Díaz: “No me voten. Déjenme gobernar y contrólenme”

La sesión de hoy ha constatado que los puentes entre los antiguos socios, PSOE e IU, están destrozados

05 may 2015 / 14:01 h - Actualizado: 05 may 2015 / 18:35 h.
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  • Susana Díaz, hoy en la segunda sesión del debate de investidura. / EFE
    Susana Díaz, hoy en la segunda sesión del debate de investidura. / EFE

La sesión de investidura de hoy en el Parlamento requiere de una mayoría absoluta para que la candidata socialista, Susana Díaz, salga elegida presidenta de la Junta. Pero ni ella lo espera ni lo quiere ni el resto de formaciones está dispuesto a darle su voto afirmativo. Díaz negocia, desde las pasadas elecciones del 22 de marzo, la abstención de sus rivales en segunda vuelta (la votación del jueves o el viernes) que le facilite formar gobierno cuanto antes. Negocia preferentemente con los dos grupos emergentes, Podemos y Ciudadanos, que son los únicos que le han puesto condiciones concretas. El resto, PP e IU, han llegado a la Cámara con el no por delante. Los populares y los comunistas comparten el fracaso rotundo en las últimas elecciones, los primeros pasaron de 50 escaños a 33 y los segundos pasaron de ser socios de Gobierno junto al PSOE con 12 diputados a quedar arrinconados en el Parlamento con cinco parlamentarios, y una capacidad de influencia irrelevante. La sesión de hoy ha constatado que los puentes entre los antiguos socios, PSOE e IU, están destrozados. Mucho tiene que ver la animadversión personal y política que se profesan Susana Díaz y Antonio Maíllo. En cambio, en el cara a cara de la socialista con el líder de Ciudadanos, Juan Marín, y con la de Podemos, Teresa Rodríguez, el tono no ha sido ni mucho menos tan bronco, sino dialogante y conciliador en el caso del primero, y crítico pero cada vez más próximo, en el caso de la segunda.

Ciudadanos y Podemos (e incluso IU) han encontrado y reconocido puntos en común en el discurso que ofreció ayer Susana Díaz, con 24 leyes y 135 medidas, que recogen partes del programa electoral de las fuerzas conservadoras y progresistas. Pero lo que les separa y aún dificulta la investidura es la “desconfianza” que genera la socialista, “por las promesas incumplidas del pasado”, “porque lo que dice luego no lo ejecuta”, “porque el PSOE ha gobernado durante 30 años y no ha tenido visión política” para ver ni corregir los problemas socioeconómicos que hoy afectan a Andalucía, con más de un millón de parados. Díaz se ha agarrado con las uñas a su mayoría, insuficiente para gobernar sola, pero legítima para pedir al resto que la dejen formar ejecutivo si ninguna otra fuerza piensa conformar una propuesta alternativa (la única fórmula posible pasaría por una coalición PP-Podemos). “No me voten, pero déjenme formar gobierno para que cada 15 días pueda someterme a esta Cámara y ustedes puedan hacer oposición. Les pido que me dejen gobernar y me controlen”, ha planteado Díaz a Teresa Rodríguez, aunque el mensaje ha sido el mismo para el resto de portavoces.

PP, Podemos, Ciudadanos e IU votarán hoy no a la investidura de Susana Díaz, y en segunda vuelta, la formación naranja anticipa una abstención. Ésta, sin embargo, no es suficiente si Podemos no se suma, y ahora mismo el partido morado está instalado en el no condicionado a dos medidas que el PSOE no termina de digerir: que la Junta retire sus cuentas corrientes de los bancos que permiten desahucios a familias en riesgo (Rodríguez se ha traído a la Cámara a dos afectadas y ha presentado su caso con nombres y apellidos); y contabilizar, poner nombre y aclarar las funciones de todos los cargos de confianza de la Administración andaluza, para sustituirlos luego por funcionarios. Podemos quiere cesar a todos los directores generales, secretarios generales y delegados provinciales nombrados a dedo, y con el ahorro aumentar la plantilla de profesores y médicos. Rodríguez le ha pedido la cifra insistentemente, pero Díaz no sólo no se la ha dado, sino que ha discrepado de la imagen que Podemos tiene de la Junta: “No comparto su imagen de la función pública. No creo que por ser funcionario se tiene menos tentación de meter la mano en la caja. La honradez no se gana en unas oposiciones”, ha dicho.

Todos los ojos están puestos en Podemos, que puede desbloquear la investidura antes de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Rodríguez ha tenido dos intervenciones en la tribuna, en la primera ha sido dura con Díaz y ha escenificado una ruptura total, y en la segunda, más conciliadora, ha admitido que le gusta “la música y parte de la letra” de su discurso de investidura, pero desconfía de la ejecución. Marín, al término del debate, ha anunciado que Ciudadanos no está más cerca de la abstención que del no tras escuchar a Díaz. En cuanto al líder de IU, Antonio Maíllo, el epitafio a la legislatura lo ha puesto en su primer discurso en el Parlamento: “No me voy a acostumbrar al cinismo y a la hipocresía en política. Señora Díaz, quien no la conozca que la compre”.

Esta tarde se reanuda la sesión plenaria con la intervención del PP y del PSOE. La votación se producirá inmediatamente después y, en función de la hora a la que termine, el presidente del Parlamento decidirá si la segunda vuelta (que debe ser 48 horas después) tiene lugar el jueves por la tarde, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral a las municipales, o el viernes por la mañana. Fuentes parlamentarias avanzan que la opción más factible es que la segunda votación se produzca el viernes.