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Manantial de fervor en la Puerta de Palos

Hasta la fuente de la plaza Virgen de los Reyes arriban cientos de peregrinos de la provincia en una mezcla de devoción y convivencia. El Viso del Alcor abrió la senda hace 74 años

el 15 ago 2013 / 21:54 h.

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Todos los caminos llegan a Ella en la mañana del 15 de agosto. Algunos están a punto de celebrar sus Bodas de Brillantes. Es el caso de la peregrinación del Viso del Alcor, que el próximo año cumplirá 75 años. Allí la tradición de venir andando a ver a la Virgen de los Reyes se instauró en el año 1939. Entonces un grupo de vecinos de esta zona de Los Alcores abrió la senda e inspiró otras peregrinaciones procedentes de distintos puntos de la provincia. Quizás, por ello, este año han superado todas las previsiones, al registrarse 260 peregrinos, entre los que se encuentran varios de Mairena del Alcor y otros tantos de Alcalá de Guadaíra. Aún no ha amanecido en la plaza Virgen de los Reyes, cuando este batallón de fervor mariano toma la fuente que se levanta frente a la Puerta de los Palos. Al frente del mismo, como guía de los pasos que han dado durante toda la noche, sobresale la bandera de raso celeste de la asociación de fieles de la Virgen de los Reyes del Viso. “Es una tradición que hemos conservado desde hace años. Siempre venimos a este punto, a verla de salir a las ocho de la mañana”, explica Antonio, sacristán del convento de la Merced donde se venera, añade, una réplica de la Virgen de los Reyes, “la más antigua que se conserva”. Este año el camino ha sido especialmente duro por las altas temperaturas, pero aun así se ha completado “con mucha ilusión”, apunta Antonio, quien recibe el aliento de otros paisanos que acaban de llegar en coche: “Nosotros hemos venido a recogerlos y a pedirle a la Virgen”, confiesa Loli y su amiga. Todos juntos aguardan que el palio de tumbilla asome a la plaza. Mientras llega ese momento, el padre José Manuel Pineda, párroco de las Navas e hijo del Viso del Alcor, explica la importancia de estas convocatorias: “De un lado, el sentido religioso que tienen, pues invitan a la oración y al encuentro con Dios. De hecho, muchos han confesado por el camino. Y, de otro lado, la convivencia que se hace en este tipo de actos con paisanos del pueblo”. Lo dice con la experiencia y la autoridad que conceden haber realizado 15 caminos de la Virgen de los Reyes: “Lo recomiendo a todos los pueblos. Hay que seguir fomentándolos desde la Archidiócesis. Yo hice el primero tras la muerte de un tío mío y fue muy reconfortante”, alienta el sacerdote que luce en el cuello la medalla de la asociación de files visueña y una medalla conmemorativa del nombramiento de la patrona sevillana como alcaldesa honoraria del Ayuntamiento hispalense. Muy cerca, al otro lado de la fuente, frente al Palacio Arzobispal, brota una devoción novel. Alberto Ríos se estrena en esto del cayado y la mochila. Viene de Sanlúcar la Mayor, con la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Este día de fiesta no está en la playa, ni en casa durmiendo la mañana. Se ha hecho 23 kilómetros para cumplir con una promesa que le hizo a su Virgen de los Reyes, pues en su casa la devoción les ha llevado a hacerse hermanos de la patrona. Alberto no puede contener la emoción cuando ver moverse el paso y recibir los primeros aplausos: “La Virgen me ha curado de un cáncer”, se sincera mientras se abraza a su esposa. También la juventud busca su sitio en la fiesta de la Asunción. Gabriel y otros 50 chavales de la Vera-Cruz de Alcalá del Río siguen por las gradas catedralicias el discurrir del paso de la patrona. Es su primer año y no quieren perder detalle. “El año pasado fuimos a San Benito en Castilblanco y este, aquí”, indican mientras lucen pañuelos verdes al cuello haciendo suya una mañana en la que también los pueblos sevillanos se postran ante la sonrisa que conquistó esta ciudad.

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