Pablo Iglesias, fundador de UGT en 1888, se removería de su tumba por los disgustos de su cúpula andaluza. Un #Infraganti centrado en la decepción y trapicheos de una UGT lejana al tajo laboral levantó ampollas ‘federales’
Quien suscribe fue militante de UGT durante meses en 1979. Al constatar tejemanejes dejó de pagar cuotas. Pero la ‘ficha de afiliado’ contaba para pedir dinero de todos años y años. Añade que no percibe un céntimo en este Correo, decano de los medios sevillanos, que fundara el Cardenal Spínola en 1899. Intenta una lealtad al espíritu fundacional de este periódico hoy digital que así reza: ‘Ni un solo trabajo, ni una sola línea, ni una sola letra de las que en él se publiquen dejen de encaminarse a la defensa de la verdad y de la justicia’.
El pasado sábado publicó en esta sección un trabajo de opinión [el firmante no es periodista, apenas un observador curioso] contrastado entre decisiones judiciales firmes, testimonios personales y noticias solventes titulado ‘UGT, Paz social y otras corruptelas’ Pues bien, ese artículo centrado en hechos ya difundidos y la decepción de ex militante levantó ampollas que llegaron hasta la mismísima Comisión Ejecutiva Confederal de la UGT fundada por un Iglesias que se añora.
Rafael Fernández Cañas, Jefe de Gabinete del Secretario General y Director de Comunicación en un texto mejorable repite, por dos veces, que el artículo de tan modesto escribidor es un ‘libelo’ y -por triplicado- que la UGT es ‘absolutamente democrática’ aunque nunca cuestiona la soberanía del afiliado. Sobre libelo añadir sólo que opinar no es denigrar, expresarse sobre verdades es criticar a veces, pero jamás entraña ‘....cúmulo de insultos, errores e informaciones tergiversadas y falsas con el único propósito de desprestigiar a esta organización.....’ según Fernández.
Es llamativo cómo hace llegar su réplica UGT desde su matriz al Correo. Más curioso es que UGT-A no tenga Gabinete de Comunicación ni autonomía para la réplica ni su líder andaluza, Carmen Castilla, suscribe lo que al cabo hacen desde Madrid.
Obviamente un artículo de prensa sevillana ha molestado en la cúpula ugetista. La creencia es que integra pauta de rechazo hacia lo que se publica con datos ‘internos’ de los desvaríos andaluces de UGT en su cúpula, no de los honestos/as afiliados/as. Ya organizaron una ‘caza de brujas’ contra Roberto Macías, filtrador de la contabilidad oculta a prensa que se proyecta consumar hasta que no viva entre barrotes. Lejos de admitir sus trapicheos y evitar nuevos fraudes, UGT-A castiga al mensajero.
Sobre la PSV se ve que da yu-yu a UGT. La verdad es esta: Los pisos sevillanos de Los Bermejales se quedaron en la maqueta. Los afectados del desvarío nunca los recibió Cándido Méndez, secretario UGT 1994-2016, ni siquiera en su chalet de Santa Clara. Méndez demostró poca candidez.
En su perorata, perdón réplica, el Sr. Fernández recalca que ‘...UGT no colocó a ningún sindicalista en las Cajas de Ahorros...’. Este Señor literalmente miente, está muy mal informado o es un milenial que archivó el siglo XX. A finales de los ochenta, quien suscribe trató en su despacho de Vicepresidente de la Caja de Ahorros de Jerez a un ex directivo de UGT al que encomendaron recuperar activos para dicha Caja, ya extinta.
Admitió en varias entrevistas que no tenía ni idea sobre su nuevo cargo y funciones y que cambió el mítin y el megáfono por las maderas nobles del despacho y el sueldazo. El pobrecito no sabía nada de un tema que quería externalizar localizado en un pueblo que empieza por ‘Chi’ en la provincia de Cádiz: ¿Chipiona, Chiclana?. Aquel individuo estuvo años en el cargo ‘enchufado’ por UGT previo designio del entonces todopoderoso PSOE. El firmante no conoció un fantasma, Sr. Fernández, vio a un listo de UGT.
El Sr. Fernández pondera el rigor de una Fundación ugetista, Esculapio, hoy desaparecida pero no desmiente una palabra de la experiencia personal escrita en el artículo que tanto molesta a UGT. Recalcar, por tres veces que es ‘absolutamente democrático’ UGT-A invita a rememorar aquel dicho romano ‘Excusatio non petita, acusatio manifiesta’. Es decir, quien se excusa, se acusa.
Doña Carmen Castilla, secretaria de UGT-A desde 2014, fue elegida por una asamblea de militantes meses después de ser designada por ‘liberados’ con el agua al cuello. Su candidatura fue única y la mayoría fue búlgara. Felizmente, los/as lectores/as lo entienden todo. Además de ser alérgica a pedir perdón a afiliados y andaluces por graves irregularidades en el manejo de dinero público que centra UGT-A, prefiere lucir el cargo bien maquillada y en recepciones oficiales, declaraciones a prensa....
Las responsabilidades políticas de UGT por los millones que manejó deben exigirse. Y se reiteran desde aquí. La Justicia, bajo el principio in dubio pro reo y presunción de inocencia, decidirá lo que sea bajo garantías procesales. Es curioso cómo se quiere zafar UGT-A de pagar una fianza próxima a los 41 millones o cómo obstaculizaron su aireada colaboración con la Justicia, donde abundaron partes médicos.
Es llamativo el silencio actual de UGT-A sobre lo pretérito. La Sra. Castilla estaría muda, y algo huérfana, desde que Susana Díaz no preside Andalucía. Su esposo, y permitan coloquialismos, era el tieso que verbalizó la faraona trianera del socialismo vanguardista, coordinó incontables cursos de UGT. Repetimos, la ex enfermera Castilla cuida mal al ‘soldado UGT’ por el que tocaron a rebato desde el PSOE mientras gobernaba.
La réplica de UGT a este modesto juntaletras hace ruegos atentarios contra la libertad de expresión. El Sr. Fernández agradecería que su texto se tuviera en cuenta ‘...para próximas publicaciones que pretendan atentar contra el trabajo y la imagen de esta organización sindical...’. Es decir, se intenta compartir un dogma lejano a la verdad, contrario a lo que dejó escrito el Cardenal Spínola.
El pasado junio la Fiscalía de Sevilla denuncia por presunta malversación de 2.699.365 euros que impagó UGT-A a la caja pública por la gestión, entre 2003 y 2006, de las residencias de tiempo libre andaluzas. La denuncia auditora dormía en el cajón del olvido hasta que el nuevo gobierno andaluz impulsa el reembolso millonario. Los dirigentes ugetistas denunciados son Manuel Pastrana y Federico Fresneda, entre otros sindicalistas y cargos de la Junta anterior.
Obviamente, el Sr. Fernández y subordinados andaluces están mudos ante un tema que es delito común, nada ideológico y que el ‘trifachito’ [así repite la Ex Presidente Díaz alianza PP-Cs que gobierna Andalucía apoyada por VOX tras descabalgarla del Palacio de San Telmo] ha impulsado para evitar más prevaricaciones. La conspiración contra UGT sigue por varios frentes, como estamos viendo, Sr. Fernández.
Sería ‘absolutamente democrático’ que UGT-A ‘colgara’ a sus afiliados, andaluces y órganos que le facilitan dinero público en un portal de trasparencia del que carece como Federación soberana. También, que tuvieran la misma velocidad ante la Justicia en atender sus requerimientos, fianzas, etc... que publicar réplicas cargadas de lugares comunes, insultos y descalificaciones absolutamente impropias de una organización llena de honestos/as trabajadores/as pero con muy mala suerte con sus dirigentes.
Por último resaltar que si, según el Sr. Fernández, entre CCOO y UGT defienden a más del 70% de trabajadores andaluces sin aportar fuente estamos a una nueva mentira del citado comunicador. Nadie en sano juicio cree un dato escrito de cara seguramente a quien le paga la nómina, que vive de fondos ajenos a las cuotas de los afiliados. Empleados públicos mayoritariamente votan a sindicatos independientes, al igual que empleados de pymes y autónomos. ¡La Andalucía de UGT es imparable!