Hace unos años se echaron a la calle para pedir colegios, centros de salud, zonas deportivas, seguridad ciudadana, autobuses, limpieza... «En definitiva, dotar al nuevo barrio de los servicios que otras zonas de la ciudad ya disfrutaban», apuntan desde la asociación vecinal Pro Sevilla Este. Ahora sus residentes están dispuestos a volver a movilizarse y tomar la calle para manifestar su oposición a la nueva gestión de las instalaciones deportivas Sendai de la que se benefician más de 300 niños y jóvenes.
Hace quince años los vecinos lograron que se habilitaran estas pistas deportivas para atender la demanda de las viviendas sociales construidas en los sectores 14 y 15. Entonces, según recuerdan, «fue a base de movilizaciones y reivindicaciones» y las «asociaciones de vecinos y la lucha vecinal mano a mano con cientos de vecinos tuvieron su recompensa». Desde un primer momento estuvo gestionado por un equipo de padres y vecinos para que los más pequeños pudieran hacer ejercicio con facilidad. Sin embargo, el pasado mes de diciembre algo cambió. Según denuncian los vecinos de Sevilla Este el Instituto Municipal de Deportes (IMD) del Ayuntamiento cedió estos terrenos a una entidad privada para «sorpresa de todos» y «de un día para otro». Ello conllevó algunas variaciones, en especial en cuanto a la cuota que venía abonándose para su cuidado y mantenimiento. Critican que se haya triplicado el precio, pues recuerdan que «antes los niños pagaban tres euros y ahora deben pagar nueve» cuando «son los mismos servicios» que se venían prestando hasta ahora.
Aseguran que «al Ayuntamiento le dan igual las particularidades y necesidades de este barrio entregando la gestión a un club que pide tres veces más de lo que ahora se estaba pagando, saltándose incluso el acuerdo de bonificación que la delegación de deportes otorgó a los equipos federados y niños que juegan desde hace años en Sendai». Desde la entidad Pro Sevilla Este se insiste en que «el Ayuntamiento y su actual equipo de gobierno «no pueden privatizar la sanidad y la educación» porque no son de su competencia «pero sí pueden privatizar lo que si lo es como es el caso de esta instalación deportiva, saltándose bonificaciones aprobadas a final del pasado año y pasando por alto las necesidades y problemática de este barrio». Y es que recuerdan que este complejo vino a compensar a una zona del barrio «con muchas carencias», facilitando con actividades y gestión compartida la integración del lugar de la ciudad «con más cantidad de viviendas sociales».
Quieren que aquello vuelva a estar gestionado por padres y vecinos, como se acordó desde un primer momento y «porque iba funcionando bien». Y, sobre todo, que se respeten los precios, sin subidas de abonos. Es por ello que amenazan con movilizarse si el consistorio no da marcha atrás. «Las asociaciones como Pro Sevilla Este dejamos de tener una voz activa. Como muchas otras, hemos estado durmientes resolviendo temas puntuales vecinales pero no somos ciegos, ni sordos, ni mudos, y no podemos permitir ir a peor, dar pasos atrás por el interés de negocio de este gobierno». Aun no saben cómo será el calendario de acciones, pero sí que se echarán a la calle para denunciar este «paso atrás» y para que «las excusas de la crisis y de la austeridad no justifiquen el espíritu mencachife de este Ayuntamiento».
