PACTO FISCAL

Las otras claves del pacto catalán: autopista electoral para el PP y Montero anulada en Andalucía

Moreno llama a los socialistas andaluces a rebelarse contra la soberanía fiscal a Cataluña y a expresar en público lo que asegura que muchos cargos del partido le "dicen en privado"

Juanma Moreno interviene en el Comité del PP de Andalucía.

Juanma Moreno interviene en el Comité del PP de Andalucía. / Francisco J. Olmo

Isabel Morillo

Isabel Morillo

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, se retira unos días del foco informativo sabiendo que no habrá tregua en un agosto informativo muy caliente. "El curso empezará pronto", despidió a los suyos. El acuerdo del PSOE con ERC que da la soberanía fiscal a Cataluña para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat es una bomba política con la suficiente carga como para impedir que haya calma chicha en la política española las próximas semanas.

Más allá del perjuicio económico para Andalucía de un pacto que en el Gobierno andaluz creen inconstitucional, que rompe la solidaridad, la cohesión territorial y abre una brecha los españoles, las lecturas políticas del acuerdo son muchas y hay dos que deslizan desde las filas de los populares andaluces con rotundidad. Una, que electoralmente es un regalo para el PP ante un PSOE andaluz silente y al que atribuyen síntomas de desnortamiento, ya que aún no ha sido capaz de articular un discurso frente a la concesión al independentismo. “Lo peor es el silencio de Espadas. Ese mutismo es incomprensible”, aseguran fuentes próximas Moreno. Segunda lectura: la vicepresidenta y ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, ha cercenado con este pacto fiscal su posible candidatura a la Junta de Andalucía. La vía Montero, la más temida por Moreno como rival en unas autonómicas, está ya “descartada”, certificaron desde el entorno del presidente andaluz.

Crisis de Gobierno finiquitada

Este jueves se prevé una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno de Andalucía, será telemática, para culminar todos los cambios en el organigrama en la segunda fila de las consejerías, de viceconsejerías hacia abajo. Esos movimientos darán lugar a otros: el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, espera por ejemplo que esos relevos abran huecos en su equipo municipal para hacer sus propios ajustes.

Con todo, la crisis de Gobierno de Moreno, que se ejecutó este lunes tras tres meses en compás de espera, se cierra sin más ruido ni facturas, pese a la profundidad de los cambios acometidos, la admisión de errores y la autoenmienda con esta remodelación. Relevos en consejerías clave, como Sanidad y Educación, cambio en la portavocía, incorporaciones en áreas estratégicas que acusaban un desgaste importante… todo eclipsado por el pacto fiscal con ERC y la salida de Cataluña del actual régimen común de financiación. “La agenda política para nosotros ha sido perfecta”, admitían desde el Gobierno andaluz.

24 horas tras el pacto

El día después de que Marta Rovira anunciara los términos del acuerdo de ERC con el PSC y las concesiones fiscales fue elocuente en Andalucía, el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, convocó a los medios para admitir que desconocía la letra pequeña del pacto catalán y elegir un desconcertante silencio hasta conocer, dijo, los términos exactos de la investidura de Illa. La ejecutiva federal del PSOE se celebró sin votos en contra del acuerdo, pese a la dureza de algunas voces previas, como las de Emiliano García-Page o Javier Lambán. Las dudas expresadas en privado por algunos territorios se diluyeron en la votación, que se saldó con solo una abstención y respaldo total. Horas más tarde, Pedro Sánchez tuvo una breve comparecencia tras su despacho estival con el rey Felipe VI para dejar claro que tiene el acuerdo unánime de la ejecutiva federal del PSOE y por tanto, respaldo del partido y manos libres. Este miércoles comparecerá para hacer balance del curso político.

Las consecuencias de este pacto en territorios como Andalucía están por ver en términos económicos. Será, sin duda, perjudicial por más que desde el Ministerio de Hacienda hayan enviado cartas a todas las comunidades comunicando liquidaciones y entregas a cuenta con cifras récord e históricas en el modelo de financiación. La consejería de Economía y flamante portavoz, Carolina España, recordó que el cupo fiscal catalán detraerá del sistema más de 30.000 millones de euros y nadie oculta que Andalucía, receptora de solidaridad, será de las más perjudicadas. “Catastrófico”, sentenció.

Montero, en la diana

El presidente Moreno ahondó en esa línea de alarma pero también dejó claro cuál será su relato político, más allá de la batalla legal que, como el resto de comunidades del PP, dará Andalucía en todas las instancias posibles. La “independencia fiscal” de Cataluña, advirtió el barón del PP, será el primer paso para una “desconexión” total. Y quien ha permitido todo esto, abundó, “quien le ha dado al botón ha sido un socialista” y más: “Una vicepresidenta que es andaluza para más señas y es la que permite la independencia fiscal de Cataluña”. Si alguien va a pagar en Andalucía ese pacto será María Jesús Montero, que tendrá que hacer mucha pedagogía para explicar cómo ese acuerdo no será perjudicial para su comunidad. “¿Por qué permite un concierto?”, interpeló Moreno. “Eso no lo hace ERC lo hace el PSOE y una socialista andaluza”, insistió por si había dudas en su relato ante el Comité Ejecutivo Autonómico del PP andaluz. “¿Dónde está el socialismo andaluz? ¿Dónde están las agrupaciones locales?”, preguntó al aire.

Moreno ha ganado las últimas cuatro elecciones en Andalucía desde las autonómicas, que le dieron mayoría absoluta, con una llamada permanente al voto del socialista descontento. Hasta ahora, ese voto prestado es el que le ha permitido consolidar al PP como el nuevo partido hegemónico en Andalucía, una tierra que gobernó el PSOE de forma ininterrumpida 37 años. “Soy amigo de socialistas que me dicen en la intimidad que esto es un disparate colosal”, dijo Moreno, “¿por qué no elevan esa conversación privada a pública?”. “¿Dónde están los principios fundamentales de la izquierda española?”, indagó Moreno, para todos, dijo, “aquí está el partido de Andalucía, el PP”. A todos los socialistas que se sienta huérfanos con Sánchez, insistió, tendió su mano.

Espadas había estado muy contenido por la mañana, asegurando tibiamente que no iba a permitir “ni agravios ni privilegios que perjudiquen a Andalucía”. “Si este acuerdo facilita un Gobierno de [Salvador] Illa, no sólo me siento más tranquilo sino también satisfecho”, agregó. A Moreno le respondió por la red social X: “Quiere que olvidemos su crisis de Gobierno y los dos años perdidos deteriorando la sanidad, la educación y la dependencia con su pésima gestión. No lo vamos a hacer”. En el PSOE andaluz hay quienes esperan un posicionamiento más elaborado, que dé más explicaciones, que vaya más allá y miran a su secretario general en Andalucía y la vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, en el centro de la diana política.