Han hecho rifas, vendido pulseras y no hay una noche que no sueñen con el momento en el que las camaristas oculten el rostro de la Blanca Paloma con el pañito de la juventud de Gines. "Serán apenas unos tres o cuatro minutos, pero ahí estará todo el pueblo de Gines con la Virgen: jóvenes, mayores, niños, enfermos..." Es el regalo de los grupos jóvenes de este pueblo del Aljarafe, que ha querido colaborar en el traslado a Almonte de la Reina de las Marismas del día 19.
La idea surgió hace unos meses cuando cofrades ginenses visitaron el tesoro de esta devoción andaluza y contemplaron los distintos pañitos de las venidas de la Virgen. "Pensamos que podía ser un regalo precioso de todos los grupos jóvenes del pueblo. Nuestro párroco escribió a la Hermandad de Almonte para trasladarle la propuesta y tras recibir su bendición, nos pusimos manos a la obra", relata emocionada Carmen Mateos, delegada de Formación y Juventud de la filial rociera de Gines.
En dos meses y medio, los jóvenes de las cuatro corporaciones locales (Rocío, Sacramental, San Ginés y Rosario y Santa Rosalía) se han movilizado para recaudar fondos entre los lugareños. Para ello, han ingeniado todo tipo de actividades para sufragar la confección del pañito. "Hemos rifado un cuadro de la Virgen de Pastora, hemos vendido pulseras conmemorativas del traslado y todo lo que hemos podido para lograr los 900 euros", que ha costado esta nueva pieza que ya forma parte del rico ajuar que posee la Blanca Paloma.
Un precio que se multiplica por cien en labios de estos jóvenes: "Para nosotros tiene un valor sentimental incalculable. Nos hace mucha ilusión que la Virgen del Rocío lleve algo de Gines, un pueblo donde se le quiere tanto". Este argumento ha jugado a su favor en la causa recaudatoria: "Hemos tenido mucha suerte, pues se ha volcado todo el pueblo, comprándonos papeletas", insiste Carmen, que reconoce tener una espinita clavada en el corazón: "No se lo hemos podido enseñar a los vecinos. No lo ha visto nadie, ni tampoco tenemos foto".
Y es que tal ha sido el cariño con el que lo han preparado todo que hasta han tenido un proceso de selección para escoger el diseño: "Cada uno se ha preocupado de presentar un proyecto, que finalmente hemos apostado por el mejor de todos". La obra lleva la firma de Sergio Cornejo, arquitecto municipal y, entre otras, autor del diseño de la corona de la Virgen de los Dolores y de la nueva saya de la Virgen de la Estrella que realizara Garduño para la dolorosa trianera. "Nos gustó mucho la ilusión que le puso al proyecto", aclaran.
El pañito, realizado en los talleres de Santa Bárbara, recoge en sus bordados el voto en acción de gracias que el pueblo de Almonte hizo a la Virgen en 1813 y que dio origen al actual Rocío Chico. "Tiene un recuerdo a la invasión de las tropas napoleónicas, sin olvidar la obligada alegoría de Pentecostés con el anagrama de María, la corona y una paloma, símbolo del Espíritu Santo", detalla Carmen Mateos.
Los promotores están muy satisfechos con el resultado de la obra. "Ha merecido la pena con creces, tanto esfuerzo y trabajo", sobre todo cuando en la entrega del pañito a Almonte, la camarista se mostró "muy contenta" con la pieza y les aseguró que será éste el que cubra la cara de la imagen antes de tomar el Camino de los Llanos que le lleve al reencuentro con su pueblo en la mañana del 20 de agosto en la zona del Chaparral. Será el momento más esperado. Allí estarán estos jóvenes rocieros y cofrades de Gines, que no pueden ocultar los nervios al hablar del traslado: "Iremos con las cámaras de foto para tratar de inmortalizar cada imagen, cada detalle, pues será muy importante e histórico". Son conscientes de que serán apenas "unos tres o cuatro minutos", pero que disfrutarán luego toda una vida.
