Patrimonio
La Olavide no aclara cuándo va a trasladar su sede al Pabellón de Marruecos cuatro meses después de que lo desvalijaran
Después de que unos ladrones asaltaran el pasado julio este edificio histórico de la Expo Iberoamericana de 1929, la UPO mantenía que quería abrirlo al público en diciembre
Unos ladrones desvalijaron el 19 de julio el Pabellón de Marruecos de la Expo de 1929. Aquel día, este edificio histórico amaneció con cables tirados por el suelo, lámparas y aires acondicionados rotos y boquetes en las paredes. La Universidad Pablo de Olavide (UPO), al cargo del inmueble, quería establecer ahí su sede a partir de diciembre, aunque cuatro meses después del expolio aún no han comenzado las obras de reforma.
"Nosotros vimos hace tiempo a varios albañiles que taparon algunos agujeros para evitar que entrasen otra vez, pero desde entonces, nada más", aseguran unos empleados que trabajan cerca del pabellón. Desde el vallado todavía se observan los daños causados en el exterior la noche del robo. Incluso la puerta original, con casi un siglo de antigüedad, mantiene los mismos desperfectos que provocaron los asaltantes al intentar forzarla.
A pesar de los destrozos, los planes no cambiaron en esta universidad: "Nuestra intención es abrirlo al público en diciembre, tal como espera nuestra comunidad universitaria", afirmó Laura López de la Cruz, vicerrectora de Relaciones Institucionales de la Olavide, a El Correo de Andalucía poco después de este suceso. "De hecho la licitación iba a salir en unos días", recalcó López de la Cruz. Sin embargo, en la Plataforma de Contratación del Sector Público no aparece ningún contrato relacionado con el acondicionamiento de esta finca del 29.
Desde el Vicerrectorado de Infraestructuras aclaran que en el estudio inicial sobre el estado del edificio "se detectó que las vigas que sujetan el artesonado y la estructura metálica de la cubierta están dañadas, por lo que se ha solicitado concreción de las zonas que están afectadas y su alcance". Asimismo, informan ahora de que "se ha encargado la elaboración de un proyecto para la ejecución de la adecuación parcial del Pabellón de Marruecos para su uso como sede de la Universidad Pablo de Olavide".
"Vigilancia las 24 horas del día"
Cuando los delincuentes accedieron al interior no había guardas jurados ni alarmas. Después de conocer lo sucedido, la UPO actuó en consecuencia: "Desde el 26 de julio se han incrementado las medidas mediante la contratación de un servicio de seguridad y de videovigilancia", señalan desde la Olavide. Al mediodía de este miércoles no se encontraba ningún vigilante en las instalaciones; solo varias placas de una empresa especializada advierten de que el inmueble está protegido.
Desde el Vicerrectorado de Infraestructuras aseguran que además se han acometido "una serie de intervenciones menores al objeto de proteger la seguridad". En concreto, "el cambio de todas las cerraduras del pabellón, y el desescombro, limpieza y estabilización del destrozo realizado en el edificio contiguo al pabellón". Y en cuanto a la infraestructura, "se ha solicitado la licencia de obra a la Gerencia de Urbanismo para actuar en uno de los aseos y en el área de oficina".
Aquella noche se llevaron cobre, motores de aires acondicionados, lámparas y tuberías. Tras ello se interpuso "la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional", tal como confirmaron desde esta universidad pública. Hasta el día de hoy no ha trascendido ninguna detención vinculada a este saqueo.
Este pabellón, uno de los 25 de la Exposición Iberoamericana de 1929 que aún siguen en pie, fue la central administrativa de la delegación de Parques y Jardines hasta el 31 de marzo. Esa jornada se dejó "todo impoluto", según el empleado municipal que alertó del robo. "Desde entonces la Pablo de Olavide se convirtió en la responsable, pero esto está abandonado", contó en aquel momento a este medio.
Un año al frente, 75 de cesión
El gobierno socialista de Antonio Muñoz acordó junto con la dirección de esta institución académica el uso del Pabellón de Marruecos. Este pacto se selló de forma definitiva el pasado mes de diciembre, cuando el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, firmó junto al rector Francisco Oliva la cesión de este bien patrimonial por un periodo de 75 años.
La Olavide, en un comunicado publicado el 18 de diciembre de 2023, recogió su intención de ubicar en este edificio histórico de la avenida Moliní "la nueva sede de la institución académica en la ciudad". En este espacio del 29, según la UPO, "se desarrollará un proyecto cultural, académico, social y de internacionalización de la Universidad".
La mudanza estaba prevista para dentro de unas semanas, justo cuando la Pablo de Olavide cumple un año como encargada de preservar el inmueble. "Así lo espera nuestra comunidad universitaria", declaró a este medio la vicerrectora de Relaciones Institucionales. La puerta de madera que sella el arco de herradura desde hace casi un siglo, sin embargo, sigue rota.
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