La implantación de la tasa turística en Sevilla presenta más aristas de las esperadas. Cuando parecía que se allanaba el camino con las últimas declaraciones de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en las que aseguraba que, aunque no se implantaría en la comunidad, permitiría que los ayuntamientos que así lo decidieran cobraran el gravamen, ahora parece que el futuro de su llegada a la capital hispalense pasa por Madrid.
Así lo dejó ver el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, cuando instó al Gobierno central a modificar la Ley de Haciendas Locales para permitir gravar a los visitantes que vengan a la ciudad con un impuesto al igual que se hace en otras muchas capitales europeas y de otras partes del mundo. El cambio en la normativa estatal se realizaría en el marco de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en la que se encuentran varios ayuntamientos en la misma circunstancia que el hispalense. Por lo que los responsables del gobierno local confían en que este caldo de cultivo sea favorable para obtener el beneplácito del Estado y la ley pueda modificarse para que los consistorios que así lo decidan apliquen las tasas turísticas sin necesidad de tener el visto bueno de las autonomías.
En el caso de que finalmente el Ejecutivo no diera luz verde a este cambio, existe una segunda alternativa que pasaría por la Junta de Andalucía. En ese caso, el gobierno autonómico debería regular la aplicación de estos gravámenes en la comunidad. Una posibilidad que por el momento no parece estar sobre la mesa.
En cualquier caso, Muñoz insistió en «el primer paso» para la creación de una tasa turística pasa por modificar la Ley de Haciendas Locales o las correspondiente normativas autonómicas. «Los ayuntamientos por sí solos no podemos aplicarlas».
El delegado reiteró su postura favorable sobre la implantación del gravamen, que ya se aplica «en la mayoría de ciudades que viven del turismo». El gobierno local ha abierto el debate sobre la posible implantación varias veces desde su llegada al Ayuntamiento en el verano de 2015. El año pasado tanto el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, como el propio Muñoz se pronunciaron sobre la idoneidad de la aplicación de la tasa en la capital hispalense. Sin embargo, hasta ahora no había contado con el beneplácito de la Junta para su puesta en marcha. Por ello, el responsable municipal de Turismo dijo «congratularse» con el cambio de postura e insistió en la necesidad del cambio en la ley. «A partir de ahora necesitamos que se den los siguientes pasos».
Para el Ayuntamiento la tasa es «fundamental si Sevilla quiere seguir creciendo». «Necesitamos más financiación» –actualmente el presupuesto para promoción no supera los 800.000 euros y con el cobro del impuesto se superarían los cinco millones de euros– para la promoción turística y conservación del patrimonio, teniendo en cuenta que se trata de un sector clave para la ciudad. Estas cuantías «deben salir de algún lado. ¿De los presupuestos municipales? Difícilmente. ¿Va a venir de los empresarios como en otras zonas? Difícilmente. ¿Va a haber más partidas de la Junta o el Estado? Difícilmente. Por tanto todos los caminos llevan a la tasa turística», detalló Muñoz, quien concluyó que «tarde o temprano llegará así que cuanto antes mejor pues tendremos más financiación. También había quien decía que la Tierra no era redonda y luego se demostró que sí».