Todavía hoy se cantan letras sonrojantes como "Te dé un tiro y te mate/ como sepa que diviertes/ a otro con tu cante". Y todavía se lee Las mil y una noches como una sucesión de inocentes cuentos orientales, despojados de su intrínseco machismo. De una cosa y de la otra ha tirado José Luis Ortiz Nuevo, a petición de Luisa Palicio, para dar forma a un rotundo alegato contra los malos tratos a las mujeres que se presenta bajo el título Cuatro noches.
La bailaora revelación de la pasada Bienal quiso inicialmente "recordar a cuatro grandes bailaoras como La Argentina, Pilar López, Milagros Mengíbar por supuesto, y Carmen Amaya; no pretendiendo ni mucho menos imitarlas, pero sí hacerles un homenaje a cada una".
El hilo conductor lo encontró Ortiz Nuevo releyendo y revisando viejos cantes, y confrontándolos con la realidad actual. "Los telediarios están llenos de mujeres asesinadas por locos, y eso no podíamos soslayarlo. En esta obra, yo actúo como el cómico que va contando un cuento, pero con la licencia de convertirme puntualmente en el asesino, en el agresor", adelanta.
Con dirección escénica de Mostapha Bahja, Cuatro mujeres se convierte así en "un recital de baile clásico a la par que un alegato contra la violencia de género", en palabras de Ortiz Nuevo, quien cree que "la historia del flamenco cuenta con testimonios de sobra acerca de su machismo trasnochado", pero que al mismo tiempo confía en la capacidad de este arte para cambiar las cosas: "Este no es un espectáculo dado a la risa o la complacencia. Queremos que la gente se conmueva; que cada cual, al salir del teatro, haga lo que considere más saludable. Y que los cantaores tomen conciencia también de los mensajes líricos que transmiten. Ojalá que letras como Mi cuchillo le clavé... de Caracol no se canten nunca más", dijo.
