmula con la que evitar que los mantecados se pusiera rancios y con esto tan simple a primera vista, las empresas estepeñas obtuvieron el pasaporte para la exportación. Cambios legales. En el debate también hubo ocasión para el análisis desde la crítica constructiva a la política educativa. El gerente de la FundaciónCobre Las Cruces y director de Recursos Humanos de Cobre Las Cruces, Juan Román, se interesó por conocer de qué manera y bajo qué criterios se hacen los estudios que, de forma cíclica, evalúan nuestro sistema educativo superior destacando fundamentalmente sus carencias. En este punto fue en el que el rector de la Universidad de Sevilla se mostró más contundente. Como viene siendo constante desde que tomó posesión del cargo hace algo más de dos años, Ramírez de Arellano criticó los cambios normativos cada cuatro años. «No se deja funcionar a los sistemas. Las perturbaciones son constantes y esto tiene que acabarse. La estabilidad es clave», sentenció tras casi dos horas de debate.

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