La competencia desleal entraña un conjunto de malas prácticas en el tráfico económico que, quienes las ejecutan, usan para obtener ventaja de cualquier tipo ilícitamente. España regula este reprobable proceder vía Ley 3/91 la Competencia Desleal que amparan el Artículo 38 de la Constitución y normativas comunitarias. Sustantivamente, la norma considera desleal lo contrario a la buena fe. La que debe presidir cualquier trato o relación.
Dicha Ley desentraña los actos genuinos que regula. Los resumiremos: engaños que contienen información falsa, promover actuaciones de confusión, omitir información esencial, prácticas agresivas que limiten libertad del consumidor, difamar a competidores, comparación y contraste parcial o falso, imitación de productos o servicios, beneficiarse de reputación ajena, revelar secretos de otros, inducir ruptura contractual de competidores, ventas a pérdida y publicitarse bajo engaño o ilícitamente.
Legalmente, las infracciones de ésta Ley se ventilan en los Juzgados de lo Mercantil (Art 86 LOPJ). Las conductas criminales las castiga el Código Penal. La realidad informa los juzgados mercantiles son lentos, están colapsados y sus sentencias llegan muy tarde cuando todo lo preside la insolvencia y el conflicto perdió vigencia o sus culpables son insolventes o huyeron lejos. El reproche penal es complejo sobre abusos de confianza, delitos societarios, hurtos y fraudes entre quienes se conocen bien.
Las multas ‘de más vértigo’ las impone la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Causan pánico en ciertos sectores. Donde ‘pactan precios’, se mercadea con directivos y secretos de empresa o se engaña -en suma- al ciudadano o empresario. Los daños de la reputación corporativa que alcanzan las multas de CNMC son sustantivos a macro-empresas o multinacionales. El ‘compliance’ (cumplimiento normativo) debe aplicarse a priori. No externalizarlo con ‘igualas’ para escurrir el bulto.
La práctica informa que el gran problema de quienes sufren la competencia desleal es sacar del mercado a quienes la practican. Reembolsar los perjuicios que causan estos ‘listillos’ que se sabe quiénes son y cómo se las gastan -por usar coloquialismos- es otra cosa. Juzgados o CNMC suelen llegar tarde, es caro pleitear y no resarcen daños de competidores desalmados. La vía de la mediación o arbitraje iluminan alternativas.
Perdonen, lectores y lectoras, pero para centrar este asunto es mejor ilustrarlo. En la Sevilla de Rinconete y Cortadillo, negociantes de salón, codicias del dinero fácil, ventas de humo con labia o jeta de hormigón armado tiene mérito extra quien emprende, quien trabaja desde temprano, quien innova, crea empleo y riqueza, aplica talento y marcar metas. En honor a la verdad, la mayoría de quienes trabajamos lo intentan hacer bien. Esa minoría que sueña vivir del esfuerzo ajeno o del engaño está ‘calada’. Se intuye.
Un considerable nicho de la competencia desleal está en las ‘empresas familiares’, las que sustentan -junto a pymes y autónomos- el 92% de nuestra economía. Surge tras relaciones personales rotas por agravios, favoritismos o privilegios. Prepotencias, codicias, fraudes y engaños desatan el conflicto donde antes había la ‘armonía familiar’
Pensar que el mercado es ‘target’ a dominar sin rubor o que el competidor es enemigo a batir sin recato no es buena estrategia empresarial. Sentirse, el competidor desleal, inmune e impune durante su bonanza es un crédito que creen es perenne. Llegados a este punto, la guerra está a punto de estallar. Vayamos a algunos ejemplos hispalenses.
QUERALTÓ, grupo empresarial que opera el sector salud sufrió hace años conflicto familiar, divorcio incluido, que traspasó clientes a otras empresas y competidores. Sin saberse si sobró altivez y faltó humildad para resolver el conflicto, la adversidad se superó. Hizo crecer al grupo empresarial, digitalizó las ventas y hace felices a sus clientes, muchos más que antes. Alcanzan los 10 millones de euros de facturación y su plantilla está próxima a las 100 personas. El conflicto pasado es lección silente de la que aprender mucho.
MILAGRITO. La marca desengrasante de éxito hizo que se tiraran los trastos unos familiares. Parte de la contiene genera nueva marca llamada MANO DE SANTO. El futuro de las discordias lo decidirá un Juzgado, mientras la guerra ataca precios. Las espadas están altas. Mala suerte, no hay tribunales canónicos que ventilen milagros ni santos en temas tan mundanos y prosaicos como pelearse por el ‘maldito parné’
LA ESPAÑOLA. La famosa marca de aceites registró un conflicto que llegó hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a cuenta de similitudes en la etiqueta de los envases entre dos fabricantes. Las décadas del litigio no ocultan una guerra sobre una marca popular dentro y fuera de nuestras fronteras. La lunita plateada de Sevilla no arregló nada.
SEGURIDAD-PERITOS-ASESORÍAS. Empresas de vigilantes y alarmas mantienen una lucha encarnizada donde ‘pillar cliente’ y ganar licitaciones. Importa más que pagar sueldos dignos o vincular la calidad al precio. En cuanto a peritos Sevilla es paraíso de contratarlos ‘a la carta’ y low-cost, dentro y fuera de los juzgados. Otra cosa es que sean creíbles. Las asesorías, sobre todo las ‘integrales’, hacen de todo sin entender de nada y pasa lo que pasa. Deben cotejarse títulos y verificarse habilidad.
INFORMÁTICA-DETECTIVES. Merodeando los ordenadores hay negocios sobre webs, blogs y digitales que se cuecen e garajes en garajes y trasteros. Algunos hackers y freelancers tendrían ley oficiosa: ‘todo baratito’, cueste lo que cueste. Lo de los detectives privados es hipérbole, paroxismo. Hay más piratas sin agencia ni licencia en internet que pagando tributos y relatando verdades. Se añaden ex militares, beneméritos y policías que se prejubilan décadas antes que el personal y piratean a los legales
TAXISTAS-UBER-CABIFY. El monopolio del taxi, sobreprecio de licencias y privilegios que conculcan la libre competencia (parking gratis en vía pública) atrajo a multinacionales para dinamizar una exclusiva que parecía eterna. El conflicto escurre la libre competencia en aeropuerto o estación del AVE, registró incendios y vandalismo que alejan al ciudadano del taxi en favor de aplicaciones y alternativas. La batalla ya generó huelgas salvajes en grandes capitales españolas y europeas de unos taxistas indefensos ante multinacionales e inversores. Todo sea dicho ¿Se arreglará el conflicto?
AERÓPOLIS. En la poderosa industria aeronáutica sevillana amparada por Airbus se cuecen mercadeos y traspasos de plantillas de técnicos, ofertas de precio a la baja y empresas ‘ventajistas’ gracias a subvenciones, créditos blandos que no pagan o ‘sucesion de empresas’ que disgustan donde toma decisiones en la multinacional. La picaresca no marida con tecnología, seguridad y ese know-how que oferta para olvidar.
APAREJADORES. La renovada ‘burbuja’ inmobiliaria hizo que entre profesionales colegiados haya pelea por clientes y precios ‘a la baja’. Se añade un intrusismo interno desde que hay libertad de colegiación y de precio. El colegio profesional ha tomado cartas en el asunto en pro de la trasparencia. Ejemplo a seguir. Las cartas deben mostrarse todas. Los nuevos Ingenieros de Edificación tiene alta responsabilidad social
EMPRESAS LIMPIEZA-ADMINISTRADORES FINCAS. La limpieza de hogares, comunidades y empresas es trabajo-refugio en época de crisis, como la que se sufrió desde que explotaron las burbujas en distintos sectores. Ofertar sin pagar impuestos, contratar por debajo de costes es algo que unió a APEL, patronal de limpieza y el colegio de administradores de fincas. La iniciativa dará fruto, si se alcanzas consensos y es más firme la inspección laboral y tributaria contra los ‘piratas’ del sector.
APARTAMENTOS TURÍSTICOS. En Sevilla se calculan 18.000 alojamientos ilegales, que cobran al margen de normas y no pagan impuestos. Entrañan un problema de seguridad pública (no se identifican los huéspedes) y minusvalías a hoteleros y apartamentos turísticos legalizados. Ayuntamiento, policía y vecinos afectados adoptaron iniciativas que tendrán crudo arreglar lo que creció sin control y subió precios de alquileres y ventas en el centro sevillano. ¿Ese cáncer tiene vacuna, o remedio?
JARDINERÍA. Mano de obra barata, sin contrato y cobrando precios irrisorios bajó precios que empresarios y profesionales del sector no pueden igualar. Aquí la competencia desleal está muy cerca de una economía sumergida que trafica con dinero en efectivo, abarata precios con inmigrantes ilegales a veces y no paga tributos..
GASOLINERAS. El fenómeno ‘low cost’, según empresarios de gasolineras, les perjudica. Pero auto recargar combustible ya es normal en las gasolineras con empleados (mal pagados acorde beneficios empresariales) de un bien esencial. Recordemos, el combustible sube de precio rápido y baja con lentitud (efecto flecha-pluma). La guerra entre gasolineros la es de sector básico donde hay mucho negocio.
ITURRI. Tras el fallecimiento del fundador, el inolvidable Don Juan Iturri Gisbert, unos directivos crearon grupo (Albatros), hoy en concurso, de idénticas actividades a las de ITURRI tras ser espléndidamente indemnizados para evitar actividades concurrentes. Una larga lucha judicial logró que los herederos del fundador ganaran todas las batallas aunque los finalmente perdedores usaron las peores técnicas y pataletas. En 2019 ITURRI es marca que multiplicó sus números desde el conflicto. Es orgullo empresarial sevillano por sus valores corporativos. Da trabajo a mil empleados y opera en 4 continentes con 25 sedes. Innova y crece en sectores donde son un referente a nivel español e internacional. ¡Adelante!
MORERA & VALLEJO. Este grupo empresarial, editor del decano del periódico decano sevillano ElCorreoWeb, sufrió en su médula operativa –correduría de seguros- prácticas de competencia desleal. El Tribunal Supremo condenó a Howden Iberia (la presidió Santiago Herrero, ex presidente CEA y encartado en otros sumarios judiciales) a pagar 352.992€ más intereses y costas. El exempleado de M&V José Manuel García centró una mala praxis que fundamentó una sentencia pionera sobre competencia desleal en sector de la mediación de seguros. Confiemos hayan aprendido
Cuando se tiene el ‘enemigo’ en casa o no lejos de ella, o hay sospecha de tenerlo, lo más sensato es adoptar fórmulas y pruebas que evitan tiempo, dinero y disgustos. La Ley 5/10 reforma el Código Penal y amplía la responsabilidad criminal a las empresas. A los tipos delictivos Ley 1/19 añade algunos más.
Sendas normas exigen medidas, un responsable y planes para lograr el cumplimiento normativo. De lo contrario, las penas pueden crecer al carecerse de implantación. Los angloparlantes llaman al tema ‘Corporate Compliance’.
El Compliance es un conjunto de procedimientos y buenas prácticas empresariales. Tratan de identificar y clasificar riesgos operativos y legales a los que se enfrentan. Establece medidas de prevención, gestión, formación, detección, minimización y control de riesgos que son más patentes de lo sospechado.
Sobre las expresadas leyes se generó un negocio por el que pugnan bufetes y abogados expertos. Llamativamente hay competencia desleal por ‘fichajes’ o precios a la baja en externalizaciones, contratos y pagos.
Yéndonos al terreno de la prevención sobre lo imperativo lo mejor es tener una asesoría legal y fiscal de confianza. Este es el primer escalón externo para detectar peligros de la competencia desleal. Los internos pivotan sobre el control y chequeo de procesos fabriles, comerciales, almacenaje, técnicos, facturación, cobro, etc... En cualquier paso puede saltar la liebre. Lo suyo es evitar males mayores.
Ante cualquier ‘alerta’ o verificar algo que no ‘cuadra’ lo más adecuado es acudir a algún investigador privado experto en documentar la competencia desleal y prácticas empresariales abusivas. ADAS Detectives tiene experiencia próxima a los 40 años en estos delicados asuntos y añade servicios en Compliance. Ser víctima de la competencia desleal puede evitarse en los primeros estadios si se adoptan las medidas oportunas. Lamentarse del daño cuando tiene difícil solución o hizo su faena el desleal competidor no es de recibo.